8 de junio de 2016… (Siete días antes del estallido de la segunda gran guerra mágica)

Parque estatal Sylvan Lake

A unos ciento cincuenta kilómetros de Denver

Colorado, Estados Unidos.

Hora local: 3:00 AM

Un hombre que vestía una gabardina negra, se colocó unas gafas para tapar el brillo carmesí que había en sus ojos. Las luces del edificio, estaban apagadas, pero él podía ver a la perfección, porque tenía la capacidad de alterar su mirada y volverla infrarroja. Como su Aspecto eran esos anteojos, hacerlo le resultaba sumamente fácil.

Ese hombre, era Washizu Kippei, quien de pronto se topó con tres personas que aparecieron frente a él. Eran dos hombres y una mujer. El primer de ellos era un joven robusto que vestía el uniforme militar de Wizard´s Breath —Probablemente era un estudiante universitario—. La otra era una mujer mayor que vestía un vestido amarillo y era la esposa del otro hombre que estaba a su lado. Kippei miró fijamente a este último. Era un hombre que había sido uno de los quince grandes magos; uno de los fundadores del C7 y también, el mago de más alto rango en Wizard´s Breath. Ese hombre, era Gilliam Wiseman… Llevaba mucho tiempo buscando a ese hombre de sesenta y siete años de edad.

Kippei tenía una Katana desenvainada en la mano, pues nada más entrar en el edificio, tuvo que encargarse de un guardaespaldas. Aunque él podía permitirse el lujo de observarlos tranquilamente, el joven mago con el uniforme de Wizard´s Breath, le apuntó con un rifle que llevaba y disparó sin contemplaciones. Sin embargo, tan pronto como Kippei puso su mirada al frente, la bala se derritió antes de poder alcanzarlo, volviéndose una simple mancha metálica que cayó al suelo.

La magia «Fast Drop», podía derretir instantáneamente incluso las balas. Su efecto podía volver liquida cualquier cosa más pequeña que la palma de una mano con tan solo poner la vista sobre ellas.

Kippei entrecerró los ojos para ver una ver bien una delgada barrera de protección que el guardaespaldas había extendido. Esa parecía ser su última línea de defensa. Pero Bajo la aguda mirada carmesí de Kippei, la barrera comenzó a derretirse constantemente.  

—¡Por favor, huyan ahora que pueden! —le dijo el joven mago de Wizard´s Breath a Wiseman y a su esposa.

La puerta de cristal, estaba cubierta con una fina lámina de espejo, que era la única salida que quedaba en esta habitación. Wiseman puso la mano en el espejo de la puerta de cristal. Pero Kippei no estaba dispuesto a permitir que se fuera.

—Hoy tengo que tomarme las cosas más en serio… —murmuró Kippei.

El guardaespaldas delante de él parecía nervioso, pero había una fuerte voluntad en sus ojos. No tenía miedo de pelear. Kippei pensó que era porque no ese chico aun no sabía que era el último guardaespaldas que quedaba en el edificio, pues ya había asesinado al guardaespaldas que estaba en el pasillo, y Hiro también había matado a otro que estaba en la puerta oeste, y otros seis magos de los Trailers que habían sido llevados como una unidad de asalto, ya habían matado al que estaba en la terraza.

Kippei sintió lastima por él y lo miró con compasión. Había entrado a Wizard´s Breath, solo para encontrar su amargo final en ese lugar. Su cuerpo de pronto se vio cubierto completamente de partículas mágicas. Pues al parecer, acababa de aplicarse así mismo la magia defensiva «Drive» y parecía estar completamente preparado. El problema era que, si llegaba a atacar usando hechizos de su afinidad mágica estando en el mundo viviente, perdería todas sus habilidades como mago.  Mientras «Gift» siguiera vigente, las únicas tácticas de pelea que podía usar, eran las de un humano normal.

Por otro lado, el cuerpo de Kippei estaba vulnerable. No se había aplicado él no estaba utilizando «Drive», ni ningún otro tipo de magia defensiva. Su oponente podía pensar que era porque no le quedaba suficiente magia o porque tenía la intención de luchar como un humano normal. Pero lo cierto era que Kippei tenía otros planes en mente. «Drive» consumía una gran cantidad de magia y su efeto no duraba mucho tiempo. Por eso había decidido que aún no era tiempo de usarlo.

El joven arrojó su rifle y desenvainó una espada de doble filo de su cintura. Kippei solo se acomodó las gafas con la yema del dedo y proclamó un hechizo con voz baja pero firme.

—“MATERIAL PASTE”

Inmediatamente el joven cayó de rodillas mientras un líquido rosa comenzaba a salir de cada orificio de su cuerpo. Y de su boca se derramaban fluidos corporales de todo tipo.

Antes de que él si quiera sacara su espada, Kippei ya había terminado los preparativos para liberar esa magia. Un mago que tarda demasiado tiempo en lanzar un encantamiento en medio de una batalla contra un oponente superior, era claramente un novato o alguien muy tonto. Por eso Kippei usó su magia para derretir el cuerpo de aquel joven matándolo al instante y luego se acercó a Wiseman en silencio.

La cara del anciano estaba llena de sorpresa al haber presenciado algo totalmente inaudito. Pues Kippei, acababa de matar al joven mago usando un hechizo de su afinidad mágica a pesar de que «Gift», seguía vigente en el mundo viviente. Y, a pesar de eso no le ocurrió nada.  

Con una expresión conmocionada en su rostro, Wiseman acercó a su esposa hacia él. Un círculo de magia biológica flotaba sobre la superficie del espejo indicando que el portal ya estaba abierto. Wiseman le dijo a su esposa que entrara en el espejo y ella obedeció de inmediato. Aquella mujer con el vestido amarillo con motivos florales desapareció en el espejo.

Kippei se quedó a unos metros de distancia y simplemente observó.

A él no le interesaba la esposa.

Matarla habría sido fácil, pero debía abstenerse de usar magia innecesariamente.

—Tu eres, uno de los rangos cinco de los Trailers… —dijo Wiseman—. Eres Washizu Kippei-kun ¿verdad?

Hace diecisiete años él ya era un hombre viejo, pero la diferencia era que ahora sus arrugas eran más marcadas y sus ojos, habían perdido la vitalidad. A simple vista parecía un simple anciano común y corriente.

—Así es —contestó Kippei.

Wiseman cerró el portal en el espejo con la mano levantada y la vista puesta en Kippei en todo momento.

Kippei ya sabía por qué había hecho eso. Aunque el portal iba a cerrarse sólo de todas formas, bien podría haber matado a Wiseman y luego ir tras su mujer.

—No tengo intenciones de hacerle daño a su esposa. —dijo Kippei con mucha amabilidad.

Wiseman se echó a reír.

—Es bueno saberlo. Ella no pertenece a ninguna comunidad. Nunca ha tenido nada que ver en esta guerra, pero ahora por mi culpa se ha visto involucrada. Quería convertirla en una humana normal para que viviera una vida tranquila el resto de su vida, pero ella no me dejado. Creo que con lo que ha pasado hoy es suficiente. Cuando vuelva, la volveré una humana normal quiera o no.

Kippei mostró una ligera sonrisa amarga mientras miraba a Waseman que se reía como si supiera que no tenía escapatoria. En lugar de estar molesto, se sintió casi aliviado de que la persona que había estado buscando todos estos años era sólo un anciano.

—Lo siento, pero usted no podrá volver con ella —dijo Kippei. Pero a pesar de su expresión alegre, sus palabras fueron duras—. Usted va a morir aquí hoy.

Wiseman se encogió de hombros, pero no dejó de sonreír.

—Tu no lo entiendes. —respondió—. Si me asesinas, todo se pondrá patas arriba y el mundo caerá en el caos.

Kippei se echó a reír y alzó la voz.

—Jaja… Creo que es usted el que no lo entiende. El mundo está patas arriba desde hace mucho tiempo. El mundo se volvió así desde que los Trailers aparecieron. Y si Kazuma despierta, usted va a morir de todas maneras. Kazuma va a despertar para apoderarse del mundo viviente y destruir por completo a Wizard´s Breath y a todo el C7. Para hacer eso, él requiere que “Gift” ya no exista en este mundo.

—Yo no pienso eso.

—…

—Siempre he estado abierto a dialogar con Ryuusenji Kazuma. Él también es un mago y como magos que somos, podemos hablarlo y llegar a una solución.

Kippei permaneció en silencio, escuchando las palabras de Wiseman, pero cuando el tono sincero del anciano se interrumpió, estalló como si ya no pudiera soportarlo más. Entonces comenzó a reír más y más fuerte.

—Jajajajaja… —Mientras se reía intensamente, habló con el anciano dificultosamente—. Parece que… usted… jajajajaja… no entiende nada…. jajajaja

Wiseman miró fijamente a Kippei, que se reía como un idiota.

—Usted no sabe por qué Kazuma está tan molesto kukuku… Kazuma es más amable de lo que usted piensa. No es como esos asesinos en masa de hoy en día que deciden matar gente al azar.

—Eso ya lo sé. Fue el asunto de sus padres el que lo desencadenó todo.

—Allí es donde se equivoca… ¿Usted piensa que Kazuma hace todo esto por venganza?

Wiseman frunció el ceño como si de pronto no entendiera lo que Kippei estaba tratando de decir. Kippei no tuvo más remedio que explicárselo amablemente.

—No es que Kazuma le guarde algún rencor personal a Wizard´s Breath o al C7. Lo que él quiere hacer, es una revolución por así decirlo. Aunque usted se disculpara con Kazuma, él no se detendrá hasta cumplir con su obra. Pero eso no es lo que quiere en realidad.

—Estas tratando de decir que hay un problema con el sistema en Wizard´s Breath. Yo también quiero hablar acerca de eso.

—¡Efectivamente! —gritó Kippei emocionadamente. Luego bajó la voz y siguió hablando con un tono frío—. Lo que él quiere es muy simple. No trate de razonar con él, solamente disuelva a Wizard´s Breath y ya está.

Los ojos de Wiseman se abrieron ampliamente.

—No más Wizard´s Breath, no más C7. Tan solo un nuevo inicio desde cero. Juntos reconstruiremos un nuevo mundo desde los cimientos.

—Que tontería…

Kippei sonrió al escuchar la contestación del consternado Wiseman.

—¿Eso piensa? Pero es algo muy simple. ¡Un mundo para los magos en donde nadie intenta ocultar la verdad! Solo en un mundo así, los Trailers ya no tendrían que seguir existiendo y Kazuma ya no tendría por qué seguir haciendo la guerra. Los otros magos tampoco tendrían por qué seguir peleando ni por qué salir heridos ni mucho menos… —En ese momento Kippei volteó a ver le cadáver del guardaespaldas que acababa de matar—. Tendrían por qué seguir muriendo.

—No hay forma de que una tontería como esa suceda —contestó Wiseman.

—Así es. Por eso es que la guerra no desaparece.

A partir de allí, los dos hombres se miraron fijamente. Wiseman se estaba enfrentando a un hombre de unos treinta años de edad que vestía una gabardina negra, Y Kippei se enfrentaba a un viejo mago, en una edad mayor incluso que su padre.

El momento finalmente había llegado.

—¡“DRIVE”!

—“DRIVE”

Los dos activaron su magia defensiva al mismo tiempo. Partículas rojas como la sangre y partículas deslumbrantes de color dorado cubrieron sus cuerpos como una membrana.

—¡“MATERIAL PASTE”!

Kippei fue el primero en atacar.

Partículas mágicas comenzaron a desprenderse de sus anteojos en la forma de una inquietante neblina roja. Algunas de esas partículas más densas, saltaron hacia Wiseman como su fueran criaturas vivientes.

—Ya conozco esa magia, muchacho —dijo Wiseman más allá de la neblina—. Ya te digo yo que eso no va a funcionar conmigo.

Fiel a su palabra, Wiseman agitó su mano ligeramente y las partículas a su alrededor desaparecieron. Kippei examinó sus ojos e hizo un balance de la situación.

En la mano del anciano, había un bastón que no tenía al principio. Con él, absorbió la magia de la zona que tocó con la punta.

—Hay algo que quiero preguntarte —dijo Wiseman.

Kippei sonrió y dijo:

—Ya sé lo que quiere preguntar.

—Ya veo. Igualmente, déjame hacerlo. ¿Como es que utilizaste magia de ataque a pesar de que estamos en el mundo viviente?

Sabía que Wiseman tenía muchas ganas de hacerle esa pregunta, pero Kippei se rio irónicamente.

—Se lo diré más tarde.

Cuando dijo eso, Kippei vio que su magia carmesí que acababa de liberar, había fluido hacia la pierna de Weissman, en donde se podía ver retorciéndose de manera desagradable.

—De acuerdo. Escucharé tu respuesta cuando acabe la batalla —dijo Wiseman. Y cuando se dio cuenta que la mirada de Kippei estaba sobre su pierna, le dio una explicación—. Mi cuerpo siempre está repleto del poder mágico que “Gift” me proporciona. Ya no hay espacio para que tus partículas mágicas entren.

Parece que una vez que vio la magia que Kippei había lanzado, supo de inmediato qué tipo de habilidades tenía.

Kippei se rio en voz alta y brevemente.

Las habilidades mágicas de Washizu Kippei eran bien conocidas por la mayoría de los magos de Wizard´s Breath. Él era usuario de la magia destructiva «Abyss Mercury», que tenía la capacidad de volver liquida cualquier tipo de materia con solo mirarla. Sin embargo, debía cumplir ciertas condiciones para su correcto funcionamiento. Por ejemplo: «Material Paste» era un hechizo que derretía la materia desde dentro hacia afuera hasta volverla líquida, pero para hacerlo, era necesario poner un poco de poder mágico en el cuerpo del individuo. La forma más fácil de hacerlo era enviar una pequeña cantidad de poder mágico al cuerpo de la persona mientras se conversaba con ella, pero por supuesto que eso podía evitarse. Si el oponente se cubría con una barrera, o como el caso de Wiseman, la magia no pudiera entrar en el interior del cuerpo, por cualquier razón, el hechizo no sería eficaz.

—En ese caso, lo derretiré desde el exterior —dijo Kippei acomodándose una vez más las gafas con el dedo.

—“OBJECT MARK”

Las gafas brillaron de nuevo en un color rojo, y esta vez una marca de cruz como la mira de un rifle, fue disparada contra Wiseman.

—“FOX STEAL”

Wiseman extendió su bastón al frente, y lanzó un hechizo en respuesta.

El viejo no se movió ni un centímetro de su lugar. Sin embargo, tan pronto como pronunció su hechizo, un círculo mágico de magia biológica emergió de la punta de su bastón, y siete zorros dorados emergieron de su interior. Tenían el mismo tamaño de los zorros normales solo que estos volaron como balas y se abalanzaron sobre Kippei. Él trató de defenderse, pero no había manera de que pudiera hacerlo a tiempo. Logró cortar a uno de ellos con su espada, pero los otros seis lo mordieron por todo su cuerpo.

—¡Guh…!

Antes de que Kippei pudiera moverse para sacudirlos, los zorros se disolvieron en partículas mágicas, dejando atrás un resplandor dorado. Seis hilos aparecieron del cuerpo de Kippei, y Weissman sostuvo los extremos de ellos y los tensó. Kippei lo miró fijamente. Pero inmediatamente puso su mente a trabajar y recordó lo que tenía que hacer. Ya había atrapado a Wiseman en su mira. Kippei sabía que él también estaba atrapado. Todo lo que le quedaba a Kippei por hacer, era recitar su encantamiento e ir a la defensiva. Era su única opción.

Sin embargo, justo después de que él y Weissman quedaran conectados por los hilos, se produjo un cambio en el cuerpo de Kippei. Se sentía como si estuviera siendo soplado con un aire horriblemente frío desde sus pies. Esa era la sensación de que estaba siendo despojado de sus poderes mágicos. Sin embargo, Kippei aun sonreía visiblemente.

—Ya sabía que usted haría esto. Su magia tiene la capacidad de robar la de los demás. Ahora me está robando mi magia.

Wiseman guardó silencio.

Los hilos que conectaba a los dos se habían tornado en un color desagradable similar al de la sangre seca. Era como una mezcla del color dorado de la magia de Wiseman, dorado, con el color carmesí de la magia de Kippei. Además de eso, los hilos se habían engrosado y palpitaban dando la apariencia de vasos sanguíneos. Kippei dio un paso atrás y activó un hechizo.

—“STARTUP EXFOLIATION” —Luego agregó algo más—. ¡“COUNT FIVE”!

—¿Cinco minutos? —dijo Wiseman sonriendo plácidamente—. Cuando ese tiempo pase yo ya habré absorbido todo tu poder mágico.

—Quien sabe… —respondió Kippei tranquilamente.

Sin embargo, estaba fingiendo. Lo cierto era que ser privado de su poder mágico era lo mismo que perder la energía vital. Y cinco minutos era mucho tiempo. Kippei estaba consciente de ello. De lo que no estaba aseguro es cuanto poder mágico le quedaría después de esos cinco minutos. Pero, aun así, para Kippei, esos cinco minutos eran el límite, considerando las condiciones para activar la magia que planeaba usar. Se necesitaría mucha magia para asesinar a alguien en menos tiempo, y comparando el efecto que tendría contra Wiseman, parecía que las probabilidades estaban en su contra. Su espada se sentía más pesada que nunca, sus rodillas habían sido despojadas de su fuerza, y las piernas le comenzaron a temblar. Pero a pesar de todo, Kippei no podía simplemente quedarse en ese estado durante cinco minutos.

—¡“FLICK”!

Lanzando un hechizo a través de sus propios pies, Kippei saltó del suelo y se abalanzó sobre Wiseman. Levantó la espada y la dejó caer sobre su cabeza.

—¿No crees que es injusto atacar a un hombre de mi edad con una espada? —dijo Wiseman repeliendo el ataque con su bastón.

La espada chocó con el bastón y aunque se suponía que este estaba echo de madera, resonó con un sonido agudo y metálico.

—Eso puede ser cierto. ¡Pero usted no es un simple anciano!

Luego de haber saltado hasta allí, Kippei ya no se movió de su lugar y tan solo retiró su espada. La madera de ciprés que recubría el bastón, de pronto desapareció, y se transformó instantáneamente en una espada delgada. Probablemente siempre se trató de una espada y tan solo había sido alterada mágicamente para que pareciese un simple bastón.

Wiseman era usuario de magia biológica, pero eso era fácil de hacer con tan solo pedírselo a alguien que fuera usuario de magia ilusoria.

Una vez más se enfrentaron y esta vez, dos hojas afiladas fueron las que chocaron entre sí de manera equilibrada. Ambas espadas crujían y generaban un sonido metálico muy molesto similar a clavos rascando una lámina de metal. 

—¡“BLAST”!

De repente, Wiseman dejó de presionar con su espada, y saltó hacia atrás lanzando magia con su otra mano.

—¡¡Buhaaa!!

Kippei cerró los ojos involuntariamente cuando algo de pronto le golpeó en la cara. Y entonces tuvo que usar magia de levitación para alejarse.

—¡“ALTERATION: NEEDLE”!

Wiseman inmediatamente lanzó su siguiente hechizo.

Kippei adivinó inmediatamente lo que estaba pasando cuando escuchó esas palabras.

Resulta que «Blast», era un hechizo muy simple de magia básica que podía ser utilizado por cualquier mago de nivel intermedio. Era una magia que no se utilizaba muy a menudo así que se hablaba muy poco de ella. Pero se utilizaba para expulsar un poco de partículas mágicas del cuerpo. Esencialmente servía para luego controlar esas partículas a distancia y utilizarlas con algún otro hechizo. Lo que fue rociado en la cara de Kippei, fueron tan solo las partículas mágicas de Wiseman. Sin embargo, la magia que conjuró a continuación se llamaba «Alteration», la cual era utilizada por la mayoría de los magos de nivel intermedio y superior. Esa magia hacía que las partículas mágicas ya expulsadas, cambiaran de forma y se materializaran. Y si la palabra que le seguía era «Needle» eso significaba que tomarían la forma de unas agujas. Forzando sus ojos cerrados a abrirse, Kippei exclamó un hechizo rápidamente.

—¡“THE FALL”!

Sus gafas brillaban tanto que se sentía como si estuviera mirando directamente al sol. Pues el poder mágico de Wiseman estaba llenando el entorno con una luz dorada resplandeciente. Sus gafas no servían como gafas de sol, pero Kippei no temía que sus ojos fueran cegados. Una cosa como esa podía ser curada luego usando magia. Pero tan pronto como Kippei lanzó su hechizo, todas las partículas mágicas de Wiseman que habían sido esparcidas por toda la zona, comenzaron a derretirse y a desaparecer de su vista inmediatamente. Todas aquellas partículas doradas de Wiseman que eran capturadas por su línea de visión, desaparecían de inmediato a medida que él iba moviendo su mirada. Sin embargo, a pesar de eso, el ataque fue naturalmente inevitable.

—¡¡Aaaaagh!! ¡Como duele!

Kippei gritó de dolor al ser apuñalado en todo el cuerpo. El traumatismo era tal que no podía ni respirar. Pues la magia de Wiseman, se había convertido en incontables agujas que lo golpearon directamente. Sin embargo, Kippei no parecía querer tomar medidas en contra de eso, pues lo único que quería, era mantener a Wiseman enfocado con su mirada. El límite de tiempo para usar «The Fall» eran de apenas cinco segundos. Y en apenas esos cinco segundos, Kippei había consumido dos terceras partes del poder mágico que le quedaba. Definitivamente tenía que acabar con eso de una vez por todas. Movió su mirada por todos lados y apenas con el rabillo del ojo, alcanzó a ver la parte posterior de la cabeza Wiseman, que trataba desesperadamente abrir un portal en el espejo. Pero eso fue más suficiente.

—¡Gufu…!

Inmediatamente tras recibir la mirada de Kippei, todo el pelo que cubría la parte posterior de la cabeza del anciano comenzó a caer.

—¡“D-DRIVE”!

Aunque trató de engrosar la membrana de magia defensiva que cubría todo su cuerpo, no sirvió de nada pues todo aquello que entraba en el campo visual de Kippei se derretía, incluyendo la magia.

—¡¡Guaaaa!!

Wiseman se dejó caer de rodillas y puso la cara en el suelo como si estuviera haciendo una reverencia. Kippei no apartó su mirada de él ni por un segundo. No tenía intenciones de mostrar piedad.

Aquellas agujas hechas con partículas mágicas, habían desaparecido luego de apuñalarlo. Pero la mirada de Kippei, era capaz de mantenerse hasta derretir incluso el acero. No había forma de que un cuerpo humano pudiera soportarlo.

—¿C-cómo es posible…? —dijo Wiseman con el rostro agachado cuando notó que Kippei se acercó a él.

—No debería sorprenderle que el poder mágico no se me haya agotado.

Cinco segundos habían pasado. Su derretimiento se detuvo y Wiseman levantó la cabeza. Sus labios temblaban y su expresión era de total consternación. Pero eso no era solamente por el miedo a derretirse.

Entonces Kippei finalmente se lo aclaró.

—Esa cara me dice que usted ya se dio cuenta. ¿Realmente creyó que yo vendría sin estar preparado?

Los ojos ensanchados de Wiseman, estaban llenos de desesperación. Pero no por Kippei, sino por la perspectiva de algo más. Entonces Kippei, de manera despreocupada dijo:

—No importa cuanta magia haya tratado de extraerme, es inútil. Aparte de que siempre he tenido un abundante poder mágico, también tengo esto…

Kippei se sacó un anillo de bodas plateado del bolsillo de su gabardina.

—E-eso es…

—¿Le sorprende?

—No puede ser… ella no…

Weissman, con voz temblorosa, negó con la cabeza vagamente. Kippei se rio como si se sintiera renovado.

—oh, claro que sí… —asintió Kippei, girando el anillo en su mando mientras la piedra de diamante que tenía, brillaba tenuemente—. Su esposa, Jennifer… Se convirtió en una maga de los Trailers. ¡Qué pena por usted! —esa última frase, Kippei la dijo con mucha alegría.

—¿Desde cuándo…? —preguntó Wiseman que todavía no podía creerlo.

Kippei negó con la cabeza.

—¿Desde cuándo? No lo recuerdo muy bien… hace un par de meses más o menos. Mis subordinados la secuestraron cuando iba de compras y reescribieron sus recuerdos. Y por supuesto que también reescribieron la memoria de los dos guardaespaldas que usted le asigno, para que no recordaran nada de lo sucedido. Ahora ella cree que lleva una larga carrera siendo una maga de los Trailers.

—N-no puede ser…

—Estoy impresionado de lo bien que hizo su trabajo engañándolo. Tiene madera para ser una buena espía, ¿no le parece?

Por primera vez, Wiseman miró al burlón de Kippei con una expresión mezclada con odio y tristeza.

—kuku… ¡Vaya cara! Deseaba tanto que me mirara de esa forma.

—…

—Pero no me miré de esa forma. Era natural que esto sucediera. Después de todo, usted fue el primero en robarme a mí, lo que yo más quería…

Wiseman escuchaba en silencio las palabras de Kippei, pero de pronto notó algo más; La piel de las yemas de sus dedos se estaba despegando y los trozos de carne se disolvían.

—Ku….

La magia de Kippei, todavía estaba haciendo efecto. Pues una vez que atrapaba a alguien o algo en su campo de visión, lo derretía por completo. De repente, escucharon una voz proveniente del corredor.

—¡Washizu-san!

Inmediatamente se escuchó también el sonido de unos pasos ligeros aproximándose apresuradamente.

—¡No entres! —gritó Kippei inmediatamente. Sin siquiera voltear a ver la puerta, Kippei le advirtió a la persona—. No dejes que nadie entre. Asesinaré a cualquiera que se atreva a interrumpirme.

—…

No hubo respuesta, pero Kippei siguió mirando a Wiseman, sabiendo que esa persona (Yamane Hiro), estaría de acuerdo.

El viejo seguía tirado en el suelo. La mayoría de sus ropas ya estaban derretidas, y él estaba tumbado boca abajo, siendo incapaz de sostener su espada.

Kippei todavía sostenía el anillo. El anillo de bodas que Jennifer, la esposa de Wiseman, le había dado. Era un anillo mágico que hacía a su portador, fuera inmune a las magias de Wiseman conocidas como «Fox Steal» y «Gift». Esa mujer era la única persona que podía usar su magia con toda libertad, en el mundo viviente a pesar de que el hechizo «Gift», estuviera en vigor. Podía atacar a cualquiera sin tener repercusión alguna.

El anillo tenía cuatro círculos mágicos grabados en él, así como el círculo mágico del propio Wiseman. Era un anillo mandado a hacer a la medida por el C7. Wiseman debió amar mucho a Jennifer y como para darle ese anillo. Sin embargo, eso fue todo lo que el enemigo necesitó para poder tomar ventaja.

Kippei ya había comprobado con algunos de sus subordinados, que poner el anillo en su bolsillo no eliminaba por completo el efecto de la magia de Wiseman, pero si la limitaba.

Wiseman ya estaba al borde de la muerte. Pero todavía movió la cabeza y miró a Kippei. Y como si hubiera entendido que le estaba preguntando algo, Kippei contestó:

—Mi hermano menor perdió sus poderes por culpa de “Gift” y a raíz de eso, se suicidó.

—Pobrecillo… —murmuró Wiseman sacudiendo la cabeza.

—Pero no se equivoque —aclaró Kippei—. Esto no es una venganza. Solamente estoy haciendo esto por Kazuma

A pesar de eso, lo cierto es que él tenía un conflicto en su corazón. Ni si quiera él mismo sabía lo que estaba sintiendo.

—Ku… —Wiseman gimió.

—Se ve doloroso ¿eh? Ya pasaron cuatro minutos —dijo Kippei a Wiseman, que ya no podía ni mirarle directamente.

El en verdad parecía estar soportando un inmenso dolor y una agonía indescriptible.

—¿Quiere que acabe con su sufrimiento de una vez?

Wiseman hizo todo lo que pudo para pronunciar una sola palabra.

—Uuuh… Jennifer…

Luego de eso, se desmayó.

—Pobrecillo… —Kippei, deliberadamente pronunció la misma palabra que Wiseman había dicho hace un momento, y luego le enterró suavemente su espada en la nuca.

Tan pronto como lo hizo, el cuerpo de Weissman hizo un fuerte sonido como si hubiese explotado algo en su interior, y se levantó del suelo varias docenas de centímetros. Kippei supo de inmediato lo que estaba a punto de suceder. El cuerpo de Wiseman parecía estar a punto de explotar. Y cuando sacó su espada, una gran cantidad de poder mágico salió de su cuerpo en lugar de sangre. Las partículas doradas de poder mágico se arremolinaron y se levantaron como un torbellino que rompió el techo de la habitación.

—¡Kyaaaaa!

Hiro de pronto elevó un grito desde el corredor.

—¡Ven aquí Hiro! —Kippei extendió la mano y la llamó.

El techo se desplomó sobre Hiro y Kippei cuando corrían tratando de salir del lugar.

—¡“FLICK”!

Después de usar su magia para quitarse una viga de madera que venía sobre ellos, Kippei tomó a Hiro y la cargó en sus brazos activando su magia de levitación. Ella después activó también su magia de levitación y ambos salieron a través de un agujero en el techo.

Mientras tanto, una gran cantidad de poder mágico continuó brotando del cuerpo de Wiseman.

Kippei se llevó a Hiro con él y se alejaron unos cien metros del edificio. Seis magos más de los Trailers, también abandonaron el lugar y flotaban alrededor, extendiendo un pequeño saludo a Kippei.

—Impresionante… —Hiro miró al cielo completamente impresionada—. Es una aurora…

Aunque era una rango cinco de los Trailers al igual que Kippei, Hiro era tan solo una chica de quince años. Pero a pesar de su aparente asombro al ver algo que le pareció hermoso, su rostro se veía inexpresivo.

Kippei miró al cielo cuando escuchó la admiración de Hiro y negó con la cabeza.

—No —respondió—, fíjate bien. Esas no son luces electromagnéticas. Es la convección de las partículas mágicas de todos aquellos que fueron despojados de su poder por culpa de “Gift”.

Era una gran cantidad de partículas mágicas liberadas de Wiseman, que subían a lo alto del cielo, y brillaban como ondas, volviéndose de tonalidades rojas, púrpuras y amarillas. Pasó un minuto, luego dos… Tres minutos más tarde, y la magia que se desprendía del cadáver de Wiseman no había disminuido nada. Como una verdadera Aurora Boreal, las luces brillaban a través del cielo como una enorme cortina de luz.

De repente, Kippei se dio cuenta de que estaba flotando más bajo que Hiro. Su magia de levitación estaba a punto de desvanecerse.

—Hiro, ¿me echas una mano?

—Por supuesto…

Ella se aproximó a Kippei, y lo sujetó de la cintura con firmeza. Luego, continuó mirando al cielo completamente impresionada.

—Es hermoso…

—Kuh… ¡¡ja ja ja ja ja ja ja!!

Kippei repentinamente se echó a reír.

—¿Por qué se ríe? —preguntó Hiro con curiosidad.

—Porque nunca te había escuchado decir algo tan sentimental.

—Tiene razón. Pero es porque es la primera vez que algo me parece hermoso. Supongo que así lucen las cosas hermosas ¿o estoy equivocada?

—No, estás en lo correcto.

Aun carcajeándose un poco, Kippei alzó su vista al cielo. Ciertamente no era una vista desagradable. Con la desaparición total del efecto de “Gift”, la guerra que azotaba al mundo en ruinas, se trasladaría ahora al mundo viviente. Era una apertura demasiado hermosa para lo que estaba por venir.


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Written By

orenohonyaku

Traductor japonés-español.