Fuera de la ventana del pasillo, todo lucia normal. Al igual que en la Academia Sakuraya de Tokio donde solían asistir Takeshi y sus amigos, los tejados de las casas podían verse más allá de la enorme valla del complejo deportivo, y aún más lejos, podía verse la silueta de edificios de diferentes tamaños. Claro, si era una preparatoria construida en el centro de Tokio, tenía que ser muy similar a la anterior en todo sentido. Sin embargo, Takeshi estaba consciente que todo eso no era más que un espejismo proyectado con magia.

A mediados de agosto, Takeshi junto con su amiga de la infancia Kurumi y su ex compañero de clase Ida, habían completado el proceso formal de transferencia a la Academia de Magia Subaru.

Al inicio de las vacaciones de verano, cuando Takeshi asistió a su anterior academia para entrenar en el club de Kendo como lo hacía siempre, terminó topándose con una misteriosa chica por casualidad. Era una alumna de la Academia de Magia Subaru llamada Aiba Mui, que además resultó ser una maga perteneciente a «Wizard Breath». Ella apareció en la escuela de Takeshi, porque estaba siendo perseguida por los «Ghost Trailers», una organización de magos rivales de Wizard Breath.

Mui se encontraba herida, por lo que Takeshi la cargó y la llevó a la enfermería. Estando allí, una serie de sucesos provocó que, en un determinado momento, ella estuviera a punto de caerse de la cama. Takeshi intentó ayudarla, pero acabaron chocando sus labios por accidente. Mui se enojó tanto por eso, que sin darse cuenta disparó magia que provocó que Takeshi se transformara en un mago.

Los magos, son personas capaces de utilizar un poder mágico el cual pueden visualizar en forma de partículas de luz. Cuando una persona aún está en su etapa de crecimiento, esta, es capaz de manifestar su poder mágico, con solo exponerse a la magia de otra persona.

Al haber sido convertido en mago por Mui, Takeshi se vio envuelto en el fuego cruzado de ella contra los Trailers, y por consiguiente, su amiga de la infancia Isoshima  Kurumi y su compañero de clases Ida Kazumi, también acabaron convertidos en magos. Por todo lo anterior mencionado, Takeshi y sus amigos, tuvieron que ser llevados la Academia de Magia Subaru bajo la autorización de la directora, y se decidió que tendrían que ser transferidos a ese lugar.

Mientras caminaba en un solitario corredor durante las vacaciones de verano, Takeshi miró sus manos. Aun no podia creer que se habia convertido en un mago.  Ciertamente su magia habia sido despertada. Él no creia mucho en eso de ser engañado por su propia mente y ademas, todo lo que hizo, en verdad ocurrió, asique el asunto de convertirse en mago no era mentira. Habia viajado a través de un espejo desde su mundo -el cual llamaba: «Mundo Viviente» hacia la Academia de Magia Subaru, ubicada en un plano al que llamaban «Mundo en Ruinas» Era dificil que todo eso se tratase de un simple sueño.

Takeshi ya llevana dos semanas vivendo en los dormitorios de la academia. Cada vez que se acostaba adormir, temia que al despertar, se encontrase en su habitacion de siempre. Pero hasta el momento, es eso aun no habia sucedido.  No era posible que hubiese un sueño tan largo, asique lo que estaba viviendo tenia que ser la realidad.

Cuando Takeshi abrió la puerta de su salón de clases al final del pasillo, rápidamente una cara conocida lo volteó a mirar. Ella, era la única persona en el aula.

—Buenos días, Takeshi…

—Buenos días, Isoshima…

Kurumi se encontraba reclinada justo enfrente del escritorio del profesor al ver a Takeshi sonrió. Él también le sonrió y cuando se aproximó, ella se puso de pie y extendió los brazos.

—Mira, Takeshi. Ahora tengo un nuevo uniforme.

Kurumi dio una vuelta sobre si misma y parpadeó alegremente.

—Oh, que bien.

Como el uniforme de la Academia de Magia Subaru era el mismo que usaba Mui, él no estaba particularmente sorprendido. Era una blusa blanca de mangas cortas, con lineas de color azul marino una cinta verde a cuadros en el cuello y una falada plisada.

A Takeshi tambien le habia enviado al dormitorio su nuevo uniforme la noche anterior. pero no parecia tener intenciones de usarlo.

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Kurumi se encontraba parada frente a un pupitre, esperando atentamente la opinión de Takeshi acerca de su nuevo uniforme de la Academia Magica.

A los ojos de Takeshi no era muy diferente al anterior, pero estaba consciente de los sentimientos de Kurumi, asique responidó:

—Eres hermosa Isoshima.Cualquier cosa que te ponas se te verá bien.

Takeshi dió con una sonrisa y todo, pero Kurumi parecia claramente desepcionada.

—Asi que da igual lo que me ponga, ¿eh?

Para Kurumi, escuchar eso es como si le dijera que todo lo que usa es igual, pero obviamente, Takeshi no era capaz de darse cuenta de ese detalle.

Después de un rato, Mui entró al salón adelantándose a Ida  iba asomando a la entrada en ese momento. Ella se había estado quedando en los dormitorios y había llegado temprano a la academia para regar las plantas del club de jardinería. Como acababa de terminar de regar las plantas, llevaba el uniforme ligeramente mojado.

—Kurumi, el uniforme de tu anterior escuela estaba bonito, pero el de la academia mágica te queda mucho mejor. —Comentó Mui con una sonrisa.

Sin embargo, como respuesta a la sonrisa de Mui, Kurumi hizo una cara de disgusto. Obviamente, a Kurumi no le agradaba Mui en los más mínimo, y muy para su desgracia, habían asignado a ambas a la misma habitación por lo que ahora eran compañeras de dormitorio. Antes, Mui formaba parte de un grupo elite dentro de la mejor clase, la cual había sido seleccionada por la academia en base a una tabla de puntuación. Sin embargo, debido a que se escapó de la academia para buscar a su hermano mayor el cual se rumoreaba que se había unido a los Trailers, y tambien por haber convertido a Takeshi en un mago y haberlo involucrado en la disputa, acabó siendo degradada a la clase C. La más baja de todas. Además, le quitaron su dormitorio particular y la cambiaron a uno compartido.

Cuando Kurumi ingresó al que se suponía que iba a ser su habitación, casi le da un infarto al encontrase allí a Mui y darse cuenta que tendría que compartir la habitación con ella. Era horrible tener que verle la cara en la escuela, a alguien que no le agradaba y encima ahora tendría que compartir habitación con ella. Lo que más le molestaba, era que Mui no reaccionaba ante sus provocaciones.

Takeshi veía a Kurumi  como alguien bastante interesante, pues nunca antes había tenido amigos y por eso no tenía experiencia tratando con otras chicas de su misma edad. En el caso de los chicos, era peor porque ni siquiera permitía que se le acercaran.  Cuando ella era estudiante de primaria e y todavía hasta secundaria, solía ser constantemente asediada por hombres de todas edades.  Desde estudiantes hasta hombres maduros y asalariados. Por lo tanto, al ser víctima de acoso, desarrolló repulsión hacia los hombres. En el caso de las chicas, sucedia que no podía hacer amigas debido a que las demás siempre se sentían abrumadas por su belleza y solían atacarla y hablar mal de ella a sus espaldas. Sin embargo, desde que llegó a la Academia de Magia, Mui no había parado de intentar conversar con ella a pesar de su hostilidad. Eso tenía a Kurumi muy abrumada y no sabía cómo actuar. En ese momento estaba sucediendo lo mismo.

—Me da igual lo que tu digas. —Respondió Kurumi a Mui.

A pesar de haber sido elogiada por su uniforme, Kurumi apartó su mirada con disgusto.

—¿Eh? pero de verdad te ves bien —Insistió Mui cabizbaja y luego agregó:

—Tú eres alta y delgada y por eso el uniforme se te ve perfecto. En cambio yo, soy bajita y encima creo que me estoy encogiendo más.

Luego de escuchar a Mui explicar sus problemas, Kurumi regresó su mirada a Mui respondió:

—Pues a mi me preocupa ser alta…  —Dijo Kurumi.

—¿Eh? ¿En serio? Pero te vez cool… —Respondió Mui.

—»Cool»* no es un alago adecuado para una chica. —Refutó Kurumi.

—¿Eh? Pero ser cool no está nada mal, ¿verdad, Takeshi-kun?

Takeshi se estremeció en ese momento cuando escuchó su nombre y respondió:

—¿Eh? Aah sí, es cierto…

Al oír eso, Kurumi rápidamente le preguntó a Takeshi:

—Ta… Takeshi…  ¿Te gustan las chicas que son cool?

—Bueno, yo no me referia a eso…

Mui habia ingresado a la conversación sin que Kurumi se dieran cuenta y el balance se habia tornado extraño.

<<Traductor Ore no Honyaku: La palabra que Mui utiliza para referirse a Kurumi es: «Kakkoui» que se utiliza como adjetivo y significa: «alguien que es genial, que es la hostia o el puto amo» por así decirlo. Se suele usar generalmente para alagar a hombres y por eso a veces suelen traducirlo como «Apuesto» o «Guapo». Kurumi se queja por eso ya que para las chicas, se utilizan las palabras «Kawaii» o «Kirei» que significan «Linda» y «Bella» respectivamente. Yo lo traduje como «cool» y aunque esté en inglés, creo que se entiende.>>

«Lo sabía, Mui e Isohsima puenden llegar a ser buenas amigas», Pensó Takeshi.

Él y Kurumi eran amigos de la infancia, pero le preocupaba que ella no tuviera amigas de su mismo sexo. Ella decía que no le importaba tener más amigos, pero eso no era cierto. Cuando las clases acababan para el descanso del almuerzo, Kurumi siempre corría a buscar a Takeshi y se quedaba con él durante largos ratos. Desde que fue víctima de un acosador y consiguió que Takeshi se convirtiera en su falso novio, su actitud empeoró aún más, pues cuando Takeshi se encontraba hablando con sus amigos, incluso si estos eran chicos, ella llegaba a interrumpir.  Sus amigos le habían dicho en varias veces que debería hacerle ver a Kurumi lo que estaba haciendo. A muchos de ellos les había molestado esa actitud de parte de ella.

Como su amigo de la infancia, Takeshi estaba feliz de la confianza que ella le tenía, pero a él, también le gustaba llevarse bien y platicar con otras personas, y quería que ella se llevara bien con Mui. Sin embargo, la situación era crítica, ya que no importaba cuanto se esforzaba Mui, Kurumi simplemente no accedía.

«Isoshima Tardará un tiempo en abrir su mente», Reflexionó.

Takeshi dejó escapar un leve suspiro, el cual Kurumi notó de inmediato con gran asombro y preguntó frenteticamente:

—Parece que a ti te gustan las chicas lindas en lugar de las que solo son cool, ¿no es asi Takeshi?

Sin embargo, no fue Takeshi el que respondió:

—Para mí, cualquiera estaría bien…

La puerta del aula se abrió y entró Ida Kazumi, con su erizado cabello rubio usando una camiseta llamativa y su maletín en el hombro (el cual posiblemente no llevaba nada como de costumbre).

—No te pregunté a ti… —Exclamó Kurumi.

Ida se encogió de hombros y respondió:

—¿Qué pasa? Es muy temprano para estar tan malhumorada. Aunque, las chicas enojonas son las que más me gustan.

—Eso no me importa en lo más mínimo. —Reiteró Kurumi.

Entonces Ida colocó su maletín en el asiento que estaba detrás de la enojada Kurumi y se sentó. Casi al mismo tiempo, una profesora de clases suplementarias entró al aula por la puerta principal.

—Muy bien, hoy también estaré con ustedes. Asique vamos a empezar la clase.

La profesora era una señora de cabello corto y completamente blanco.

Durante las vacaciones de verano, estaba previsto que Takeshi y los demás, tomaran clases extraordinarias, y ese día también tenían clases sobre historia de la magia. La razón de eso, era que la directora les dijo que tomaran sólo la parte básica de las clases de magia que se habían impartido durante el primer trimestre, en forma de clases suplementarias.

 Ya estaba dicho que se incorporarían al curso avanzado de la clase C de primer año a partir de septiembre. Entonces Takeshi tomó asiento y sacó su nuevo libro de texto sobre “Historia de la Magia”. Mui por su parte se dirigió en ese momento hacia la salida y dijo:

—Bueno, creo que volveré a los dormitorios. Suerte, chicos.

Mui sacudió su mano despidiéndose y Takeshi asintió y dijo:

—Sí, gracias.

—Nos vemos… —Dijo Ida despidiéndose.

Solamente Kurumi no se despidió de ella y en lugar de eso, se volteó hacia otro lado.

 

***

Las vacaciones de verano se habían terminado más rápido de lo esperado.

«El año pasado, Tuve matar el tiempo en la biblioteca cuando el dojo estuvo cerrado»,

Recordaba Takeshi en su habitación, mientras contemplaba el uniforme de la academia mágica que planeaba usar al día siguiente.
Su habitación era doble, pero la parte izquierda de ella de momento seguía vacía. Se suponía que Ida iba a ser su compañero, pero él decidió que asistiría a la academia desde su casa debido a las circunstancias familiares que había expuesto antes. Por lo tanto, Takeshi estaba solo en una habitación doble.
El nuevo semestre comenzaría al día siguiente. Takeshi no sabía si se sentía emocionado o preocupado. Lo único cierto era que se sentía incómodo.

«No creo que vaya a ser tan malo…», Pensó.

Sin embargo, Takeshi se sentía aliviado de no tener que regresar a su casa donde se tendría que topar con Gekkou y con sus padres. Con tan solo ponerse a pensar en cómo estaba su situación antes de llegar a la academia, su semblante decaía. En su propia casa, Takeshi no tenía el mismo valor que afuera. Allí, él era como aire, como una sombra o como un fantasma. Vivía incluso conteniendo su aliento para no perturbar a su familia. Pero todo eso -según él- era culpa suya y no podía evitarlo. Hace dos años, Takeshi había empujado a su hermano menor Gekkou a la carretera. Aunque posiblemente solo fue un accidente. A decir verdad, Takeshi no recordaba muy bien lo que sucedió en ese instante, pero lo que si recordaba, es que justo antes de eso, él y Gekkou estaban discutiendo. Ahora, la pierna de Gekkou tenía una lesión que nunca sanaría. Por tal motivo, Gekkou se volvió prioridad para sus padres y Takeshi muy por el contrario, se volvió totalmente irrelevante. Por más que Takeshi intentara conversar, no recibía respuesta alguna. El frio silencio que recibía como respuesta, se tornó insoportable y por lo tanto, prefirió mejor evitar a su familia por completo.

«Me pregunto que habrá pensado mi familia de mi transferencia»

A pesar de todo lo que había pasado, él no habló con su familia. Fue un empleado de la academia el que llegó y se lo dijo a su madre y aunque él contó que se quedaría en los dormitorios, ella no mostró reacción alguna. Con su padre ni siquiera hablaron porque pasaba tan ocupado en el trabajo que apenas se le podía ver en casa. Y en cuanto a Gekkou, simplemente no podía hablar con el respecto a la trasferencia y ni que se quedaría a vivir en los dormitorios. Tuvo tiempo de decírselo, pero simplemente no pudo hacerlo. Pensar en el hecho de que sería ignorado como siempre, que seguro recibiría una mirada fría, hacía que se le paralizara el corazón y por lo tanto su voz no salía y su cuerpo se quedaba paralizado.

«Tal vez las cosas cambien después de algún tiempo», Pensó Takeshi.

Incluso si Gekkou no lo perdonaba, Takeshi tenía la expectativa de que su rencor disminuyera.

«Gekkou va a sentirse tranquilo ahora que yo ya no estoy, y eso es bueno»,

Mientras hablaba consigo mismo, Takeshi se arregostó sobre la cama.
A diferencia de su casa, allí podía escuchar tanto la voz como el ruido hecho por otras personas provenientes de varias direcciones. Ya eran las diez en punto de la noche y el supervisor de los dormitorios, había tenido ir a hacer un llamado porque ya era de dormir y los alumnos que acaban de regresar de sus casas para comenzar el segundo semestre, aún seguían parloteando muy animados.
Takeshi por su parte, ya había salido a saludar a sus vecinos de las habitaciones de ambos lados de la suya y a los de enfrente donde se encontró a alguien que estaría en su misma clase, por lo que se sintió aliviado. Incluso sabiendo que eran magos, todos allí hablaban como cualquier estudiante normal de preparatoria. Aunque algunos parecían estar dándole mantenimiento a sus armas de fuego en su habitación y otros tenían extrañas orejas de animal en sus cabezas, fuera e eso todo era normal.

 

***

Finalmente, se llegó el día de la ceremonia de apertura la cual marcaba el inicio del segundo semestre. Cuando finalmente la ceremonia llevada a cabo en el auditorio acabó, Takeshi junto a Kurumi, Mui e Ida se dirigieron juntos al que iba a ser su salón de clases.

Su profesor era un hombre que se presentó como Hitouji Makoto, el cual Kurumi dijo haber visto antes y que fue él quien la llevó a la academia de magia la primera vez.

 Hitouji-sensei era un hombre en sus veinte años que portaba un corte de cabello estilo okappa*, anteojos redondos, un traje completamente blanco y un físico escuálido.  Los cuatro fueron guiados por él hacia el aula, y cuando llegaron, los estudiantes que ya estaban dentro, se sentaron en silencio y miraron interesadamente a Takeshi y compañía que estaban alineados junto a la plataforma de enfrente.

<<Traductor Ore no Honyaku: Okappa es un corte redondeado de longitud media corta. como referencia podemos poner a Tobichi Origami de Date a Live. Ella lleva un estilo más o menos así, solo que no es tan redondo como el Okappa.

—!Encargado de la clase! —Exclamó Hitouji-sensei, llamando a uno de los estudiantes.

Aquel estudiante, dio indicaciones y todos se pusieron de pie, hicieron una reverencia y luego se sentaron nuevamente. Algo que se hacía en cualquier escuela normal.

—Bien… a partir de hoy da inicio el segundo semestre. Buena suerte a todos y den lo mejor de sí.

Después de decir esas palabras, Hitouji-sensei se aproximó a Takeshi y sus amigos que seguían parados al frente.

—Este día, voy a presentarles a sus nuevos compañeros de clase. A ver… comencemos con la chica de la izquierda.

La que se encontraba más a la izquierda era Kurumi.

—Me llamo Isohsiman Kurumi.

Luego de la inexpresiva y simple presentación de Kurumi, Hitouji-sensei frunció el ceño y preguntó:

—¿Eso es todo? ¿No dirás cosas como «¡llevémonos bien! ¿Sí?» o… «¡Mucho gusto-pyon!»?

Kurumi al escuchar semejantes sugerencias de parte de Hitouji-sensei, le miró con una expresión de total repulsión.

—Eeeh… parece que no. En ese caso, el siguiente por favor. —Continuó el maestro.

El próximo a Kurumi era Takeshi.

—Me llamo Nanase Takeshi. Mucho gusto…

—¿Solo eso vas a decir? Ah, pues ya que…

Hitouji se encogió de hombros ante la parejita tan poco amistosa y continuó:

—Bueno, el que sigue…

Ida era el próximo a Takeshi y en ese momento ya había atraído muchas miradas. Su brilloso y erizado cabello rubio, su intimidante mirada combinados con el hecho de que llevaba su uniforme desaliñado a pesar de ser el primer día, eran el motivo.

—¿Ya es mi turno? Pues soy ida Kazumi. Mucho gusto.

Puede que solo estuviese nervioso, pero la mirada de Ida lucia más aguda de lo normal. Con esa mirada, observaba los alrededores del salón de clase por lo que las expresiones de los demás estudiantes lucían tensas.

—A ver, estos tres chicos acaban de convertirse en magos. Asique ayúdenles en todo lo que puedan. Y ahora, veamos…

Hitouji estaba confundido por la atmosfera tensa de salón, asique instó a Mui que era la última de la derecha.

—Aiba-san, usted también preséntese por favor.

—Me llamo Aiba Mui.

Mui saludó, y la atmosfera del aula cambió inmediatamente. Obviamente su mirada era totalmente contraria la de Ida, por lo que muchos voltearon a verla.

—Algunos de ustedes ya lo sabían, pero Aiba-san estará con nosotros en la clase C a partir de ahora. Debido a ciertas circunstancias. Obviamente ella esta aquí desde primaria por lo que conoce la academia mejor que ustedes. Llévense bien y ayúdense en lo que puedan.

Con una sonrisa, Hitouji-sensei instó a los cuatro a tomar asiento hasta atrás y comenzó con la clase:

—Bien, este segundo semestre trae varias actividades importantes. No solo estudiaremos, sino también, practicaremos juntos para que su control sobre la magia sea mejor que en el primer semestre.

 

***

Takeshi y los demás, se unieron a la clase C sin ningún problema en particular y lograron ponerse al día con las lecciones en tan solo una semana. Todo eso había sido gracias a que tomaron clases suplementarias del primer semestre durante las vacaciones de verano. Pero, a pesar de todo, esa era una academia de magia tenia cosas que no eran iguales a una academia normal. Durante la mañana se impartían clases normales con materias básicas y en la tarde cambiaban a clases de magia. Aun teniendo la magia en su cuerpo, había que aprender muchas cosas para poder  usarla.

Primero, estudiaron lo que era la magia en sí, luego se aprendieron cómo activar la magia básica, luego, el origen y la historia de la magia, el tono de voz a utilizar para usar la magia (eso se aprendía en estudio de los encantamientos).  Además, aprendieron sobre la relación de la magia con el espacio-tiempo dentro de la materia denominada como: “Áreas”. Luego aprendieron cómo utilizar la magia de manera compleja. Se les enseñó acerca de “La afinidad mágica” la cual se les enseñó que era diferente para cada individuo.  Después de eso, hubo más lecciones que eran de esperarse tales como el entrenamiento práctico para dominar la magia y la estrategia táctica para el combate.

Tal y como habían aprendido en historia de la magia, el mundo en el que se encontraban ahora, era diferente al “Mundo Viviente” donde solía vivir Takeshi.  Aquel mundo llamado «Mundo en ruinas» en el que se encontraban ahora, era un mundo paralelo que se creó a consecuencia de la primera guerra mágica que se llevó a cabo a finales del siglo XX. Ocurrió cuando un mago de los Ghost Trailers llamado: Ryuzenji Kazuma, estuvo a punto de utilizar su hechizo de “Magia Singular” llamado «Last Requiem«, el cual borraría por completo la existencia de todos los humanos ordinarios de la faz de la tierra. Pero los magos de Wizard Breath y también de otras comunidades, reaccionaron antes, y dividieron el espacio tiempo en dos para poder salvar al mundo. Sin embargo, repentinamente y tal como su nombre lo sugiere, este nuevo mundo colapsó debido a la enorme división forzada en el espacio-tiempo. Incluso en la actualidad,  el mundo en ruinas continúa su deterioro y nada más queda la ciudad de Tokio la cual también se está deteriorando poco a poco desde los bordes.

Aquella primera gran guerra mágica, acabó tras la victoria de Wizard Breath junto a las demás comunidades que le acompañaban. Sin embargo, Ryuzenji Kazuma, líder del bando enemigo los Ghost Trailers, desapareció y los ataques terroristas posteriores a la guerra continuaron durante mucho tiempo más por lo cual, los magos tuvieron que seguir peleando durante incontables batallas pese a estar cansados. Hasta que un día, hubo un pacto de armisticio entre ambos bandos donde se propuso un acuerdo: La guerra continuaría solo dentro del mundo en ruinas y quien resultara como vencedor allí, obtendría también el poder de controlar el destino del mundo viviente.

Wizard Breath y Los Trailers estuvieron de acuerdo por lo que la guerra se continuo únicamente dentro del mundo en ruinas.  Por cierto, con respecto a Ryuzenji Kazuma, líder de los Trailers, se dice que ha permanecido dormido durante 16 años como efecto secundario por haber utilizado una descomunal cantidad de magia para su hechizo. Sin embargo, el profesor de historia de la magia, dijo que eso solo era una leyenda y que muchos magos simplemente creían que estaba muerto. Sin embargo, los Trailers mantuvieron la doctrina de ryuzenji kazuma tratando siempre trasmitirla a otros.

Los Trailer aseguraban que trataban de cambiar el mundo donde -según ellos-, los magos fueron discriminados y oprimidos por los humanos ordinarios.  A Takeshi no le pareció mala la idea de mejorar el mundo para los magos. Sin embargo, no se sabía si esa era la verdadera historia detrás de todo.  Pues, a pesar de que los Ghost Trailers intentaban inculcar sus ideales a magos secuestrados, las otras comunidades que se decían no ser hostiles,  también realizaban un acto similar al robar magia.

Fue precisamente a causa de esa cacería de magos, que Takeshi acabó convertido en uno. Cuando conoció a Aiba Mui que estaba siendo perseguida por ellos y luego de exponerse a su magia por accidente, Takeshi se transformó en un mago. Sin embargo, honestamente el asunto de la guerra era desconcertante. Obviamente sabia de lo que se trataba. De pequeños se les enseña en lo horroroso de las guerras y lo devastadoras que son las bombas atómicas, y la miseria que dejan a su paso.  Pero todo eso no se sentía más que como una historia antigua. Su vida estudiantil siempre fue pacífica y no se sentía relacionado de ningún modo con esa guerra aun después de haber ingresado a la Academia de Magia Subaru.

Incluso al siguiente día, su mañana había sido tranquila.

Anteriormente tenía que levantarse de madrugada y salir apresurado hacia la escuela para unirse al entrenamiento con el club de kendo. Pero ahora, no le tomaba ni cinco minutos caminar desde los dormitorios hasta el aula de clases. Además, en la Academia de Magia Subaru, no había actividades con clubes.

«Una escuela sin actividades de clubes… eso sí que es muy raro», Opinaba Takeshi

Ya se había adaptado a caminar por la academia pero como eran las ocho, aun había pocos estudiantes.  Desde que madrugaba para ir al club de kendo, Takeshi se acostumbró a levantarse temprano y a las seis ya se había despertado naturalmente. Desayunó en la cafetería de los dormitorios en ese momento para evitar la hora pico y se preparó tranquilamente para irse a la escuela. En ese momento, escuchó voces provenientes del gimnasio que estaba muy cerca del edificio estudiantil.

«¿Qué es eso?»

Takeshi se acercó y echó un vistazo desde la entrada.

En el interior había decenas de estudiantes de los cursos básicos y de los avanzados que practicaban su magia en conjunto.

—¿¡Entrenamiento matutino!?

Sin embargo, mientras Takeshi observaba atentamente, escuchó las voces de unas chicas y unos chico que vestían de forma casual en vez de llevar el uniforme, los cuales se apresuraban entre la multitud.

—¡Oye! Llegas tarde.

—Lo siento.

—Qué importa, solo apúrate hay que buscar un sitio para practicar.

Parecían ser una chica de secundaria otra chica de preparatoria y un chico que parecía ser mayor que Takeshi. Los tres pasaron junto a él, e ingresaron al gimnasio.

«Parece que ellos tienen entrenamiento matutino de magia»

Mientras Takeshi observaba, aquellos tres que acababan de llegar tarde, encontraron un sitio vacante justo al centro y se dispusieron a entrenar.

«Me pregunto si Isoshima, Ida y yo, también podemos venir a entrenar a este lugar»

Takeshi, no había practicado kendo recientemente, y  sentía que su cuerpo se estaba atrofiando un poco por las pocas oportunidades que había tenido para moverlo. Tenía grandes deseos de entrenar.

«Hablaré con Isoshima y con Ida para ver si podemos venir mañana»

«Pero, ¿podremos venir aquí solo así sin pedir permiso?»

Mientras Takeshi sacudía la cabeza reflexionando, partículas mágicas volaban por todo el gimnasio desplegando un espectáculo muy peculiar. Ver a un oso de peluche caminando por todos lados ya era bastante surrealista, pero luego vio un enorme pulpo que apareció de repente, el cual explotó y dispersó partículas mágicas en todas direcciones. Tambien vio a una alumna perdiendo la postura mientras flotaba en el aire quedando de cabeza y gritando mientras se sujetaba la falda para que no se le volteara.  Los ojos de Takeshi estaban clavados en aquello que parecía un espectáculo de circo.

De pronto una voz pronunció su nombre a sus espaldas, por lo que se volteó rapidamente.

—¿Qué haces, Takeshi-kun?

Eran Mui y Kurumi que se encontraban paradas frente a él.

—Mui… Isoshima…

Como eran compañeras de cuarto, era obvio que fueran a la escuela juntas.  Ambas observaron con sospecha a Takeshi que continuó mirando atentamente hacia el interior del gimnasio.

—Buenos días, Takeshi. ¿Qué tanto miras? —Preguntó Kurumi.

Entonces Takeshi sonrió ydijo:

—Buenos días, Isoshima. Ven a ver esto…

—¿Qué cosa?

Kurumi se colocó al lado de Takeshi, y observó discretamente hacia el interior del gimnasio.

—¡Wow! Es increíble. —Exclamó.

—¿Verdad que sí? Es imposible no quedarse mirando. —Contestó Takeshi.

—Me pregunto si será Magia Ilusoria o Magia Biológica…

Sorprendida, Kurumi se sujetó de la maga de Takeshi y tiró de ella.

Takeshi volteó a mirar a Mui y le preguntó:

—¿Cualquiera puede venir a entrenar aquí?

—Sí, Se puede realizar entrenamiento grupal aquí en el gimnasio y también en el patio a esta hora y también después de clases.

—¿Eh? Qué bien…

Takeshi regresó nuevamente su mirada hacia el interior del gimnasio.

 Mui se acercó por detrás y se paró de puntillas para poder mirar entre Takeshi y Kurumi. Dandose cuenta de que Mui era más bajita que ellos, Takeshi la sujetó del hombro y la empujó para que se colocara por delante de él.  Mui parpadeó varias veces mientras era sujetada del hombro.

—Oye, ¿Qué clase de magia es esa? ¿Yo también puedo hacer cosas como esas? —preguntó Takeshi, señalando a un chico de primaria que hacia volteretas mientras flotaba en el aire.

Entonces Mui asintió enérgicamente con la cara sonrojada y contestó con una voz nerviosa:

—S-Si… así es. Eso es magia básica, asique si practicas lo suficiente podrás hacerlo.

Mientras tanto, Kurumi que estaba fascinada con aquella vista, finalmente se dio cuenta de lo cerca que estaban aquellos dos a su lado y se quedó anonadada.

—¡Oigan! ¿Por qué se están abrazando?

Takeshi y Mui se sorprendieron al escuchar la acusación de Kurumi.

—¿Eh?

—N-no nos estamos abrazando…

Ignorando a Mui que negaba enérgicamente con la cabeza, Kurumi miró la mano de Takeshi que aun seguía sobre el hombro de ella.

—¡Takeshi! Tocar su hombro es acoso sexual.

—Entiendo. Lamento haberlo hecho.

Takeshi rápidamente retiró su mano del hombro de Mui.

—¿Eh? N-no te preocupes. Eso no fue acoso. Fuiste gentil conmigo estoy segura de eso. No hay ningún problema. —Respondió Mui.

Luego, ella levantó su rostro y naturalmente su mirada se encontró con la de Takehsi.

De pronto, ambos sintieron una sensación de temor y rápidamente voltearon a mirar a Kurumi.

Ella emitía un extraño gruñido mientras apretaba los dientes.  Su mirada levantada y su rostro parecía el de un gato búfano y  a punto de atacar con sus garras.

—¡Isoshima! Quita esa cara. Da mucho miedo… —Exclamó Takeshi.

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—E-es cierto, Kurumi. Esto no es algo que pase siempre. Somos amigas ¿no?

—Amigas… —Repitió Kurumi en voz baja.

La campana escolar, de pronto sonó en medio de una atmosfera tensa y Mui habló rápidamente:

—¡Ah! hoy tenemos que ir al salón de clases. Hoy tenemos matemáticas. Me iré delatando, no-nos vemos…

Mui se escabulló del lugar cuando tuvo oportunidad. Cuando se quedó a solas con Kurumi, Takeshi dejó escapar un suspiro y dijo:

—¿Qué pasa contigo Isoshima?

—Es que esa chica estaba demasiado pegada a ti. —Murmuró, Kurumi en una voz muy baja.

—Está bien. No la volveré a tocar de nuevo.  ¿Contenta?

Takeshi levantó ambas manos mientras le hacia esa promesa y aunque Kurumi aún no cambiaba su cara aterradora, finalmente asintió. Entonces Takeshi agregó:

—Bueno, nosotros también deberíamos irnos para el salón. Ojalá podamos venir a entrenar los tres juntos después de clases.

Takeshi comenzó a caminar y Kurumi le siguió.

—¿Los tres? —Preguntó ella.

Takeshi volteo a mirar a Kurumi de manera misteriosa y respondió:

—Claro. Tú, yo, y también Ida.  Será un entrenamiento en grupo.

—Ah… claro. Entrenamiento en grupo está bien.

Kurumi se agarró del brazo de Takeshi, y por alguna razón comenzó a sonreír.

—Sí que eres muy rara. —Comentó Takeshi.

Takeshi estaba confundido de ver que hasta hace unos momentos Kurumi estaba muy enojada, pero de pronto había comenzado a sonreír como si nada.

Cuando llegaron al salón de clases, la mayoría de los estudiantes ya habían llegado. Sin embargo, Ida no se veía por ninguna parte. Él se sentaba al lado izquierdo de Takeshi y a al lado derecho, se sentaba Kurumi y a la par de Kurumi, se sentaba Mui y de esa manera los 4 estaban juntos. Takeshi no estaba tan preocupado porque Ida quien se sentaba junto a la ventana, siempre solía llegar tarde.

Luego de haberse transferido, Ida era el único que a diferencia de Takeshi y Kurumi, (que vivían en los dormitorios de la academia) tenía que llegar a clases desde su casa.  La mayoría de estudiantes se quedaban en los dormitorios pero Ida tenía el compromiso de cuidar a su hermana menor que estaba cursando la primaria y por tal motivo le tocaba viaja todos los días entre el mundo en ruinas y el mundo viviente solo para poder ir a clases.

La madre de Ida dependía mucho de él en ese aspecto, porque ella trabajaba como enfermera y sus horarios de trabajo solían cambiar constantemente. Tal vez por eso, Ida estaba muy aferrado a su hermanita y se había vuelto un completo Sisicon y por lo tanto, desde que se transfirió a la academia de magia, siempre llegaba tarde. Viajar a la academia magia ubicada en el mundo en ruinas, era posible con la ayuda de un espejo.  La academia tenía un largo pasillo con enormes espejos en las paredes y todos los estudiantes que iban a clases desde sus casas, tenían que pasar por allí.

 El portal podía ser abierto fácilmente desde el mundo viviente, usando la magia requerida en cualquier espejo donde se pudiera visualizar el cuerpo completo. En pocas palabras, Ida podía viajar a la academia directamente desde el espejo -que acababa de comprar y que había colocado en su cuarto-, sin siquiera tener que salir de su casa.

—Hoy tenemos clase de deporte desde la primera hora, mejor hubiera venido tarde. —Comentó Kurumi como si estuviera asombrada.

—Cierto. Clase de deporte desde la mañana y lo peor de todo, es la clase de natación. —Respondió  Mui.

Kurumi frunció el ceño pues ella hablaba con Takehsi y sin embargo, quien le contestó fue Mui.

—La escuela anterior no tenía piscina. —Comentó Takeshi hablando con Mui.

Mientras él hablaba con Mui, Kurumi que estaba sentada entre ambos, se inclinó para bloquear el contacto visual entre ellos y dijo:

—Cierto. Me alegra mucho que no tuviéramos una piscina en nuestra antigua escuela. Esto es horrible. No me agrada la idea de que los chicos  se me queden mirando. Aunque tú pareces contento, Takeshi.

El escuchar eso, Takeshi negó rápidamente con la cabeza mientras miraba vagamente a Kurumi.

—No es que esté feliz. Es solo que aun en este mundo el verano es caliente y bañarse un rato en la piscina no cae mal.

—Ah, te entiendo. Es molesto pero, no puedo negar que se siente genial. — Contestó Mui, entrometiéndose nuevamente en la conversación y simpatizando de nuevo con Takeshi.

—¡Verdad que ¿sí?!

Mientras Takeshi y Mui se sonreían el uno al otro, Kurumi apretó los labios de mal humor y dijo:

—Pues yo odio la piscina…

Justo en ese momento, el profesor encargado de la clase, Hitouji-sensei, entró por la puerta principal. Hitouji-sensei no solo era el encargado de ellos, si no también era maestro en afinidades mágicas y estaba a cargo de instruir a los alumnos en la afinidad mágica de la que él era usuario.  Sin embargo, la clase C era diferente a la clase A y a la clase B. pues en las clases A y B los alumnos estaban divididos en base a su afinidad mágica. Pero en la clace C, todos los alumnos estaban en un solo grupo sin importar a qué afinidad mágica pertenecieran. Eso era porque en la clase C se gastaban la mayor parte del tiempo enseñando a los alumnos a estabilizar la magia,  en lugar de enseñarles a usar su afinidad.

—Muy bien, siéntense todos. La clase va a comenzar…

Cuando el maestro les dio órdenes en voz alta, todos corrieron a sentarse a sus asientos.

«Este Ida, ya se tardó demasiado», Pensó Takeshi.

Luego volteó a mirar el asiento vacío al lado opuesto de Kurumi y alcanzó a divisar unos libros que sobresalían del compartimiento que había debajo de la mesa. Eran todos los libros de texto de la clase los que estaban metidos allí de manera desordenada.

«Por cierto, imagino que no ha  tener un traje de baño, pero no creo que ese sea el motivo… quizás simplemente no vendrá hoy»

Mientras pensaba en eso, Takeshi sonreía para sí mismo.

 

***

Durante la hora del almuerzo, Takeshi se encontraba comiendo junto a Kurumi en la cafetería como hacían a diario desde que se transfirieron.

—Oye… lamento hacer esto pero. ¿Te importaría darme tu puesto?

La cafetería estaba muy concurrida y no quedaba asiento vacío. En ese momento Ida apareció de la nada y le había echado el brazo sobre el cuello a un estudiante que estaba sentado al lado de Takeshi.

El estudiante alzó la vista y cuando miró a Ida, sus ojos se abrieron de par en par. Se levantó, tomó su plato de udon y se marchó. Entonces Ida se sentó.

—Ida, ¿te das cuenta que ya es la hora del almuerzo? —Comentó Takeshi.

Ida simplemente se echó a reír.  Llevaba su maletín en la mano, lo que indicaba que aún no había pasado por el salón.  La apariencia de Ida estaba tan deslucida que no parecía que llevasen el mismo uniforme con Takeshi.  Como de costumbre, portaba una camiseta que no era parte del uniforme y llevaba su erizado cabello,  más brillante y llamativo que nunca. Al final del verano ya se le podían ver las raíces del cabello de color negro por lo que probablemente se lo había vuelto a teñir.

—Bueno, es que después de llevar a Futaba a la escuela, me volví a acostar y no me di cuenta de que se me había pasado el tiempo. —Respondió Ida.

—Oye…

—No te preocupes. Iremos a la piscina a la primera hora ¿verdad? Aunque,  no tengo traje de baño.

—Me lo imaginaba… —Murmuró Takeshi.

De pronto, Ida pareció interesado en el almuerzo del sorprendido Takeshi, asique se quedó mirándolo por un rato.

—¿Asique hay curry en el menú de hoy? —Comentó.

Luego observó la comida de Kurumi que estaba sentada frente a Takeshi.

—Pollo frito ¿eh?

Kurumi frunció el ceño con desagrado.

—Tu sueles traer bento ¿verdad? toma come de mi plato. Ya no nos queda tiempo.

Takeshi le invitó de su comida, pero Ida negó con la cabeza y respondió:

—No te preocupes por mí. Yo ya comí, mejor me adelantaré al salón.

—Intenta conseguir un traje de baño en la tienda.

—Claro, nos vemos luego.

Ida se marchó atravesando relajadamente la concurrida cafetería. Todos los que habían en su camino, al ver su mirada agresiva y su cabello rubio, se apartaban por su cuenta.

—He estado pensando en que Ida-kun, ha cambiado mucho. —Comentó Kurumi mientras observaba a Ida alejarse.

Takeshi se echó a reir luego de escuchar lo que ella acaba de decir.

—Tienes razón. Es interesante ¿verdad?

—Me pregunto si eso no será eso un problema… —Dijo Kurumi dejando escapar un suspiro con una expresión complicada.

Kurumi meditó un momento y luego de picar con los palillos su pollo frito por un rato, se lo ofreció a Takeshi.

—Takeshi, ¿No quieres de esto? Te doy un poco…

—Por supuesto, te lo agradezco.

Ya que Takeshi tenía su plato de curry con arroz, pensó que ella le pondría el pollo en el plato, pero antes de darse cuenta, los palillos de ella llegaron a su boca.

—Vamos, di: Aaaa…

Takeshi se quedó perplejo al ver que ella le indicaba que abriese la boca.

El problema, era que todas las miradas del lugar se habían posado sobre ellos asique Takeshi negó rotundamente con la cabeza.

—O-Oye, Isoshima… no hagas eso.

—Ara, no hay ningún problema ¿o sí?

—¡Claro que lo hay!

Obviamente él estaba consciente de que no era correcto que un chico y una chica hicieran algo tan atrevido durante una comida en la escuela. Entonces Kurumi apretó los labios haciendo un puchero mientras Takeshi sacudía su cabeza con la cara completamente sonrojada.

—Estamos saliendo ¿no? si no hacemos un poco de estas cosas, nadie se dará cuenta de que somos novios.

Kurumi resignada, colocó la pieza de pollo sobre el plato de curry de Takeshi, mientras él seguía sacudiendo la cabeza con vergüenza.

Ciertamente ellos fingían ante los demás que estaba saliendo, pero Takeshi no quería mostrar ante que eran una pareja demasiado “acaramelada”. Por lo tanto, en ese momento decidió mencionarle a Kurumi, algo sobre lo cual había estado meditando un tiempo:

—Tienes razón, pero… ¿No crees que ya es suficiente? Nos hemos transferido a una nueva academia. ¿No crees que ya podemos regresar a ser solo amigos?

—¡Por supuesto que no! —Gritó Kurumi rápidamente. —N-no te has dado cuenta pero, ya hay un chico que se me acercó…

—¿Eh? ¿En serio? ¿Quién fue? —Preguntó Takeshi impactado, pues apenas había pasado una semana desde que comenzaron las clases.
Kurumi bajó la mirada sin saber que responder y dijo:

—Bueno… creo que era de segundo año…

A Kurumi no le gustaba nada que intentaran ligar con ella y su expresión era de total desdicha por lo que Takeshi estaba preocupado.

—¿Pudiste rechazarlo? Si quieres, voy contigo para que puedas rechazarlo correctamente.

—¡No! no te preocupes por eso… Puedo hacerlo yo sola.

En ese momento Kurumi comenzó a desplazar lo más trozos de su pollo frito hacia el plato de curry de Takeshi y reiteró nuevamente que todo estaba bajo control.

—Ya veo. Siempre te vuelves muy popular, Isoshima. En ese caso no hay de otra… Tendremos que continuar con nuestro asunto un tiempo más.

Luego de escuchar lo que le había sucedido a Kurumi en apenas una semana de haber comenzado a estudiar, Takeshi no pudo poner fin al trato.

—Está bien. Lamento molestarte tanto. —Respondió Kurumi.

—No te preocupes por eso…

Entre ambos, habían acordado mantener la farsa, hasta que alguno de los dos encontrase a alguien que de verdad le gustase.

Justo en ese momento, Takeshi alzó la mirada y encontró a Mui, sentada en diagonal por detrás de Kurumi. Ella comía un flan, mientras habla alegremente con tres chicas que comían en la misma mesa con ella. En ese momento Takeshi se puso a pensar si a Mui también le llegaban pretendientes. Mui se veía muy madura. Era inteligente y seria, pero no era popular. Su rostro infantil también era encantador.

En ese momento mientras Takeshi la miraba fijamente, Mui movió los ojos y sus miradas de pronto se encontraron. Ella le sonrió felizmente y Takeshi le devolvió la sonrisa.

—¿Qué te pasa? —Preguntó Kurumi al darse cuenta de los gestos de Takeshi.

Entonces él respondió apresuradamente:

—Ah… nada, es que veo que te gusta mucho que te gusta el pollo frito…

—¿…?

Ella lo miró con sospecha y respondió:

—¿A qué viene eso de repente? Pues me gusta la carne, lo siento…

—No, no… Yo no tengo problemas con eso…

—Qué raro eres Takeshi…

Despues de eso, Kurumi le dio una mordida a su pollo.

Takeshi llegó al salón un poco agobiado luego del almuerzo, sin saber que allí también le esperaba un asunto.  Habida cuatro compañeros de clase reunidos en una esquina del salón. Habían formado un círculo y estaban tan juntos, que sus hombros se tocaban entre sí.

Cuando Takeshi reconoció entre ellos a uno de sus vecinos del dormitorio, exclamó:

—¡Oigan…! ¿Qué hacen? ¿Que miran?

Los cuatro parecían tener un puñado de fotografías en la mano  y las miraban atentamente, pero cuando vieron a Takeshi, los cuatros se pusieron en sobre aviso.

—¡Rayos! Escóndelas, escóndelas…

—¿Qué? es Nanase…

Los cuatro intentaron frenéticamente esconder las fotografías.

—Vamos sáquenlas. —Dijo Takeshi poniendo su mano para evitarlo.

—Oye, aguarda…

—Sí, esto no es para tanto…

Ninguno quería entregar las fotografías, pero al ver la mirada seria de Takeshi los cuatro le tuvieron miedo y comenzaron a sacarse las fotos de los bolsillos y de entre las páginas de sus cuadernos donde las habían ocultado.

—¿Estas son todas? —Preguntó Takeshi con una voz severa.

En sus manos habían puesto un puñado de fotos de alrededor de diez. Entonces uno de los chicos con una expresión de pánico, asistió.

La hostilidad de Takeshi,  había impresionado al vecino de la habitación de en frente.

—Vas a perder amigos… —Comentó el chico.

Entonce, Takeshi habló seriamente con ellos y les dijo:

—Isoshima odia esta clase de cosas. Por eso hago esto.

—Oye, pero tú no eres su novio. No puedes hacer esto.

Cuando Takeshi escuchó eso, lo pensó por un momento.

Desde que se trasfirieron a la academia, nadie sabía nada de su relación con Kurumi.  Era lógico para esos chicos, pensar que Takeshi estaba actuando raro.

«Qué bueno que no logré poner fin a nuestra relación falsa», Takeshi Se dio la vuelta y pensó.

Parece que ya había un senpai intentado acercársele a Kurumi y ahora había encontrado a sus propios compañeros haciendo eso.

«Bueno, de momento no me queda de otra»

Takeshi colocó una expresión sombría y dijo:

—Isoshima es mi novia….

La reacción de los cuatro chicosal escuchar tal declaración, fue la esperada:

—¿Eh? ¿En serio?

—¡¡¡No puede ser!!!

—¡Pensé que había encontrado a la chica perfecta!

—Escuché que incluso son amigos de la infancia,… ¡me mata la envidia!

Mientras los cuatro se lamentaban, Takeshi mostró una amarga sonrisa como producto de una complicada sensación.

En ese momento los cuatro le entregaron todas las fotos a Takeshi.

—Está bien, toma, esas son todas.

Takeshi las recibió en silencio, mientras otro estudiante le entregaba dos fotos más que aun ocultaba en el bolsillo trasero de su pantalón.

Todas esas fotos, eran fotos que le habían tomado a Kurumi en traje de baño. Ese día se llevaría a cabo la primera clase de natación desde que comenzaron las clases y aun así, ya había gente que le había tomado fotos a Kurumi sin que ella se diera cuenta.

En la academia Sakuraya a la cual asistían antes, no había clases de natación por lo que no tenían que preocuparse por esas cosas. Sin embargo, Takeshi estaba impresionado por el poder de atracción que Kurumi ejercía sobre los hombres, asique dejó escapar un profundo suspiro mientras sostenía las dichosas fotografías.

 

***

Durante la mañana, la academia de magia no era distinta de una academia común y corriente. Las clases eran las comunes y aburridas como matemáticas o inglés, y los estudiantes actuaban como estudiantes comunes y corrientes.

Sin embargo, al caer la tarde justo después del mediodía, el ambiente y estilo de la academia cambiaba totalmente. La razón de todo era que por las tarde, se impartían única y exclusivamente clases de magia. Durante las vacaciones de verano, habían tenido clases de magia pero todas habían sido solo teóricas y no habían tenido oportunidad de llevarlo a la práctica. Fue por que no estaba permitido. Su control sobre la magia aún era inestable por lo que se les indicó que solo tenían permitido usarla bajo la supervisión de un profesor.

Además, durante la primera semana luego de la ceremonia de apertura, las clases se habían enfocado únicamente en lecciones de historia de la magia, encantamientos y estrategias tácticas por lo que ni siquiera habían podido ver a otros estudiantes usar magia.

Pero este día iba a ser diferente, porque la próxima clase era de práctica. Takeshi estaba muy nervioso y se había sentado muy rígido en su asiento.  Gracias a la práctica de kendo, él ya tenía una postura muy firme, pero en ese momento había exagerado. Por otra parte, Ida que estaba sentado junto a Takeshi, se encontraba recostado en la silla y había subido los pies a la mesa de su pupitre. El maestro encargado de esa clase, era Hitouji -sensei que también era su maestro encargado.  Tan pronto como comenzó la clase, hitouji-sensei llamó a Takeshi, a Kurumi y a Ida para que pasaran al frente.

—Vamos a ver… intenten activar la magia de su afinidad.

Takeshi volteó a mirar inmediatamente al profesor cuando lo escuchó decir eso.

La verdad es que la última vez que activo su magia, había sido durante las batallas que tuvo en el verano y después de eso no había vuelto a ocurrir. Kurumi e Ida también se quedaron mirando confundidos.

—¿Eh? ¿Acaso no saben cómo activar su poder mágico? Esto es muy raro…  recuerdo haberle pedido a Shirayuki-sensei que les enseñara lo básico durante las vacaciones de verano.

Shirayuki-sensei era la maestra que les había estado dando clases de magia a los tres durante el verano, y tal como su nombre lo indicaba, era una señora de piel y cabello muy blanco.

—Bueno, es verdad que nos enseñó magia pero no tuvimos ninguna clase práctica. —Dijo Takeshi.

Entonces Hitouji-sensei juntó sus manos y respondió:

—Ah, ya veo.  Lo lamento.  Parece que no hemos podido comunicarnos correctamente. Después de todo si confiamos solo en palabras, la comunicación puede resultar defectuosa.

Al no entender nada Takeshi y sus amigos se miraron entre sí.

—Ya veo. Me lo imaginaba. Entonces saquen sus «Aspectos«. Saben lo que hablo ¿verdad?

—Sí.

Los Aspectos, eran herramientas que los magos utilizaban para canalizar su poder mágico. Eran algo así como las varitas mágicas que utilizan algunos magos, que solían agitarlas. Así como la varita servía para expulsar magia, el Aspecto era una herramienta para concentrar el poder mágico allí y liberarlo de inmediato. A Takeshi le habían enseñado acerca de eso durante el verano. Le enseñaron que la magia básica se podía utilizar sin la necesidad de un Aspecto, ya que para usarla, bastaba con concentra un poco de ese poder en la palma de la mano.  Esto era posible debido a que la magia básica consumía muy poco poder mágico. En cambio, la magia perteneciente a una afinidad específica, consumía grandes cantidades de poder mágico y el Aspecto era indispensable para poder activarla.

Los Aspectos eran diferentes y variaban según la persona. Este no era elegido a gusto propio, si no que era elegido de manera inconsciente. Por lo general, un Aspecto casi siempre resultaba ser un objeto con valor sentimental para el mago.

Kurumi en ese momento sacó del bolsillo de su falda, un labial con figuras de mariposa. La afinidad mágica de Kurumi, era la Magia Biológica.  Los aspectos elegidos para esa magia biológica, a menudo solían ser objetos a los que se les tenía un gran aprecio, entre más aprecio se le tiviese al objeto, más poder mágico sería capaz de liberar.  Después de Kurumi, Ida levantó la mano derecha y dijo:

—Mi aspecto será este…

Luego de mostrárselo al maestro, por alguna razón Ida le mostró la mano también a sus compañeros. Tenía puesto un anillo de plata sin pulir en la mano derecha el cual tenía una misteriosa calavera con un diseño poco usual. Como respuesta, hubo risotadas por todos lados.

—¿Qué pasa? ¿Qué es tan divertido? —Preguntó Ida.

El maestro volteó a mirar a Takeshi mientras continuaba riéndose levemente de ida que parecía disgustado y preguntó:

—¿Cuál será tu aspecto?

Takeshi no tenía nada en sus manos. Lo que indicaba que no había sacado nada.

—Pues verá, sensei… yo aún no tengo un aspecto…

Hitouji se sorprendió de escuchar lo que Takeshi dijo.

—¿Eh?

Se quedó mirando  Takeshi, y de pronto, partículas mágicas brotaron en los ojos de Hitouji-sensei y luego desaparecieron de inmediato.

—Ah ya veo, era eso… Tú, eres usuario de magia evasiva ¿verdad? —Comentó el profesor.

Por segundo pensó que era su imaginación, pero Takeshi alcanzó a ver círculos mágicos de color verde claro, en los ojos del profesor, lo que indicaba claramente que él había usado su magia. Sin embargo, nada había sucedido.

«Parece que el profesor usó magia…»

Nadie parecía haberlo notado y solo Takeshi tenía esa incertidumbre.

«O Tal vez me equivoqué»

Takeshi no sintió haber caído presa de algún hechizo ni nada por el estilo, asique guardó silencio. Hitouji-sensei llamó a Mui que seguía sentada en su lugar y ella se aproximó al frente de inmediato. Hitouji sensei se paró al lado de Mui y habló con Takeshi:

—En tu caso, hay que encontrarte un aspecto que sea el más adecuado para ti. Me gustaría que Aiba-san fuera a la tienda contigo y te ayudara a elegir uno. ¿Estás de acuerdo con eso, Aiba-san?

Mui asintió y respondió:

—Claro que si, Hitouji-sensei. ¡Vamos, Takeshi-kun!

Inmediatamente Mui salió del aula de clases llevándose con ella a Takeshi.

Luego de que Takeshi y Mui se marcharan, Ida, parado al lado de Kurumi se echó a reír y dijo:

—Espero esos dos no se «pierdan» de camino a la tienda.

A Kurumi no le hizo nada de gracia el comentario de Ida por lo que, le lanzó una mirada fulminante y le dijo:

—¡Guarda silencio, desbocado!

—Uy que miedo…

—Eres de lo peor.

Hitouji Makoto se paró lado de la enojada Kurumi, y una vez, usó su magia haciendo que aparecieran nuevamente esos círculos mágicos en sus ojos lo que le permitió leer la mente de Kurumi en secreto y cuando lo hizo, el profesor se sobresaltó horrorizado.


Written By

orenohonyaku

Traductor japonés-español.