Estaba rodeado de oscuridad. Me sentí como si estuviera atrapado en una piedra dura y pesada. Todo mi cuerpo estaba inmovilizado y mi conciencia estaba suspendida en una niebla. No podía mover un dedo, y mucho menos girar la cabeza. Tampoco podía hablar. Sentía una sensación de frío que subía desde mis pies. Surgió la confusión y el miedo. Me…