El mismo día en que Takeshi recibió los chocolates de las chicas, estaban en la clase de encantamientos de la tarde. Cuando de repente, sonó un ruido fuerte en el tranquilo salón de clases. Takeshi, que estaba sentado al fondo del salón, había caído suelo. Kurumi e Ida que estaba a cada lado de él, se pusieron de pie con gran conmoción.

—¿¡Takeshi!?

—Oye, ¡Nanase!

Mui también se impresionó y se puso de pie.

—¡Takeshi-kun!

La profesora que enseñaba los encantamientos, se apresuró a llegar donde estaba Takeshi tirado. Cuando vio que estaba inconsciente y no se movía, lanzó un hechizo de levitación para levantarlo.

—Los dejaré estudiando por su cuenta durante un momento. No vayan a estar haciendo escándalo.

Kurumi se aferró al uniforme de Takeshi, pero la profesora se acercó dulcemente a ella y le ordenó que se quedara en el aula.

Movió a Takeshi por el aire y lo llevó a la enfermería. Cuando llegó, la enfermera de tiempo completo, Hyoudou Nanami, estaba, como de costumbre, curando a un estudiante herido con magia. Ella lo acostó en una cama vacía y le dijo a la preocupada profesora de encantamientos, que lo iba a examinar y que regresara al salón. Pasaron alrededor de treinta minutos cuando Takeshi finalmente despertó.

—Te has sobre esforzado mucho. Te hace falta dormir ¿Qué pasas haciendo en las noches?

Al abrir los ojos, Takeshi se sorprendió por que lo primero que vio, fue la mirada furiosa de Nanami.

—Lo siento…

Él solo se limitó disculparse sin dar explicaciones.

Nanami cruzó las piernas sentada en una silla redonda que estaba a la par de la cama. La longitud de su bata era tan corta que fácilmente Takeshi podría ver su ropa interior más allá de sus medias blancas. Sin embargo, a ella no parecía importarle que él la viera. En lugar de eso, parecía estar molesta de ver la actitud de Takeshi al evadir su pregunta.

—Yo no pedí una disculpa. —Dijo ella con un tono severo—. Esto te pasó por falta de sueño, así que dime, ¿Qué has estado haciendo durante las noches?

—Nada… Nada en específico…

Takeshi apartó su mirada de Nanami y se quedó callado.

—Soy una doctora de verdad. No me quieras ver la cara.

Nanami se inclinó de repente hacia adelante y tiró de la mejilla de Takeshi con sus dedos.

—Ah… ¡Auch!

—Si, te duele ¿Verdad?

Ciertamente, Takeshi sentía dolor, pero estaba demasiado atemorizado para quitársela de encima ya que ella lo miraba muy fijamente. De pronto, mientras pellizcaba sus mejillas, la expresión enojada de Nanami se transformó en una sonrisa maliciosa.

—No rendirás igual si sigues haciéndolo todas las noches.

—Yo no hago eso…

—Entonces ¿Qué haces? porque no me pareces alguien muy estudioso que digamos.

—Yo duermo en las noches, de verdad.

La respuesta de Takeshi fue aburrida y como seguía de terco, ella soltó sus mejillas y se sobó la cabeza.

—Auch…

Fue solo un pequeño tirón, pero Takeshi hasta se sentía aturdido.

—Entonces ¿A qué hora te acostaste anoche? —Preguntó Nanami, cruzando sus brazos.

Sus senos que eran más grandes que los de la mayoría, se montaban maravillosamente por encima de sus brazos cruzados.

Takeshi tuvo problemas para encontrar un lugar donde mirar y agachó la cabeza, pero ahora los sensuales muslos de Nanami estaban frente a él, sobresaliendo de su corta bata blanca, casi revelando lugares que no debería.

—Me acosté a las diez. —Takeshi respondió mirando a otro lado.

—¿Y a qué horas te levantaste?

—A las seis…

—¿Has dormido siete horas? —Exclamó Nanami sorprendida.

—Si.

Takeshi asintió sutilmente.

—¿¡Quién te dijo que mintieras sobre algo tan obvio!?

Nanami trató de tomar sus mejillas de nuevo, pero Takeshi se echó para atrás.

—¡No estoy mintiendo!

—Si no mientes, entonces quiere decir que estás enfermo.

—…

Al escuchar eso, Takeshi se quedó callado. Nanami dejó salir un gran suspiró y le empujó el hombro.

—Acuéstate a dormir.

—¿Eh?

Como parecía no estar entendiendo el asunto, Nanami empujó a del hombro a Takeshi una vez más, para obligarlo a acostarse en la cama.

—Vamos, acuéstate.

A Takeshi no le quedó más remedio que ceder al empujón de Nanami y se recostó.

—No te vas a levantar hasta que yo lo diga ¡Responde si entendiste!

—¡Si!

Cuando Takeshi respondió rápidamente, Nanami lo cubrió con las sabanas en un gesto amable, a pesar de sus palabras duras.

—Bien, entonces duerme. Buenas noches.

—¿Bu-buenas noches? —Balbuceó Takeshi.

Nanami se alejó de la cama y cerró las cortinas para aislar a Takeshi de su entorno. Con eso, Takeshi parecía estar alejado de todo lo demás. Él se liberó temporalmente de todas las cosas que le asolaban y desconcertaban, y en lugar del abrupto desmayo que había sufrido antes, esta vez se durmió con tranquilidad.

Mientras el permanecía dormido, Mui y Kurumi llegaron a la enfermería cuando las clases de encantamiento terminaron, para ver cómo estaba.

—Um… disculpe ¿Cómo está Takeshi?

Hyoudou Nanami no les permitió entrar a la enfermería y habló con ellas en el pasillo.

—Tranquilas. —Dijo en un tono amable—. Yo lo estaré cuidando hasta después de la escuela. No tienen que preocuparse por él, sólo vuelvan a clases.

Mui se sintió aliviada ya que Nanami, que también pertenecía al Wizard Breath como ella, era digna de confianza.

—Está bien. Vamos, Kurumi.

Mui instó a Kurumi a volver a clases. Pero Kurumi, no parecía tranquila y su expresión no cambió. En lugar de eso dijo:

—D-disculpe… Creo que Takeshi… ha estado privado de sueño últimamente. No sé cuál sea la razón, pero creo que tiene insomnio.

Al verla deseperada, Nanami caminó hacia Kurumi y puso su mano sobre su cabeza.

—De acuerdo, déjamelo a mí. Tu tranquila.

Las cejas apretadas de Kurumi se relajaron visiblemente y ella sonrió.

—Eso es. No deberías preocuparte demasiado o arruinará tu belleza. Sonríe, sonríe.

Kurumi pareció un poco aliviada cuando Nanami le acarició la cabeza, y se inclinó profundamente.

—Se lo encargo mucho.

Mui tomó a Kurumi del brazo, y se la llevó de allí. Cuando las chicas desaparecieron al fondo del pasillo, Hyoudou Nanami volteó hacia atrás y miró a Takeshi que dormía apaciblemente en la enfermería.

—Nada mal, señor casanova.

A diferencia de Nanami, que le sonreía, Takeshi estaba en un sueño profundo.

 

***

Takeshi estaba atrapado en algún lugar. Era un lugar pequeño y oscuro, donde el aire estaba viciado y sofocante.  Takeshi jadeaba para respirar, como si se estuviera asfixiando.

«Ugh…».

Había un olor particular en el aire.

«Esto es…».

Era un olor que le resultaba familiar. No era algo peligroso, de hecho, olía bien. Pero Takeshi quería salir de allí. Ese lugar no parecía el tipo de lugar en el que uno debería estar. Era demasiado pequeño. Extendió la mano, pero se topó con una pared curva. Era un lugar cilíndrico, estrecho y oscuro.

«Es un pozo».

Horrorizado, Takeshi miró hacia arriba donde debería estar la boca del pozo. Pero estaba demasiado oscuro para ver algo.

—¡¿Hay alguien?!

Sus piernas estaban hundidas en agua hasta las rodillas.

—¡Auxilio!

Golpeó las paredes en la oscuridad, desesperado por salir, y se giró repentinamente. Entonces, vio una figura directamente detrás de él. Se supone que no debería ser capaz de verla a causa de la densa oscuridad. Pero era perfectamente capaz de ver la silueta de una pequeña chica que estaba allí con él.

Parecía estar en vuelta en una tenue luz purpura. Pero, como suele ocurrir en los sueños, su rostro era indistinguible.

Estaba a punto de acercarse a ella, pero escuchó la voz de alguien desde otra dirección. Era una voz que resonó dentro de su cabeza.

«Ven…»

Un dolor invadió sus mejillas repentinamente. Como si alguien se las estuviera apretando.

«¡Vamos…!»

Era una voz que le gritaba.

Takeshi agitó su cabeza porque de repente, sintió un dolor aún más agudo en su mejilla. Y parpadeó unas cuantas veces.

Entonces, un destello de luz blanca lo golpeó desde la nada en el lugar donde se suponía que estaba completamente oscuro, y toda el área desapareció como si fuera absorbida por un vórtice de blancura.

—¡Despierta Nanase!

Takeshi levantó su cabeza gritando por el dolor en su mejilla.

—¡Auch!

Entrecerró los ojos a causa del resplandor y vio a Hyoudou Nanami que lo miraba desde arriba con una expresión de preocupación.

—¿Hyoudou-sensei?

—¿Ya estás despierto?

—Eso creo…

Cuando Takeshi intentó sentarse, Nanami puso su mano en su espalda para ayudarle a levantarse.

—¿Desde cuándo? —Preguntó ella con una mirada llena de temor.

—¿Qué?

Takeshi no entendió la pregunta.  Nanami dejó escapar un exasperado suspiro por la expresión de Takeshi. Entonces reformuló su pregunta más lenta y cuidadosamente.

—¿Cuánto tiempo llevas teniendo pesadillas?

—Al rededor de diez días… —Respondió Takeshi.

Nanami frunció el ceño y dijo:

—¿Porque no viniste a verme antes? Podrías haber muerto.

—¿Eh?

Takeshi también se sorprendió ante tal declaración repentina. Nanami dejó salir un suspiro como si hubiera sido asustada y comenzó a pasearse en el lugar.

—El diagnóstico es que no estás enfermo.

Takeshi se sintió aliviado por las claras palabras de Nanami.

—Vaya, y yo que creí que estaba comenzando a padecer de Apnea*

<<Traductor Ore no Honyaku: Segun entendí es un padecimiento que algunas personas tienen cuando duermen. Dicen que es un trastorno del sueño y de la respiración. La persona que lo tiene, deja de respirar mientras duerme. Algo así entendí. Para mas detalles ya saben donde buscar>>

Nanami levantó las cejas sorprendida por lo que Takeshi dijo. él pensaba que estaba sufriendo del síndrome de Apnea del sueño.

—Claro que no. Cielos, la gente despistada siempre es despistada, pero bueno, yo no debería hablar porque hay veces que también he andado perdida.

Nanami volteó a mirar el objeto causante que estaba colocado a un lado de la cama.

—Nanase… Tus pesadillas son causadas por Twilight.

—¿Twilight?

Al igual que Nanami, Takeshi también volteó a mirar a su Aspecto. La espada mágica Twilight, que debería haber estado en ganchada en el cinturón alrededor de su cintura, pero al parecer, Nanami se la había quitado y la había dejado apoyada junto a la cama mientras dormía.

—¿Llevas mucho tiempo haciendo esto? digo… Dormir con Twilight a tu lado.

—Si eso es. El profesor nos dijo en una clase que permaneciéramos junto a nuestros Aspectos en todo momento para que nos acostumbráramos a ellos.

Cuando escuchó la explicación de Takeshi, Nanami se puso el dedo en los labios y se quedó pensativa.

—Bueno, yo no estoy muy familiarizada con Twilight, así que no puede hablar nada con seguridad. Se supone que esa espada mágica consume grandes cantidades de poder mágico de su portador ¿Cierto?

—Si… más o menos…

Takeshi respondió con cierta curiosidad. Entonces, Nanami declaró algo completamente alucinante.

—Vi a Twilight activarse mientras dormías.

—¿¡Qué!?

—Después de que te dormiste, Twilight comenzó a absorber tu poder mágico y lo consumió sin tu consentimiento. Estoy segura de eso porque lo vi con mis propios ojos.

Takeshi miró a Nanami, y luego le echó un vistazo a Twilight. Eso era difícil de creer. Es cierto que Twilight utilizaba magia, pero era solo una espada. Un objeto inanimado que no tenía manera de hacer cosas por sí misma como si tuviera voluntad propia, Pero Nanami continuó con su explicación:

—La anterior dueña de Twilight, también era usuaria de magia evasiva como tú. Lo sabes ¿Verdad?

—Si. —Takeshi asintió.

—Ella cargaba la espada con balas especiales que le permitían usar el poder mágico de otros magos, pero también, solía tener sueños premonitorios. Me acabo de dar cuenta que para eso, necesitaba tener la espada consigo.

Takeshi se sintió sumamente atraído por el relato de Nanami y la miró fijamente. Era algo interesante. Pero eso solo generaba más preguntas.

—¿Sueños premonitorios? pero… los míos solo han sido pesadillas.

Takeshi le miró con preocupación, pero Nanami asintió con la cabeza y dijo:

—Todos los sueños premonitorios que ella solía tener eran cosas malas. Eso quiere decir que al igual que tú, ella vivía teniendo pesadillas.

Su duda fue respondida de una vez y Takeshi se sorprendió.

«Si ella tenía pesadillas, eso quiere decir que…». Él tragó saliva en se momento.

—Eso quiere decir que los sueños que he estado teniendo son…

Muy para el disgusto de Takeshi, Nanami asintió seriamente.

—No podemos descartar esa posibilidad. Aunque es muy raro que un Aspecto llegue a actuar por sí solo. Es la primera vez que veo a un Aspecto hacer eso mientras su dueño duerme.

Takeshi le echó otra mirada a Twilight por enésima vez. La espada estaba completamente en calma. No parecía estar activándose de ninguna forma ni mucho menos absorbiendo su poder mágico. Simplemente estaba allí quieta como cualquier objeto inerte. Confundido, Takeshi miró a Nanami.

—¿Entonces qué hago? Twilight es mi Aspecto y ya no puedo imaginarme teniendo otro que no sea ella. Ya es muy tarde para eso…

Nanami de pronto interrumpió las palabras de Takeshi.

—No he dicho que te deshagas de ella. Simplemente no deberías tenerla cerca de ti mientras duermes. Lo mejor es que hables con alguien que sepa más de la espada.

Takeshi asintió. Pero no tenía idea de quien podría ser. lo único que ese le ocurrió fue…

—¿Te refieres a la dueña anterior de Twilight?

Cuando Takeshi dijo eso, Nanami negó con la cabeza.

—Eso podría ser imposible. Tal vez la directora, pudiera…

Takeshi se sintió decepcionado. Sería difícil preguntarle a la directora sobre Twilight.

La directora Shijou resultó gravemente herida durante la misión de recuperación de Tsuganashi y tuvo que guardar reposo durante algún tiempo, pero gracias a la magia curativa de los magos de Wizard Breath y su propia voluntad de vivir, pudo volver al trabajo hace algunos días e incluso se decía que ya andaba deambulando por allí

Pero era muy dudoso preguntarle a la directora sobre su Aspecto.

«Tengo problemas con mi Aspecto que se salió de control. ¿Como va a ser posible que esté al pendiente de asuntos triviales de cada estudiante?».

Nanami tranquilizó a un abatido Takeshi mientras se sentaba en su silla redonda de nuevo.

—De momento, yo le puedo preguntar algo.

—Está bien.

Cuando Takeshi asintió honestamente, Hyoudou Nanami sonrió. Pero esa sonrisa estaba llena de sentimientos encontrados. Preguntar por Twilight, sin duda confundiría a Shijou Momoka.

La directora conocía muy bien esa espada. Y más aún, conocía muy bien a su antigua portadora.

Shijou Momoka y esa otra mujer, habían sobrevivido a la Gran Guerra formando parte de aquellos quince grandes magos, y ambas habían perdido y herido a muchas personas. Twilight era como un recuerdo de la última guerra para Shijou Momoka.

A Nanami le resultaba difícil preguntar eso porque no deseaba lastimar a Momoka. Ella aun sufría por los recuerdos de su pasado. Sintió que sería una tortura recordárselo de nuevo.

Pero al mirar al chico con la cara pálida en la cama frente a ella, Nanami decidió que tenía que hacerlo.

La insubordinación de Twilight, era un asunto mucho mas de cuidado que la de otros Aspectos. Ella entendía perfectamente lo que había visto.

Twilight, había utilizado el poder mágico de Takeshi para tomar forma humana. Poco después de que Nanami notó que Takeshi estaba teniendo pesadillas, abrió las cortinas y vio a la chica encima de él. Incluso se dio la vuelta y la miró.

«No, no estoy segura de que esa cosa realmente me haya mirado»

Los ojos de la chica tenían una combinación de luces bastante compleja. No parecía que estuviese viendo nada realmente. Lo único que hizo fue voltear hacia ella al sentir su presencia.

Frente a Nanami, Twilight instantáneamente liberó su transformación y volvió a su forma de espada quedándose allí como si nada hubiera pasado.

Fue una escena demasiado espeluznante.

Aparte de los que tienen habilidades de magia ilusoria, pocas personas eran capaces de recrear a un ser humano utilizando su poder mágico.

Esto se debía a que era requerida una cantidad extraordinaria de poder mágico para eso. Un mago de nivel básico, caería rendido de inmediato. Un Aspecto no trataba por naturaleza de matar a su dueño. Sin embargo, Twilight había estado absorbiendo todo el poder mágico que quiso de Takeshi, mientras él dormía.  El suficiente como para adoptar una forma humana. Nanami estaba consciente que, a ese paso, la vida de Takeshi corría peligro.

—Esa habilidad se llama “Nightmare” —Murmuró Nanami.

—Es una habilidad mágica que permite predecir el futuro a través de pesadillas. Todos estos años creí que esa era la habilidad de magia evasiva de su anterior dueña, pero al parecer, es una habilidad que puede ser usada por todos aquellos portadores de Twilight que tengan la afinidad de magia evasiva.

Takeshi incluso inclinó su oído hacia ella para asegurarse de que ningún detalle se le escapara.

—Nuestro mundo está en un entorno de constante cambio. Por eso es imposible predecirlo. Eso se llama impredecibilidad y es una ley que ninguna magia puede alterar. Algunas personas con habilidades de magia evasiva y algunos usuarios de magia biológica, son capaces de usar magia para predecir el futuro. Pero debido a que la mayor parte de la magia se sitúa dentro de estas leyes, los resultados de la adivinación cambian con el tiempo. Después de escuchar una predicción, puedes cambiar tus acciones y evitar algún peligro. Con ello, estarías alterando el futuro ya predicho.

Nanami recuperó el aliento después de decir todo eso, y miró fijamente Takeshi.

—Pero “Nightmare” es diferente.

Takeshi sintió un claro temor en los ojos de Nanami.

—Esa magia, solo predice futuros que nunca cambiarán, incluso en un mundo impredecible.

Tomándose un momento para escuchar, Takeshi preguntó con cuidado para no interrumpir a Nanami.

—¿Quiere decir que no puedo dejar de tenerlas?

—Así es.

Nanami asintió.

—Tampoco puedes evitar lo que sea que vaya a pasar. Después de tener un sueño premonitorio, incluso si estas consciente de que es una predicción y tratas de evitar lo que sea que vaya a pasar, nunca podrás cambiar el resultado.

Takeshi parpadeó sorprendido.

—B-Bueno, ¿Qué sentido tiene predecir algo así? Si no puedes evitarlo, es absolutamente mejor no saberlo, ¿No crees?

Cuando Takeshi mencionó algo que tenía mucha lógica, Nanami inclinó la cabeza.

—¿Eso crees? Bueno, imagínate que hayas soñado con tu muerte…  —Dijo Nanami.

Pero en ese momento, Takeshi se estremeció al recordar el sueño que había tenido hace unos días.

«Ya soñé con mi propia muerte…»

Desconociendo el cambio de color de Takeshi, Nanami continuó:

—Sería mejor saberlo y morir, que morir sin saber nada. De cualquier manera, tu muerte ya está asegurada. Al menos te permite hacer preparativos…

Después de decirlo, Nanami finalmente abrió los ojos frente a un asombrado Takeshi al entender algo.

—No me digas que soñaste que ibas a morir…

Takeshi negó con la cabeza torpemente.

—No realmente…

—…

Nanami miró el innegable rostro de Takeshi desde el frente y dijo con una grave expresión en su cara:

—He oído que las pesadillas que ves a través de “Nightmare”, no necesariamente son cosas que van a suceder tal y como se muestran, sino que tienen un sentido más abstracto. A veces esos sueños tan confusos que requieren de una interpretación.

Takeshi asintió, y le contó el contenido de sus sueños.

—Bueno, ciertamente no es algo así. Mui… eh, quiero decir, Aiba-san. Soñé con ella antes de que se lastimara la pierna. Cosas como su caída y el pudin que fue el causante… Todo lo soñé tal cual. Aunque los demás elementos del sueño estaban muy alejados de la realidad. Por eso no creí que fuese un sueño premonitorio ni nada por el estilo

Pero incluso mientras decía esto, Takeshi seguía en estado de shock. Recordó el sueño en el que Kurumi lo había abrazado en medio de llantos.

Aparte de eso, acababa de tener otro sueño espeluznante hace unos momentos donde estaba atrapado en un espacio reducido, oscuro y húmedo de forma cilíndrica.

«¿Entonces está diciendo que todo lo que he soñado hasta ahora me va a pasar?»

Horrorizado, Takeshi se abrazó a sí mismo.

—Nanase…

—…

—¡Nanase!

De repente, una voz fuerte gritó y Takeshi miró hacia arriba con un brinco.

—¡¿Sí?!

Levantó la cara y se dio cuenta de que Nanami lo estaba llamando.

—Hay algo más que necesito decirte.

Nanami miró seriamente a Takeshi, que estaba pálido y dijo:

—Twilight estaba usando tu magia para manifestarse en una forma humana.

—¿Forma humana?

—Había una chica, pero en cuanto me acerqué a ella, desapareció.

Los ojos de Takeshi se abrieron de par en par porque no entendía de qué estaba hablando.

—Tu no activaste “Nightmare” de forma voluntaria ¿Verdad?

Takeshi negó en silencio.

—Si esto es algo que Twilight está haciendo por su cuenta, significa que Aspecto está fuera de control. Si es sólo para detener a “Nightmare”, lo único que debes hacer, es no mantener la espada cerca de ti cuando duermas. Eso debería bastar, pero tiene que haber alguna forma de evitar que Twilight siga actuando por sí misma. Le preguntaré a la directora sobre eso. Así que, hasta entonces, no debes dormir con la espada. ¿Entendido?

Mientras terminaba de hablar, Nanami pellizcó de manera cariñosa la punta de la nariz de Takeshi, como si intentara cambiar la sombría atmosfera.

Takeshi cerró involuntariamente sus ojos y respondió con una voz nasal.

—Sí….

—Bueno, entonces será mejor que vuelvas a tu dormitorio por este día. Tienes prohibido tener a Twilight en tu habitación a partir de ahora. ¿Te queda claro?

Takeshi inclinó su cabeza hacia arriba y hacia abajo como para reconocer las palabras de Nanami. Sin embargo, su mente seguía en estado de confusión.

«Un futuro que no se puede cambiar…»

Los sueños eran tan extravagantes y compuestos de visiones distorsionadas que era difícil reconocerlos a menos que te dijeran que eran sueños premonitorios. Los sueños son esencialmente una compleja mezcla de representaciones realistas que se presentan a la persona que duerme. Las pesadillas que tenía Takeshi, eran exactamente las mismas.

No eran diferentes de los sueños ordinarios, excepto que eran pesadillas. Takeshi tomó con miedo a Twilight y se la colgó de nuevo en su cintura con el cinturón de cuero. Ahora se sentía aún más pesada y más espeluznante que de costumbre.

 

***

Takeshi estaba gritando. Parecía como si se estuviera hundiendo en las profundidades de un abismo marido y aleteaba con sus brazos tratando de detenerse.  Cuando abrió los ojos, vio todo oscuro, tuvo miedo de que solo hubiese sido transportado a otro sueño.

—Jaa… jaa…

Respiraba abruptamente una y otra vez mientras se aferraba a sus sabanas.

«Mierda. Sigue siendo el mismo sueño».

Takeshi agitó su cabeza.

«Pero, ¿qué significa?  Es demasiado abstracto».

Tragó saliva y se dio cuenta que estaba temblando de miedo, así que intentó calmarse respirando más despacio.

«Estoy teniendo el mismo sueño una y otra vez. Supongo que también se trata de una premonición».

Volteó a mirar a Twilight que de nuevo estaba puesta a un lado de la cama.  La espada mágica estaba allí reposando tranquilamente como siempre. No parecía tener el más mínimo indicio de haber tomado la forma de una chica. Sin embargo, podía sentir un calor proveniente de ella.

—La academia… y un dragón rojo…

La cara de Takeshi se distorsionó al recordar lo que había soñado.

No tenía idea de cuales de los elementos del sueño eran parte de la premonición y cuáles no. No se sentía para nada tranquilo.

«Si son cosas que van a pasar en el futuro realmente, entonces tengo que saber más detalles».

Se limpió el sudor frío de su frente y se acostó en la cama una vez más. Tenía miedo de dormir, pero sentía aún más miedo de que el contenido de sus pesadillas se hicieran realidad.

«La Academia… Un dragón rojo… Isoshima… Gekkou… Mamá… Tsuganashi y Mui…».

Todo estaba fragmentado. Sentía que necesitaba experimentar el sueño más veces para descifrarlo.

 

***

Unos días después de que Takeshi decayera, la directora de la academia de magia Subaru, Shijou Momoka, fue al mundo viviente.

Después de escuchar el reporte de la doctora Hyudou Nanami acerca de Takeshi y Twilight, la directora tuvo que hacer espacio en su apretada agenda y viajar hasta allá.

Con esa apariencia juvenil que no concordaba con su edad original, como si el tiempo no hubiera pasado por ella, había ido a buscar a una persona que no veía desde hace mucho tiempo.

—¡Vete! ¡Vete por favor!

Siendo rechazada por una voz femenina, la directora suplicaba frente a la puerta de una casa.

—Por favor ¡Chigi-sensei!

La mujer que estaba allí, se esforzaba por hacer que la directora se marchara. Era una casa ordinaria en una zona residencial. La directora se aferraba fervientemente a la puerta.

—Aunque sea solo un concejo para él. Ayúdenos por favor.

Pero la mujer negó con la cabeza.

—No tengo nada que decirle.

Para cualquiera que viera eso sin conocer el contexto de la situación, parecería como si una madre discutiera con su hija. Sin embargo, esa mujer no tenía ninguna hija, si no dos hijos varones.

La directora, que parecía una estudiante de secundaria, intentaba desesperadamente convencerla. Y tenía que hacerlo.

—¿Acaso no le importa lo que le pase a Takeshi-kun? ¿Tan mala persona se volverá él el futuro que usted vio?

Cuando la directora mencionó ese nombre, la mujer gritó histéricamente:

—¡Dijiste que no sabías nada!

—Si, no sé nada. Por eso, necesito de su ayuda.

La directora suplicó una vez más.

—Si usted no lo ayuda, él terminará devastado por las pesadillas que está teniendo.

Esa no era una amenaza para intentar convencerla. Lo que la directora decía era cierto.

Si Nanase Takeshi continuaba en la misma situación, Twilight acabaría absorbiendo todo su poder mágico y el podría morir como consecuencia. La persona que la directora había ido a buscar, era la madre de Takeshi. Nanase Youko… Su nombre de soltera solía ser Chigi Youko.

Chigi-sensei, solía en señar en la academia de magia y fue maestra de Shijou Momoka. También fue una de los 15 grandes magos y la propietaria original de la espada mágica Twilight.

Pero la mujer que estaba frente a ella ahora, era solo una testaruda madre tratando de abandonar a su propio hijo a su suerte. Chigi Youko una vez fue la encargada de impartir las clases de Magia Evasiva en la Academia de Magia de Tokio, la predecesora de la actual Academia de Magia Subaru.

Tenía un excepcional talento para la magia, y en la batalla contra los Trailers, luchó valientemente como la maga de mayor rango de Wizard Breath.  Sin embargo, al final de la guerra, Youko se volvió loca, se retiró como maga y abandonó por completo el mundo mágico.

«Ella nunca le dijo a nadie qué fue lo que vio en la última pesadilla que tuvo», reflexionó la directora.

Ella intuía que Chigi Youko abandonó todo lo relacionado con la magia a causa de algún futuro que vio en sus pesadillas.

De hecho, el final de la primera gran guerra mágica para ella debe haber estado lleno de terrible dolor, sufrimiento y desesperación lo suficiente como para quebrantar su corazón. La directora sintió lastima por ella. Aunque solo un poco ya que, en una guerra a gran escala como esa, hubo mucha más gente que también perdió algo a alguien. Y esas pérdidas aun repercutían en la actualidad.

«¿Será que Chigi-sensei nunca superó la gran guerra?»

La directora la miró con una expresión de profunda compasión.

—Los padres…

De repente Youko dijo algo.

La directora la miró de manera aún más penetrante. Ella susurraba en una voz demasiado baja.

—La primera cosa que un padre le da a su hijo…

Youko evitó el contacto visual con su exalumna, que la miraba con expectativa. Youko se las arregló para decirlo con una expresión de culpa en su rostro.

—Disculpe, ¿A qué se refiere con eso? —Preguntó la directora.

No tenía ni idea de lo que significaba eso. Deberían haber estado hablando de salvar a Nanase Takeshi del descontrol de Twilight.

Youko solo se dio la vuelta hacia su propia casa y le dio la espalda. Tenía un rostro pálido que parecía como si estuviera a punto de desmayarse.

—Ya dije lo que tenía que decir. Es suficiente ahora ¡Márchate!

Sin mirar atrás, Chiki Youko abrió la puerta y entró en la casa. La directora sabía que, aunque se quedara allí parada, Youko no volvería a salir, así que solo echó un vistazo a la placa de la casa que decía «Familia Nanase» y se fue en silencio.

Era una ayuda demasiado efímera como para que una madre salve a su hijo. La directora se preguntaba de nuevo que tipo de futuro había visto.

También se preguntaba si conocer un futuro que no podía evitarse era como poder conocer las cosas desde el punto de vista de Dios, y tener un sufrimiento del infierno al mismo tiempo.

Unos minutos después…

Youko permaneció frente a la puerta cerrada de su casa completamente confundida. De pronto, alguien la llamó por detrás y la hizo brincar del susto.

—¿Qué pasa, mamá?

Era su otro hijo Gekkou, que ya había vuelto de la escuela.

—N-no es nada.

Ella se quitó rápidamente sus sandalias y pasó a la sala.  Gekkou fue tras ella.

—Oye, ¿Quién era esa chica?

Al parecer, él la vio hablando con Shijou Momoka. Youko se sorprendió al enterarse de eso.

—Eh… creo que era una amiga de Takeshi. Tuve que gritarle porque no se quería ir a pesar de que le dije que él no estaba.

—Hmm…

Gekkou no preguntó nada más al respecto y subió a su habitación a cambiarse el uniforme.

Youko se sentó en el sofá, aliviada. Porque ya no pudo ver nada. Ni siquiera la más mínima de las partículas mágicas que cubrían el cuerpo de Shijou Momoka. Absolutamente nada.

Eso es porque abandonó por completo todo lo relacionado con la magia. Aunque fue una maga y perteneció al mundo mágico, eso solo era un horrible recuerdo. Ahora era solo una humana común y corriente y estaba indefensa ante la magia. Pero seguía teniendo el conocimiento de la magia y la amenaza que representaba, la llenaba de temor.  Aquello que había dejado atrás, la estaba persiguiendo ahora. Youko su cabeza entre sus manos y deseó que todo fuera una ilusión.

A diferencia de su madre en la sala, Gekkou hablaba a con una voz muy alegre a través de una llamada telefónica.

—¿Aló? Washizu-san…

Estaba en su habitación en la segunda planta. Desde el auricular, la otra persona también respondió con una voz muy animada. Gekou asintió.

—Si, está bien. Por cierto, hay algo muy curioso que quería comentarle.

Gekkou se desabrochaba su cinturón con mucha destreza mientras sostenía su teléfono entre el hombro y la oreja.

—Cuando llegué a casa, una maga había venido a visitar a mi madre. Era una muy poderosa.

Quitándose la camisa y los pantalones, Gekko abrió el cajón, escuchando atentamente la voz del otro.

—¿Eh? ¿Que como se veía? pues… era una chica. Como de secundaria. Tenía su cabello atado en dos coletas. Aunque me pareció que más mayor de lo que aparentaba.

Mientras se ponía ropa casual, esperó la respuesta de la otra persona.

—¿La directora? Vaya… ¿Así que esa pequeña chica es la directora de la academia de magia?

Alzando la mirada, Gekkou se rio de una pregunta que el otro le hizo y respondió.

—Sí, no se preocupe. Ella no me vio.

Pudo sentir el alivio de Washizu Kippei a través del teléfono. Como era de esperar, habría sido un problema si se hubiera topado con ella en ese momento. Gekkou se sentó en su cama.

—Pero, ¿Por qué se habrá tomado la molestia de venir hasta acá? ¿Qué negocios tendría con una mujer que ya he renunciado a la magia? ¿Será que aún le es de utilidad por haber formado parte de los 15 grandes magos?

La respuesta de la otra persona fue más vaga de lo que esperaba.

—Ya quiero estar allá, Washizu-san. No me aguanto por ingresar a la Academia de Magia Subaru.

En ese momento se escuchó la risa de Wahizu a través del auricular.

—No puedo esperar a encontrarme con Takeshi… y con Twilight.

A cambio, Gekkou miró por la ventana al cielo del atardecer que empezaba a menguar, sonriendo con una mirada expectante. Realmente estaba impaciente.

Brillantes nubes rojas que parecían haber sido manchadas con sangre surcaban el cielo en ese momento.

 

***

Era la hora del almuerzo en la academia de magia Subaru. Takeshi estaba parado frente a la oficina de la directora porque mientras almorzaba con Kurumi, fue llamado a través del altavoz.

—Con permiso…

Cuando Takeshi abrió la puerta luego de haber llamado, la directora, que estaba en la habitación, respondió levantando la mano indicándole que esperara un momento.

—Sí, está bien. Debería ser perfecto para deshacerse de esas moscas tan escandalosas.

Ella estaba al teléfono. Como de costumbre, estaba sentada frente a un enorme escritorio que difería mucho con su estatura. Sosteniendo el teléfono en una mano y con la otra, hacia piruetas con un lápiz una y otra vez.

«¿Moscas?».

Takeshi se sentó en el sofá delante de ella, escuchando atentamente su conversación.

—No se preocupe. La próxima vez que las veamos, las derribaremos.  —Dijo la directora a través del teléfono. Esas palabras impresionaron a Takeshi.

Probablemente no se trataba de moscas de verdad, ni ninguna plaga así.

—Nuestro objetivo esta vez es deshacernos de ellas… Sí, tenga mucho cuidado.

Estaba hablando con alguien en algún lugar que iba a entrar en combate con magia. Takeshi se acordó que eso era exactamente lo que pasaba en la vida cotidiana del mundo en ruinas.

Incluso en ese instante, Wizard Breath y los Trailers hacían cálculos para matarse entre sí y llevar a cabo sus estrategias.

Takeshi miró de reojo a la directora. Una chica de la edad de un estudiante de secundaria que hablaba por teléfono sentada al otro lado de un enorme escritorio con una expresión en su cara, como si estuviera charlando casualmente con un amigo.

Las cortinas de la amplia ventana detrás de ella estaban abiertas y el cálido sol de mediados de invierno brillaba a través. La escena parecía incluso idílica.

—Salúdelo por mí. Si, ahora debo irme…

La directora colgó el teléfono con una sonrisa falsa en su cara. Sin dudarlo ni un momento, se puso de pie rápidamente.

—Bueno, quiero resolver este asunto lo más rápido posible.

Ella rodeó el escritorio y se acercó a Takeshi.

—Nanase-kun…

Cuando lo llamó, Takeshi se puso de pie de inmediato. La directora cruzó sus brazos y se reclinó en la parte frontal de su escritorio.

—Hoyudou-sensei, me contó lo que ha estado pasando con Twilight.

—Si.

Cuando Takeshi asintió, la directora inclinó la cabeza por alguna razón. Ella dio un paso al frente y frunció el ceño al ver las negras ojeras bajo los ojos de Takeshi.

—¿No te lo dijo el Hyoudou-sensei? Es demasiado pronto para ti. Mantén tu espada alejada para que no tengas sueños premonitorios.

Obviamente, ella estaba segura de que Takeshi todavía mantenía a Twilight a su lado, utilizando “Nightmare” por las noches.

Takeshi miró hacia la alfombra, tratando de apartar la mirada. Pero la directora dio un paso más y se acercó, colocándose justo debajo de la mirada de Takeshi que era mucho más alto que ella.

—¿Sabes lo que les pasa a los magos que pierden todo su poder mágico?

Incapaz de mantenerse callado por la mirada tan penetrante que ella le lanzaba, Takeshi respondió:

—Ya lo he visto antes. Cuando “Gift” absorbió el poder de un mago.

Eso ocurrió cuando recién se acababa de convertir en mago. La directora asintió.

—Si. “Gift” hace algo muy parecido. Ese es un hechizo establecido por la asociación internacional de magos para evitar que se utilice magia para luchar en el mundo viviente. Cuando se activa, “Gift” absorbe el poder mágico de una persona y como resultado, deja de ser un mago.

Mientras Takeshi escuchaba sus palabras, un escalofrío recorrió su columna vertebral al recordar la escena que había visto antes. El mago que los atacó esa vez, había roto esa regla y sus poderes mágicos fueron absorbidos frente a Takeshi y los demás. Luego de eso cayó al suelo casi muerto.

—Es una magia muy poderosa, pero ambas se parecen.

La directora miró fijamente a Takeshi.

—“Nightmare” también hace lo mismo.

—…

Mientras Takeshi mantenía su mirada al suelo, la directora continuó hablando con una expresión bastante aterradora.

—“Nightmare” requiere una gran cantidad de poder mágico para mostrar el 100% de una predicción. La anterior propietaria de Twilight era una maga muy poderosa y la espada fue hecha especialmente para ella.

Takeshi se tragó la palabra “ella” como si fuera un nudo. No sabía mucho sobre la anterior propietaria, aparte de que era una mujer y que formó parte de los 15 grandes magos.

«Ahora que lo pienso, nunca he oído su nombre».

Mientras Takeshi se mantenía en silencio con un nudo en la garganta, la director suspiró.

—Sé que tu poder mágico es más abundante que otros magos. Pero, aun así, ¿Qué crees que pasará si continúas liberando tu poder mágico durante todas las noches?

Takeshi no dijo nada. Entonces ella respondió en su lugar:

—Con “Gift”, un mago se convierte en humano ordinario, sin morir. Aún le queda un 1% de su poder mágico. Eso significa que sólo queda una pequeña cantidad de magia suficiente para que sobreviva. Pero si sigues usando “Nightmare”, morirás.

La directora lo dijo en un tono de voz muy claro haciendo énfasis en la palabra “morirás”. Takeshi seguía mirando fijamente la alfombra.

—Las premoniciones que sigues teniendo, son muchísimo más peligrosas que “Gift”.

La directora añadió intensidad a su voz.

—No voy a permitir que sigas usando “Nightmare” de forma indiscriminada sin conocerla a fondo. Tú decides ahora: O me entregas a Twilight en este mismo instante, o sellamos aquí mismo un pacto mágico de estipule que no volverás a usar “Nightmare” hasta que yo sea la que te dé permiso para hacerlo.

Takeshi alzó la mirada como si hubiera caído en una trampa. Y puso su mano sobre la empuñadura de Twilight que colgaba envainada en su cadera.

—Directora… hay algo que quiero saber. Realmente lo necesito…

En ese momento, la punta afilada de un lápiz apareció frente a él, presionándose contra su garganta.

—¡…!

La punta muy fina, se encajó ligeramente en su mandíbula y tuvo que levantarla por el dolor.

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La directora tenía una mirada muy fría en sus ojos, pero Takeshi no pudo verla. Ella comenzó a hablar mientras sostenía el lápiz cerca de la garganta de Takeshi.

—Te di a elegir… ¿Qué más quieres de mí? ¿Qué más quieres que te conceda?

—Di-directora…

Takeshi agarró a Twilight. No tenía intenciones de sacarla, pero tampoco tenía intención de dejar que se la llevara. Sentía una sensación fría y aguda en la garganta, pero aun así logró hablar.

—Yo… ¡Necesito que la espada se quede conmigo!

La directora guardó silencio por un momento, como si tratara de digerir las palabras de Takeshi. Lentamente apartó el lápiz y bajó la mano.

Takeshi le tocó el cuello y buscó sangre. No tenía una herida, pero le hormigueaba la zona donde el lápiz se incrustó.

Ella guardó el lápiz en el bolsillo de su pecho y se dejó caer sobre el sofá que estaba frente a Takeshi. Dejó escapar un fuerte suspiro y lo vio con una mirada agotada.

—Hyoudo-sensei dijo que durante la activación de “Nightmare”, Twilight tomaba la forma de una chica. ¿Fuiste capaz de ver algo de eso?

Al ver nuevamente su mirada penetrante, Takeshi lo pensó y respondió a la pregunta lentamente:

—Creo que debe ser una chica que vi en mis sueños.

Los dos se sentaron en silencio durante un rato, considerando muchas cosas el uno del otro. Takeshi se preguntaba qué tendría que hacer para poder conservar a Twilight y ella se preguntaba si acaso Takeshi había sido cautivado por “Nightmare”. La magia de predicción con frecuencia cautivaba a sus usuarios. Conocer el futuro era como conocer la voluntad de Dios.

Además, “Nightmare” era distinta de otras magias de predicción. Era como haber conseguido una gran cantidad de poder. De hecho, Takeshi estaba siendo testarudo con respecto a separarse de Twilight a pesar de estar agotado y falto de sueño. La directora se quedó mirando a Takeshi. Un chico de 16 años bastante alto.

«Ahora que lo pienso, escuché que él practica kendo».

Shijou Momoka comenzó a pensar en la madre de Takeshi. Al verlo de cerca, su rostro era definitivamente parecido al de ella. Y de repente, se preguntó si también eran iguales en su forma de ser. Chigi Youko solía ser una mujer recta y de buenos ideales. Sin importar como era ella en la actualidad, así es como la conoció cuando estuvo en Wizard Breath.

Al darse cuenta de que estaba siendo observado, Takeshi bajó la mirada y se encontró directamente con la mirada de la directora. Tenía una mirada cansada, pero sus ojos eran sinceros y directos.

Él tenía temores y aspiraciones, sin ninguna distorsión, y sobre todo, era joven. La directora se advirtió a sí misma que aún era demasiado pronto para tomar una decisión. Por ahora, sólo quería acabar con el asunto.

—Tu eres el culpable del descontrol de Twilight. Dices que necesitas la espada, pero yo no puedo permitir que un estudiante muera. Ahora bien, ¿Qué vamos a hacer?

Takeshi respondió, sin estar seguro de si le estaban haciendo una pregunta o no.

—¿Detener su descontrol?

—Bien hecho.

La directora sonrió. Takeshi también sonrió al ver eso y ella se puso de pie. No tenía nada en las manos. Luego dijo:

—Pero talvez no puedas hacerlo en tu condición actual. Tu…

Al momento siguiente, el brazo de Takeshi fue retorcido por detrás.

—Eres extremadamente débil

La directora lo dijo de frente. pero el brazo de Takeshi estaba siendo retorcido por detrás.

—¡¿…?!

Takeshi quedó estupefacto al ver que los brazos de la directora, habían desaparecido hasta la altura de los codos.

—Si te calificara según mi criterio en una escala de la “A” a la “E” entre magos de bajo nivel, serias una “D”. —Dijo con una mirada que podría describirse como despiadada.

—Solo entre magos de bajo nivel

—…

Sin decir absolutamente nada, Takeshi solo se limitó a observarla.

La directora que estaba delante de él no se movió de su lugar, pero empujó el brazo izquierdo de Takeshi más arriba haciéndolo llegar a la parte superior de su espalda con una mano, y con la otra, la directora le arrebató a Twilight de su cintura con todo y vaina.

Cuando Takeshi finalmente notó el brazo derecho de la directora, este flotaba en el aire hasta la altura del codo.

—Twilight te permitió usar la magia de otros magos y eso te hizo creer que te habías vuelto más fuerte, pero eso solo era una ilusión.

—…

Cuando la directora llamó a brazo flotante hacia ella, este estaba divididos justo en medio del codo y las partes cortadas, estaba cubierta por partículas de color negro que se unieron se unieron de nuevo.

Ella ahora se encontraba sosteniendo la espada frente a él y la contemplaba detenidamente diciendo:

—La dueña de Twilight, era una maga muy poderosa. Twilight, se ha descontrolado porque eres débil. Por eso, ella no te reconoce como su nuevo dueño.

El brazo izquierdo de Takeshi, que todavía estaba siendo sometido, crujía y le dolía, así que se inclinó hacia delante y preguntó irritado:

—¿Estás diciendo que quieres que me vuelva más fuerte?

—Fu fu fu… lo dices tan facil.

Ella rio como si hubiera escuchado algo de verdad muy divertido.

—A todas estas… ¿por qué estas tan obsesionado con esta espada? fácilmente podrías usar cualquier otra ¿No?

Takeshi negó con la cabeza.

—No. Mi espada solo puede ser Twilight.

—¿Por qué? —Preguntó la directora rápidamente.

—¿dices que por qué?

Con las mismas palabras, Takeshi se hizo la misma pregunta. El tampoco conocía la respuesta. ¿por qué razón sentía que su espada solo podía ser Twilight?  El podría usar su magia con cualquier otra espada, aunque que claro, tal como dijo la directora, Twilight le permitía usar la magia de otras personas, lo cual le daba ventaja y eso era innegable. ¿pero esa era la verdadera razón?

Cuando cumplieron el objetivo de recuperar al hermano de Mui, creyó que ya no tendría que volver a luchar. Que ya no había por que hacerlo. Que la guerra que estaba ocurriendo en el mundo en ruinas no tenía nada que ver con él y por lo tanto no tendría que relacionarse más con cosas que tuvieran que ver con luchar. Así pensaba él y por eso, no vio la necesidad de volverse más fuerte.  En ese caso ¿por qué se aferraba tanto a Twilight? Incluso pese a que sus pesadillas desaparecerían si la entregaba.

Mientras pensaba, la silueta de una persona envuelta en luz apareció de repente en un rincón de su mente.

—¿Será porque vi a esa chica…?

Takeshi recordó la cara de la chica que lo había estado mirando en sus pesadillas. Esos solitarios y profundos ojos teñidos de púrpura. Eso fue… Por un momento, recordó sus propios ojos vistos en un espejo. Tenía los mismos ojos. Eso quiere decir que…

—Eso son los ojos de una persona que quiere ser de utilidad para alguien

—…

La directora no quería esa respuesta.

Twilight solamente tomaba forma humana, como parte de un mecanismo que le facilitaba la extracción de magia de su portador. Pero no había voluntad en ella. Era como una planta que no necesitaba tener voluntad para hacer crecer su tallo. No usaba cloroplastos ni la fotosíntesis por su propia voluntad. Lo hacía solo porque esa era su naturaleza.

Los Aspectos eran meramente objetos y no se desviaban nunca de esa característica. Así que lo que Takeshi está diciendo, estaba mal. La directora lo pensó. Twilight no podría tener sentimientos.

—Fu…

Ella dejó escapar un suspiro. Soltó el brazo izquierdo de Takeshi, y volvió su otro brazo a su puesto luego de haber estado flotando.

—Bien. —Dijo la directora y le ofreció la espada a Takeshi.

—Twilight seguirá siendo de tu propiedad. Sin embargo, vas a guardarla en tu casillero por las noches.

—Está bien.

Takeshi asintió honestamente y tomó la espada.

—También deberás entrenarte un poco más en magia defensiva.

Cuando escuchó eso, Takeshi la miró extrañado. La directora dijo:

—He oído que has estado practicando con Aiba Tsuganashi de forma voluntaria. Todavía lo haces ¿No?

—Sí. Aunque solo o hago por las mañanas.

La directora sonrió.

—Perfecto. Él conoce muy bien los principios básicos. Debe ser un buen maestro ¿Verdad?

Takeshi sonrió sutilmente, pensando en la dureza de los entrenamientos con Tsuganashi.

Aunque era un buen maestro, era incluso más severo que Mui. Tanto, que incluso castigó a Ida por una hora cuando no llegó al entrenamiento el día anterior. Usó su magia para colgarlo de cabeza en el techo durante una hora delante de todos los estudiantes que practicaban sus ejercicios matutinos en el gimnasio, y fue blanco de burlas durante varios días.

—Cuando llegue el momento, yo misma* te enseñaré cómo luchar contra Twilight.

—¿Eh?

<<Traductor Ore no Honyaku: Bueno, aqui no supe que sentido darle. Resulta que Momoka al hablar, es muy educadita como cualquier waifu, pero para referirse a si misma, suele usar el pronombre «Boku» que es un termino masculino, pero solo en esa oración en lo que va de la novela, ella dice «watashi» que significan lo mismo (yo) pero de una manera más femenina. Claro, en español solo existe «yo» así que solo lo dejé así sin darle  ningun matiz, pero lo menciono porque a veces estos detalles suelen tener algun significado en el idioma original>>.

Los ojos de Takeshi se abrieron de par en par ante las repentinas palabras de la directora.

—La única forma de evitar que Twilight se siga descontrolando, es pelear con la chica que viste. Así es como evitas que un Aspecto se insubordine. Eso no aplica sólo con Twilight.

La directora se acercó a Takeshi y le puso la mano en el hombro como si no hubiera sido nada hacer flotar sus brazos en el aire hace poco.

—Para que Twilight te reconozca como su dueño, todo lo que tienes que hacer es convertirte en un mago más fuerte. Eso es todo. Al final, podrás ser capaces de hacer pleno uso de “Nightmare” con total libertad.

Takeshi hizo una reverencia sintiéndose animado por las sólidas palabras de la directora.

—Gracias, directora.

Llevando a Twilight en su mano, Takeshi se marchó de su oficina. Cuando la puerta de su oficina se cerró, la directora dejó salir un pesado suspiro.

«Al final terminé devolviéndosela. Fui demasiado dulce con él».

Ahora era más probable que Takeshi pusiera a Twilight en su casillero como se lo ordeno. Era lo más sensato después de las amenazas que le hizo. Ella frunció el ceño al pensar en las dificultades que se vendrían ahora.

—Lo primero que un padre le da a su hijo… ¿Cómo voy a entender eso si yo no tengo una familia? Youko-san

Hacer que Twilight se subordine no era cualquier cosa. Ahora dependía de su propio hijo el poder pasar con seguridad el camino que Chigi Youko había tomado una vez.

La directora miró el reloj de su escritorio y al recordar su siguiente tarea, dejó caer sus pequeños hombros expresando una queja.

 

***

Muy temprano en la mañana del siguiente día…

Takeshi estaba en el gimnasio, y le había pedido a Tsuganashi que se concentraran en el entrenamiento de magia defensiva, tal y como le había dicho la directora.

—¿Entrenamiento en magia defensiva?

Ya habían terminado con los ejercicios de magia básica, que solía usar también como calentamiento antes de entrar a lo principal.

Tsuganashi miró la solicitud de Takeshi con una mirada curiosa.

—Sí. Me gustaría pedirte ese favor. —Takeshi asintió claramente.

Tsuganashi había pasado los últimos días instruyendo a Takeshi para que practicara la magia básica para mover objetos, lo cual no usaba mucha magia, ya que había tenido en cuenta su falta de sueño y el hecho de que parecía tener mala salud.

Miró a Takeshi frente a él, y notó que los círculos oscuros que habían estado alrededor de sus ojos, se habían desvanecido. La falta de sueño parecía haberse disipado un poco.

—No me importa, pero para hacerlo, tendrás que aprender a “Drive” primero. —contestó Tsuganashi.

—¿“Drive”? —Preguntó Takeshi.

El primer hechizo que activaban los magos intermedios y avanzados era un hechizo defensivo llamado “Drive”.

Era un hechizo de alto nivel que permitía la implementación de “Protection”, “Reinforce” y “Concentration” al mismo tiempo, lo cual no era algo que un estudiante de clase C pudiese hacer así por así. Tsuganashi sabía que Takeshi estaba conciente de eso.

Tsuganashi apenas recordaba lo que había sucedido durante el tiempo en que Trailers manipularon sus recuerdos, pero Mui le contó acerca de cómo Takeshi y los otros habían luchado y trabajado duro para rescatarlo.

Si ya había estado en el mundo en ruinas y había luchado contra otros magos, entonces ya deberías haber visto a “Drive” en acción. Tsuganashi miró fijamente a la cara de Takeshi, como para medir su determinación. Su mirada era inquebrantable. Aparentemente, no era una broma.

A cierta distancia, Mui, Kurumi e Ida comenzaban a entrenar como se les había instruido.

Tsuganashi se preguntó qué pensarían si veían que solo Takeshi empezaba a entrenar usando “Drive”. Pero rápidamente descartó la idea como una tontería. El progreso del entrenamiento como magos, era diferente para cada individuo. Tsuganashi tiró del brazo de Takeshi para alejarlo de ellos. Ya que la práctica de “Drive” a veces causaba estallidos de poder mágico.

En cuanto a Takeshi, él se sintió aliviado interiormente, ya que al parecer había accedido a entrenarlo en eso.

Tsuganashi envainó su sable para tener las manos libres y dijo:

—Para poder usar más de un hechizo de magia básica al mismo tiempo, debes estabilizar tu poder mágico. Por ejemplo, así…

Tsuganashi extendió las palmas de sus manos hacia el frente.

—Protege tu mano derecha, y refuerza tu mano izquierda. Debes hacer ambos al mismo tiempo.

En un instante, las manos de Tsuganashi se cubrieron con sus partículas mágicas de color celeste.

—Una vez que lo logres, deberás activar los dos hechizos al mismo tiempo con una sola mano.

Los dos pequeños círculos en la mano de Tsuganashi que representaban a “Protection” y “Reinforce” se entrelazaron intrincadamente en la palma de su mano derecha.

—Una vez que lo hayas logrado, activarás esos dos con la mano derecha y uno más con la mano izquierda al mismo tiempo, tal como yo lo hago ahora.

En la mano izquierda de Tsuganashi, apareció la magia de “Concentration”.

Ahora él tenía activadas dos magias distintas otra vez manteniendo dos hechizos mezclados en una mano y un hechizo aparte en la otra.

—Finalmente, deberás activar los tres con una sola mano.

Tsuganashi cerró sus manos, esta vez sólo con su mano derecha, invocó un “Drive” a pequeña escala.

Los tres círculos mágicos eran como engranajes en un reloj superpuestos, cada uno girando en un sentido diferente y mezclándose entre sí.

—Parece que va a tomar tiempo…

Takeshi se sorprendió de la abrumadora técnica de control mágico y activación. Había visto a otros magos activar “Drive” y cubrir sus cuerpos, pero la magia que ahora veía de manera más detenida podría decirse que era muy diciplinada. Era una magia que era incluso hermosa.

Tsuganashi sonrió cuando vio que Takeshi estaba sorprendido. Recordó el mismo tipo de mirada de asombro que tenía Mui cuando le mostró lo mismo hace mucho. Al final, desactivó el hechizo para hacer que Takeshi pusiera atención y dijo:

—La magia es como el Kendo que prácticas. No se aprende de la noche a la mañana. Si una espada se forja muy a la ligera, el enchapado podría despegarse y no serviría en batalla.

La mirada de Takeshi estaba claramente más desesperada que hace unos minutos. Esa fue una buena señal. Si tienes algo que quieres hacer, pondrás más empeño en conseguirlo.

—Olvídate del tiempo, concéntrate y práctica. Esa la mejor manera de lograrlo.

—Bien.

La boca de Tsuganashi se relajó cuando escuchó una respuesta motivada. Luego miró a Ida, que estaba practicando lejos de él.

«Si tan solo ese otro sujeto tuviera la misma motivación que este».

Era un fastidio tener que pensar en un castigo para la próxima vez que faltase a un entrenamiento.

«Quizás lo vuelva mi muñeco de practica esta vez».

Con eso en mente, Tsuganashi se alejó de Takeshi, quien comenzó a practicar, y luego se acercó a Kurumi.

 


Written By

orenohonyaku

Traductor japonés-español.