“Es de día, padre.” “Por favor, despierta, Hermano Mayor.” Dos voces — una digna como el sonido de una campana y la otra suave como la seda — despertaron a Yuuto de su sueño.
La primera memoria que Yuuto pudo recordar fue el de una ondulante llama de un horno dentro de una habitación oscura. El padre de Yuuto había sido un artesano serio que raramente volvía a casa, eligiendo principalmente encerrarse en su pequeño taller en las afueras de la ciudad.
“¡Ohhhh! ¡Ahhhh!” Las tropas que lo rodeaban lanzaron un estridente grito de guerra. Las vibraciones de miles de personas pisoteando sus pies parecían fluir a través de las ruedas hacia su cuerpo, resonando en el núcleo de su ser que sentía como si la tierra misma temblara.
Hay una leyenda en el Santuario Tsukimiya que dice: ‘Dentro del espejo divino reside un poder misterioso. El espejo divino es en realidad un espejo precioso de gran renombre. Si miras al espejo a través de un espejo opuesto en una noche de luna llena, serás arrastrado a otro mundo.’ En realidad, es solo el tipo de cliché urbano que…