Finalmente, aquel nefasto examen semestral había aquedado atrás, y ahora que ya era Noviembre, el otoño finalmente había hecho su aparición. Todos los estudiantes en la Academia de Magia Subaru, pasaban los días entrenando afanadamente sus afinidades mágicas para el siguiente examen que estaba muy cerca.

Esta vez, ya no entrenaban solo en el gimnasio, sino también lugares como el complejo deportivo externo y los propios salones de clase. El examen en cuestión, se denominaba como «Examen de aptitudes Mágicas» el cual se llevaría a cabo a fin de mes. Este, era un examen a gran escala y tal y como su nombre lo indica, buscaba evaluar las capacidades de los estudiantes para controlar su magia de su afinidad. Durante ese examen, los alumnos iban a ser agrupados en base a sus afinidades mágicas sin tomar en cuenta el grado académico que estuvieran cursando.

La academia realizaba tres exámenes de ese tipo en el trascurso del año escolar. El primero se llevaba a cabo en Mayo. Era un torneo donde equipos representantes de cada clase, se enfrentaban entre sí en batallas con magia. El siguiente, se llevaba a cabo a finales de Noviembre y era “El Examen de Aptitudes Mágicas” anteriormente mencionado. El último, se llevaba a cabo a finales de Enero y constaba de un evento de batallas mágicas de nieve por equipos separados en colores. Todas las pruebas tenían como objetivo, analizar las capacidades de los estudiantes para utilizar sus poderes de afinidad mágica. Asique, eran estrictamente evaluados por los profesores y los resultados, podían afectar al sistema de clasificación de los estudiantes para el próximo año.

Takeshi iba a realizar el examen por primera vez, y estuvo intentado averiguar de qué trataba, pero ninguno de sus compañeros supo darle una idea clara. Apenas tenía cuatro meses de haber aprendido a usar magia y acababa de aprender a controlar su poder mágico para utilizar a Twilight sin que drenara su poder mágico por completo. Por tal motivo, no tenía mucho tiempo de haber comenzado a entrenar con su Magia Evasiva de forma adecuada.

Durante ese examen, se supone que Takeshi seria agrupado junto a otros estudiantes de magia evasiva donde tendría que superar una prueba impuesta por el profesor a cargo. Sin embargo, estaba seguro que no habría otros estudiantes de magia evasiva que tuviera mejor control de su magia que él. Eso, a pesar de que el examen no hacia distinción de nivel académico, —excepto por los alumnos de primaria ya que ellos aún no habían aprendido el uso de su afinidad mágica y por lo tanto, eran los únicos exentos de participar—.  Estaba seguro que entre los de su grupo no habría nadie que hubiera aprendido a usar magia en un tiempo tan corto como él. Ida y Kurumi finalmente habían vuelto a entrenar en equipo con él y estaban dando lo mejor de sí.

Kurumi, prácticamente ya había dominado por completo su afinidad de magia biológica. Un poder llamado «Metamorfosis», el cual le permitía cambiar la edad física de su cuerpo a voluntad. Podía convertirse tanto en una niña o en una mujer adulta de edades que Kurumi no quería dar detalles, pero que Takeshi, estimaba que podia ser de unos cuarenta o cincuenta años.  Además, no solo podía convertir su cuerpo completo, si no partes de él y una vez lo demostró haciendo crecer sus pechos pese a haberse convertido en niña en edad de primaria. A pesar de todo, Kurumi se quejaba de que su magia no fuera útil.

Su magia no servía para luchar y si tuviera algún examen donde tuviera que enfrentarse a alguien en batalla, perdería con facilidad. Por tal motivo, Kurumi ahora se encontraba concentrada en entrenar el manejo de la magia básica que era su punto débil. Sin embargo, no se lo tomaba con calma ya que lo hacía con la misma seriedad que los otros estudiantes. A pesar de todo, Takeshi seguía teniendo una relación tensa tanto con Kurumi, como con Ida. Ya no era tan fácil intercambiar palabras como antes.

Cada vez que los entrenamientos acababan justo a las cinco en punto, Ida se marchaba inmediatamente sin decir nada. Cuando se quedaba solo con Kurumi, el ambiente entre ellos se mantenía tenso a pesar de que la acompañaba hasta los dormitorios. Él, quería regresar a tener la relación que tenía antes con ellos dos, pero no quería disculparse y eso lo tenía en un callejón sin salida. La única con quien si había podido platicar con normalidad era Mui. Pero últimamente hasta ella había comenzado a actuar bastante extraño y ya ni con ella podía comunicarse bien.

En el caso de Mui, tal vez solo era por el mal entendido de la relación de noviazgo que mantenía con Kurumi, por eso pensó en contarle la verdad pero al final no le dijo nada. (Más que todo porque Kurumi se opuso a ello). Takeshi sujetó firmemente a Twilight mientras pensaba en todo ello, y cuando los círculos mágicos comenzaron a brillar en sus ojos, de pronto se quedó observando a uno de los grupos que se encontraban al otro lado del gimnasio. Más allá de la multitud, Mui, un niño de primaria y una chica de secundaria que formaban parte de su grupo, se encontraban sentados platicando alegremente. Parecía que estaban tomando un descanso en ese momento. El niño de primaria, levantaba las manos haciendo muecas como si estuviera imitando algo, mientras Mui y la otra chica se reían a carcajadas.

—Takeshi, acabemos de una vez…

Takeshi volvió su mirada a Kurumi detrás de él y asintió.

—Ah, claro…

—Entonces, yo me marcho ya. Nos vemos mañana.

Ida hizo desaparecer de sus manos las partículas mágicas de color naranja y se marchó del gimnasio rápidamente. Al ver eso, Takeshi simplemente dejó escapar un leve suspiro.

Hasta el momento, Takeshi siempre había tenido muchos amigos pero nunca antes había tenido ese tipo de relación tensa con uno de ellos. Por eso no sabía qué hacer.

«Ahora que lo recuerdo, nunca antes me había peleado con un amigo», Analizó.

Con su hermano menor Gekkou, no había tenido muchas peleas. Sus padres siempre le decían que cuando pelearan, siempre le siguiera la corriente a su hermanito, asique Takeshi pensaba que eso es lo que debía hacer con todos. Utilizando ese método, también evitaba discusiones innecesarias con sus amigos y por eso ni siquiera sabía cómo hacer las paces.

—Takeshi, ya es hora de que nosotros también nos marchemos

Cuando escuchó el llamado de Kurumi, Takeshi envainó a Twilight, desactivó su magia y comenzó a caminar con ella.

A los alrededores, aun había estudiantes entrenando y liberando magia de afinidad y magia básica por todos lados, pues los más entusiastas, se quedaban hasta las seis de la tarde. (Porque a esa hora cerraba el gimnasio). De repente, uno de los hechizos que los estudiantes lanzaban, estuvo a punto de impactar a Kurumi, pero Takeshi la apartó de inmediato sin necesidad de usar su magia evasiva. Entonces la tambaleante Kurumi perdió el equilibrio y se estrelló contra el pecho de Takeshi. Él, sintió una mirada encima y volteó a mirar hacia atrás. Era mui que desde el otro lado del gimnasio los estaba observando fijamente.

—Isoshima…  aléjate ya. —Balbuceó, empujando a Kurumi de los hombros para tomar distancia de ella.

—Ah, claro. Lo siento, ya estoy bien. Gracias, Takeshi.

Kurumi estaba sonrojada en ese momento, pero Takeshi no se dio cuenta. Asique la tomó de mano, comenzó a caminar tirando de ella.

—¿Eh? ¿Takeshi?

Kurumi siguió el paso de Takeshi con una leve sonrisa y una cara sonrojaba hasta las orejas. Sin embargo, a diferencia ella, Takeshi llevaba una expresión tensa.

«No me importa fingir que somos novios, pero no quiero sentirme comprometido con eso incluso en los entrenamientos»

A Takeshi le preocupaba mucho que Mui se hiciera ideas equivocadas respecto a ellos, asique se marchó lo más rápido posible del gimnasio como si hubiera salido huyendo.

***

Una semana había pasado. Y durante ese lapso de tiempo, no ocurrió nada interesante. Sin embargo, cuando el examen ya estaba muy cerca y los estudiantes entrenaban aún más duro, Mui despareció de la academia.

Todo comenzó cuando Kurumi, preocupada de que Mui no llegó al dormitorio pese a haber llegado la hora límite, llamó a la encargada de los dormitorios. Ella contactó con las autoridades de la academia y durante toda la noche, los maestros la buscaron en todas partes sin éxito. A la mañana siguiente, Kurumi le contó a Takeshi o sucedido. Entonces él se marchó a hablar con Hitouji-sensei.

La mayoría de estudiantes solían quedarse en los dormitorios, y los únicos que no lo hacían, eran los que se marchaban directamente a sus casas. Sin embargo, Takeshi sabía que con Mui, ese no era el caso.  Ella, ya le había comentado antes que sus padres fallecieron y como no tenía un hogar a donde ir, vivía en los dormitorios de la academia desde hace mucho.

—Algo anda mal… —Musitó Takeshi.

Luego de volver de la sala de maestros.  Kurumi e Ida se habían sentado a su lado en el aula.

—¿A qué te refieres con eso? preguntó Kurumi frunciendo el ceño. Ella ya estaba hastiada de tanto escuchar el tema de Mui.

—Creo que la razón por la que Mui no está en la academia, —Mencionó Takeshi—. Es porque se escapó de nuevo para buscar a su hermano.

Ida, que miraba atentamente un panfleto de supermercado, contestó:

—Aunque sepas eso, no tienes idea de adonde fue en realidad…

Él, no parecía realmente interesado en el asunto, ya que lo que ocupaba su mente en ese preciso momento, era el tipo de comida que llevaría su bento del día siguiente.

—Es cierto, Takeshi —Apoyó Kurumi—. No podemos salir corriendo a buscarla. Lo más probable es que esa chica haya regresado a casa de sus padres en el mundo viviente  ¿No?

Takeshi negó con la cabeza y respondió:

—Mui no tiene más familia que su hermano mayor.

—¿Eh?

—¿Qué dices?

Kurumi e Ida, se sorprendieron al escuchar tal declaración.

—Así como lo oyen. —Aclaró Takeshi—. Ese es el motivo por el cual Mui intenta tan desesperadamente recuperar a su hermano.

—Con que así están las cosas… —Dijo Ida con una cara seria y pensativa.

—Pe-pero aun así, —Se apresuró Kurumi al ver que los dos simpatizaban con Mui—. Nosotros no podemos hacer nada. Yo apenas estoy comenzado a acostumbrarme a la magia básica y en cuanto a Ida-kun, él aún sigue explotando.

Cuando Ida escuchó que ella mencionó el control de su afinidad mágica, respondió:

—Oye, oye… no puedes decir eso, Isoshima… he pasado una semana sin romper nada.

—Eso no es cierto. —Refutó ella. Luego, miró a Takeshi—. Escucha, Takeshi. Los maestros son los que deben encargarse de buscar a Aiba-san, no nosotros.

—…

Incluso aunque eso fuera verdad, Takehsi no podía evitar estar preocupado por Mui pues, al no estar en la academia, lo más seguro era que había ido tras la pista de los Trailers otra vez.

La última vez que Mui se escapó para ir en busca de su hermano mayor Tsuganashi, fue severamente regañada por la directora y como castigo, fue degradada de la clase especial y asignada a la clase C.  Desde ese entonces, ella se había mantenido viviendo tranquilamente como una estudiante más.

En esa ocasión, la directora le dijo a Mui que dejara el asunto de Tsuganashi en manos de Wizard Breath, pero hasta la fecha, no habían hecho prácticamente nada. No era de extrañarse que Mui perdiera la paciencia. Takeshi sabía completamente el asunto y sabía que su preocupación por Mui, no era en vano

«Mui y yo, somos muy parecidos», Pensaba Takeshi.

Mui trataba de recuperar a su hermano Tsuganashi, mientras que Takeshi, había huido de su hermano menor Gekkou, que ahora lo odiaba. Eran cosas distintas eso sí, pero tenían en común la mala relación entre hermanos.

«Haría lo que fuera para que Gekkou me perdonara»

Desde aquel fatídico día en que ocurrió el accidente, Takeshi permaneció a la sombra de su hermano, recibiendo toda su ira y rencor con resignación. Pero se sentía tan harto, que las ganas de salir corriendo no le faltaban.

«Mui está intentando recuperar a su hermano sin importar cuantas veces él la rechace»

La persistencia que ella tenía,  hacía que Takeshi aun sintiera esperanzas de recuperar su relación con Gekkou. Aun esperaba que algún día, pudieran volver a cómo eran antes, verle de frente y volver a practicar kendo junto a él.

—Tal vez en su habitación haya alguna pista sobre el paradero de Mui. —Mencionó Takeshi.

Como había guardado silencio por un rato, pensaron que ya se había rendido con la intención de ir a buscarla. Pero, se sorprendieron al ver que volvió a insistir.

—Espera, Takehi ¿hablas en serio? —Susurró Kurumi.

El asombro de Kurumi, rápidamente se convirtió en frustración. Pero Takeshi obviamente no podía dejar sola Mui y dijo:

—Por favor Isoshima…  echa un vistazo en el escritorio de Mui, tal vez haya algo que nos dé una pista.

—No pienso hacer eso…

—¡Por favor Isoshima! —Insistió Takeshi juntando sus manos en señal de súplica.

—Takeshi…

—Sabes bien que yo no puedo entrar al dormitorio Maple.

El dormitorio “Maple”, era el dormitorio de las chicas en la academia mágica. El de los varones, era conocido como el dormitorio “Ivy» y estaba hasta el otro lado del edificio de la escuela, lejos del de las chicas. Como era de esperarse, estaba estrictamente prohibido que los chicos ingresaran al dormitorio de las chicas y viceversa. Si descubrían a un chico en el dormitorio de las chicas, podría incluso ser expulsado de la academia.

Kurumi dio un fuerte golpe al escritorio y se levantó de golpe.

—¡Ya dije que no lo haré! —Ella se volvió a negar rotundamente—. No quiero escabullirme para ir a hurgar en las cosas de alguien más.

A decir verdad, a Takeshi tampoco le gustaba la idea de hacer eso, pero sin ninguna pista, no podría buscar a Mui.

—Por favor, Isoshima. Te lo pido de todo corazón. Si lo haces, yo haré cualquier cosa que me pidas.

Kurumi se quedó mirando a Takeshi fijamente por un rato y respondió:

—Puede que no encuentre nada, pero haré lo que me pides.

Aunque un poco reacia, Kurumi finalmente aceptó la petición, asique Takeshi sonrió.

—No importa, tú hazlo de todos modos.

Kurumi dejó escapar un pesado suspiro y balbuceó:

—Pues qué remedio…

***

Había un corredor lleno de espejos que fungía como entrada a la academia. En una escuela normal, la entrada principal seria solo un portón, pero allí, la entrada eran dos enormes espejos colocados a cada lado de ese pasillo. Sin embargo, debido a que la mayoría de estudiantes se quedaban en los dormitorios, muy pocos eran los que lo utilizaban.

Al fondo de ese pasillo que tenia unos doscientos metros de largo, había dos puertas blancas de madera ubicadas a cada lado. Una daba al edificio de la academia, y la otra daba al patio que conducía hacia los dormitorios.

Takeshi se encontraba parado frente al pasillo, completamente solo. Ya llevaba quince minutos de estar allí y durante ese lapso de tiempo, nadie había aparecido por ningún lado. Involuntariamente, sonrió al ver su reflejo en aquellos enormes espejos. La razón, era por la expresión muy sombría que llevaba, pues tenía enormes ojeras bajo los ojos. No había dormido toda la noche de lo preocupado que estaba por Mui. Temía que los Trailers la estuvieran persiguiendo o peor aún, que la hubieran atrapado ya. La incertidumbre que le provocaba solo pensar en ello, lo carcomía por dentro. Le había pedido a Kurumi que buscara pistas sobre el paradero de Mui, pero aparte de eso, no sabía qué más hacer. Tenía la noción de a donde había ido, pero se sentía atado de manos. Lo único que podía hacer de momento, era esperar en ese corredor lleno de espejos. Cada vez que tenía algo de tiempo, Takeshi se mantuvo haciendo eso durante tres días posteriores a la desaparición de Mui.

La Academia de Magia Subaru, no tenía una puerta de entrada o una puerta trasera como las escuelas normales y aunque parecía que si las había, esas no eran más que simple decoración. La academia estaba cubierta por una poderosa barrera mágica de la cual ningún mago podía entrar o salir, más que por el pasillo de los espejos. Mui solo pudo pasar por ese lugar cuando se marchó, y por supuesto que al regresar, también tendría que pasar si o si, por el mismo pasillo.

«Ojalá pudiera ir a buscarla…», pensó Takeshi.

Había una razón por la cual Takeshi no podía salir a buscarla. Resulta que el desplazamiento a través de los portales en los espejos, tenía una limitación. Dichos portales, solo podían transportar a alguien hacia lugares en los que ya había estado antes. En el caso de Takeshi, el pasillo de los espejos nada más podía llevarlo al baño de su casa y a unos pocos lugares públicos del mundo viviente.

Si Mui se encontraba en algún lugar externo de la academia en el mundo en ruinas, Takeshi no tenía manera alguna de llegar. Es cierto que la ciudad de Tokio que había en el mundo en ruinas era la misma que había en el mundo viviente, pero sus edades eran distintas. La ciudad de Tokio que Takeshi conocía, era una de la actualidad, mientras que la Tokio del mundo en ruinas, era una Tokio de finales de los años noventa donde toda la gente desapareció y el tiempo se detuvo. Era una ciudad de Tokio donde él jamás había estado. Por tal motivo, se encontraba atrapado sin poder salir al exterior del mundo en ruinas.

«Creo que esperar a Mui aquí, no sirve de nada», Reflexionó Takeshi, dejando salir un pesado suspiro.

Kurumi e Ida, se mostraban muy optimistas creyendo que Mui volvería pronto. Pero Takeshi no creía eso, ya que cuando la conoció por primera vez, ella estaba siendo perseguida.

En ese momento, la puerta que daba al edificio de la academia, se abrió y apareció un estudiante que parecía ser dos o tres años mayor que Takeshi.  Llevaba puesto una especie de traje de neopreno de color negro y portaba una escopeta colgada en el hombro.  El chico se paró frente al espejo y antes de hacer otra cosa, se agachó para apretarse bien las agujetas de sus botas. Mientras tanto, Takeshi simplemente lo observaba en silencio. Pero luego, se le ocurrió algo y habló con el chico desde lo lejos:

—¿Ya te vas a casa?

Aquel chico que todavía ataba sus botas, contestó con una voz firme:

—No, estoy de servicio.

Luego se puso de pie, se compuso la pistolera y finalmente miró a Takeshi.

—Tú… ¿Eres de la clase especial? —Preguntó.

Aquel traje como de neopreno,  llevaba en el área del pecho un emblema de una luna en colores blanco y negro. Al ver la severa mirada de aquel senpai, Takeshi colocó su mano sobre Twilight que llevaba enfundada en su cintura. Sonrió con una expresión complicada y respondió:

—Sí, pero nada más estoy como refuerzo. Soy usuario de magia evasiva.

Al escuchar eso, aquel chico aparto su vista y miró hacia el espejo perdiendo completamente el interés y contestó:

—Ahh, ya veo… entonces, adiós…

Cuando el joven estuvo a punto de marcharse por el espejo, Takeshi lo llamó:

—O-oye…

—¿Qué pasa?

El chico volteó a mirar a con aires de sospecha. Entonces Takeshi preguntó:

—¿Cómo está la situación allá afuera?

—Nada bien. La última operación que realizamos fue un fracaso. Dos de mis hombres murieron y encima, la directora resultó herida.

—…

Takeshi respiró profundamente.

«Acaba de decir… que… ¿dos personas murieron? ¿Realmente esa es la situación de la guerra que hay afuera?»

El chico no parecía no haberse dado cuenta de la sorpresa de Takeshi y continuó:

—Era de esperar ese resultado ya que fue una operación que llevábamos a cabo solo con tres comunidades. Pero, ahora tenemos la ventaja porque esta vez desplegaremos a todas las comunidades del C7.  Esta vez el fracaso no es una opción.

—…

—No te preocupes. Tu estarás en la retaguardia asique no será necesario que te expongas al peligro. Estamos en medio de una operación a gran escala. Aunque los “concierges”* serán colocados al azar.

<<Traductor Ore no Honyaku: esto estaba asi en japonés. supuestamene es francés. y significa concerje y su definicion era de alguien que tiene las llaves de un edificio, vigila y cuida de él. No le vi mucho sentido y lo dejé como en el original, aunque despues cobra sentido cuando más adelante explican de que va. >>

El chico pensaba que Takeshi tenía miedo y relajó un poco su expresión.

—Dime… ¿A qué comunidad perteneces?

—Ah yo… Pertenezco a Wizard Breath —Respondió Takeshi rápidamente.

—Ya veo, yo pertenezco a «Eclipse». Me llamo Midorikawa. Espero verte del otro lado.

—Claro.

Aquel joven extendió su mano hacia el espejo, y un círculo mágico de color marrón claro, apareció en él y luego se abrió el portal.

—Ten cuidado… —Le dijo Takeshi.

Midorikawa se rio burlonamente y mientras se metía en el portal del espejo.

—Ja ja ja… gracias

El chico Midorikawa, desapareció marchándose hacia el mundo en ruinas y dejando atrás su círculo mágico en el espejo.

***

—¿Estás hablando en serio?  —Preguntó Kurumi levantando las cejas. Takeshi asintió y dijo:

—Por supuesto.

—No puedes hacer semejante cosa —Insistió Kurumi otra vez.

Takeshi ya estaba consciente de que Kurumi tenía toda la razón.

—No tengo alternativa.

La expresión de tragedia que Takeshi tenía en ese momento, hizo que Kurumi se pusiera aún más de mal humor

La última vez que vieron a Mui, había sido hace tres días después de clases. En ese momento, en el aula nada más estaban Takeshi, Kurumi e Ida. Todos los demás compañeros de clase, se habían marchado al gimnasio o alguno otro lugar para seguir entrenando sus afinidades mágicas para el examen.

Kurumi tuvo un mal presentimiento cuando Takeshi la llamó para que se quedara en el aula después de clases, pero como ya tenía una idea clara de lo que él quería hablar, sentía una presión en su pecho y tenía una expresión malhumorada.  Takeshi le había pedido que buscara pistas en las pertenecías de Mui, aprovechando que ambas Vivian en la misma habitación. Ya era momento de entregar resultados. Mui tenía un mapa de la Tokio de finales de los noventas guardado en un cajón de su escritorio. Kurumi tomó dicho mapa y se lo entregó a Takeshi. El mapa tenía marcas de bolígrafos azul y rojo.

«Que me diga todo eso, pero que me dé el mapa sin protestas, es muy injusto»

Takeshi había planteado que saldría a buscar a Mui. Entonces Kurumi miró a Takeshi con enfado y dijo:

—¡¿Afuera hay una guerra verdad?!

Takeshi simplemente dejo salir un pequeño suspiro.

—¡¿Acaso eres tonto?! ¿Quieres ir allá a morir?

—Pero si no voy, Mui va a…

—¡Esa chica se metió en eso por su propia voluntad! además, ella es perfectamente capaz de usar su magia. No como nosotros…

Mientras ella lo regañaba, Takeshi contestó con la mirada baja:

—Aun así, estoy preocupado por ella.

—…

Al escuchar eso, Kurumi abrió la boca con intención de decir algo más, pero rápidamente la volvió a cerrar sin decir nada.

«¿Preocupado por ella? Es lo único que tiene en la boca. ¡Preocupado! ¡Preocupado…! solamente se preocupa por ella»

Kurumi se quedó mirando a Takeshi que se disponía a revisar el mapa que ella le dio.

«Ha dicho varias veces que está preocupado por Mui… y yo… bueno, yo también estoy un poco preocupada por ella… Esa chica… es realmente muy descuidada y distraída. Se queda dormida en la bañera. Tiene un montón de peluches en su cama como si fuera una niña pequeña. Nunca para de hablarme, se acuesta a dormir con el cabello mojado y es muy ruidosa por las mañanas»

Mientras pensaba en todo eso, la ira de Kurumi se aplacó un poco y dejó salir un suspiro.

«Me siento extraña estando sola en una habitación tan grande. Todo es demasiado silencioso sin ella»

Kurumi seguía pensativa mirando al suelo, hasta que de pronto, Ida que había permanecido en silencio habló:

—Aguarda un segundo…

Takeshi dejó de examinar el mapa y levantó su vista hacia Ida.

—¿Que vas a hacer si no encuentras a Aiba?

—Seguir buscándola hasta dar con su paradero… —Respondió Takeshi de inmediato.

Pensando un poco, Ida sugirió:

—La primera vez que la encontraste estaba en la academia Sakuraya ¿no? tal vez haya ido al mundo viviente otra vez.

—No, esta vez se ha quedado en el mundo en ruinas. De eso no me cabe la menor duda.

—¿Por qué lo dices?

—En estos momentos, se está llevando a cabo una operación a gran escala allá afuera. No sería raro que el hermano de Mui esté involucrado en eso.

—¿Dices que Aiba se fue a ese lugar?

—Sí.

Cuando escuchó eso, Kurumi preguntó:

—Oye, ¿A qué te refieres con «operación a gran escala»?

Takeshi no quiso responder. Si le decía más cosas,  Kurumi solo se preocuparía más y acabaría oponiéndose aún más. Takeshi simplemente dobló el mapa, lo guardó en su mochila y se levantó.

—Isoshima por favor, no le digas nada al profesor hasta mi regreso.

—…

Takeshi la miró con seriedad mientras le pedía eso y por alguna razón, ella se llenó de temor.

—Oye ¿Acaso tienes pensado ir solo? —Preguntó Ida.

Él, permanecía sentado en su pupitre reclinado en la silla con los pies sobre el escritorio. Pero en ese momento se levantó y dijo:

—¿Eres idiota? Porque yo no pienso acompañarte.

Tomó su mochila se la echó al hombro y se marchó del aula.

—Takeshi… yo…

Kurumi sentía que aún tenía muchas cosas que decirle a Takeshi, pero por alguna razón, no fue capaz de expresarlas. En lugar de eso, se aferró a la ropa de Takeshi. Él le sonrió y dijo:

—Isoshima… volveré muy pronto.

La amable sonrisa de Takeshi siempre la hacía sentir mejor, pero esta vez no. Esta vez Kurumi sentía una fuerte presión en el pecho y tenía hartas ganas de llorar.

—¡¡Idiota!! —Gritó ella y luego salió corriendo del aula a toda prisa.

Takeshi se quedó solo en el aula escuchando los pasos de Kurumi que se alejaban.

***

Ya eran pasadas las seis de la tarde y Takeshi se encontraba de nuevo en el pasillo de los espejos después de pasar por su cuarto para dejar su mochila. Ahora, llevaba consigo el mapa doblado en el bolsillo del pecho. Estaba plenamente consciente de que afuera la batalla se estaba poniendo cada vez más cruda. Pero eso no le importaba, ya que lo único que tenía en mente, era encontrar a Mui lo más rápido posible y no podía quedarse de brazos cruzados.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó alguien de repente.

Era otro estudiante de curso superior que venía completamente equipado el apareció mientras él se encontraba allí parado. Llevaba un uniforme azul marino de apariencia militar con un emblema de una estrella de cinco puntas en el pecho. Era un uniforme totalmente distinto al uniforme escolar normal.

«Ese es el emblema de «Wizard Breath»», Analizó Takeshi.

El emblema que Midorikawa —el chico que conoció la última vez—, portaba en el pecho, era el de una luna. Ese emblema, era el de la comunidad llamada «Eclipse». Fue a partir de ese momento en que vio eso, que Takeshi se dedicó a investigar acerca de los emblemas de cada una de las comunidades del C7, y supo de inmediato a cual comunidad pertenecía este otro chico.

—Estoy esperando a alguien. —Contestó Takeshi. Luego miró directamente al chico y preguntó—. ¿Acaso están planeando una estrategia?

—Sí, más o menos…

Al igual que hizo Midorikawa, este chico también se apretó las agujetas de sus botas y revisó su equipo. Pero cuando escucho «estrategia» alzó la cara. Takeshi se llevó la mano al bolsillo de su pecho y dijo:

—Tengo algo que entregar a Midorikawa-san de Eclipse. ¿Me puedo ir contigo? Estuve esperando a mis demás compañeros pero parece que ya no van a venir y tengo prisa.

Aquel chico miró con cierta sospecha a Takeshi.

—Oye ¿Ya te dieron tu botón de “Concierge”?

—Claro que si…

A decir verdad, Takeshi no tenía ni la más remota idea de lo que significaba “Concierge”, pero de cualquier manera mantuvo la farsa.

—Fuu…  a ver, ¿Dónde es que iban a ser desplegados tus compañeros de Eclipse? Porque ya te digo que yo voy hacia la zona de Ebisu.*

<<Traductor Ore no Honyaku: Ebisu es un barrio de Shibuya en Tokio>>

—No importa eso —Contestó Takeshi.

Sin embargo, al ver la extraña actitud de Takeshi, el chico frunció el ceño.

—¿Cómo que no importa?  ¿Qué vas a hacer si están formados en un lugar demasiado lejos de donde voy yo?

—P-pues… estoy seguro de que estarán muy cerca de allí.

El estudiante cada vez estaba más escéptico y miró fijamente a Takeshi quien apartó la mirada hacia otro lado.

—Oye… ¿Eres de la clase especial? Porque no me parece haberte visto antes…

—Bu-bueno, no soy de la clase especial, pero si soy usuario de magia evasiva.

Takeshi sabía perfectamente, que los magos de magia evasiva, eran muy pocos y muy raros de encontrar cualquiera de las comunidades. Efectivamente, el estudiante parecía haber sido convencido y con un aura de curiosidad preguntó:

—¿En serio? ¿Y qué tipo de magia evasiva utilizas?

—Es «strike vision» una habilidad de intuición.

—¡Hee! Qué bien… ojala estuvieras con nosotros en Wizard Breath —Dijo el chico con emoción—. Bueno, no hay tiempo para estar con esto. Ya es hora de que me vaya. Pero… ¿En serio te vas a venir detrás de mí?

—Sí.

El estudiante puso su mano sobre el espejo y activó su círculo mágico para abrir el portal. Takeshi fue detrás de él mientras sujetaba con fuerza la empuñadura de Twilight. Sin importar el lugar donde apareciese, tenía que pensar rápido su próximo movimiento.

«Mui…»

La superficie del espejo onduló como si fuese agua. Y, tan pronto como el portal estuvo listo, ambos chicos se dirigieron a él sin demora. Justo detrás del otro chico, Takeshi dio un pasó largo y se metió de una vez en el espejo. Sin embargo, antes de que todo su cuerpo entero pasara a través, algo que venía a toda prisa le golpeó repentinamente en la espalda haciéndolo atravesar el portal por la fuerza. Luego de la terrible caída, aquel estudiante exclamó:

—¿Qué pasa? ¿Quiénes son ustedes?

Takeshi no podía ni levantarse debido al gran peso de algo que había caído encima de él de algún lado. Ni siquiera podía levantar la cara.

—Vaya parece que lo logramos. El espejo estaba a punto de cerrarse.

—¡Oye! Ida-kun, apártate, estas muy pesado.

Takeshi estaba asombrado al escuchar dos voces conocidas. Poco a poco, cuando el peso de su cuerpo se fue apartando, Takeshi pudo levantarse y los miró.

—¡Ida!¡ Isoshima…! ¿Cómo es que…?

Aquellos dos ni siquiera miraron a Takeshi, si no que se dispusieron a mirar a su alrededor.

—Oigan… estamos fuera de la academia ¿verdad?

La pregunta de Kurumi no fue respondida por el estudiante, si no por otra persona que dijo:

—¿Son estudiantes de la academia? regresen de inmediato.

En ese momento, Takeshi se halló postrado a los pies de una mujer sentada en una lujosa silla con terciopelo color rojo. La mujer estaba vestida con capa y capucha de color blanco, y les echó una mirada fría. El estudiante dejó salir un pesado suspiro y dijo:

—Este no es un lugar para andar jugando. Todos ustedes, vuelvan a la academia de inmediato.

El chico señaló a un lugar donde estaba un espejo del tamaño justo de una persona. Takeshi se puso de pie y se dio cuenta que el lugar en donde se encontraban, era una habitación con una medida de unos cuatro tatamis.* Sin embargo, las paredes eran transparentes y podías ver a través de ellas. Esa especie de habitación estaba en medio de lo que parecía ser una calle entre edificios. La habitación en donde se encontraban, podría parecer desde el exterior como una especie de vitrina gigante.

<<Traductor Ore no Honyaku: El tatami es una alfombra o estera hecha de paja que los japoneses suelen poner en las habitaciones importantes. Se supone que las usan como medida de referencia para medir el espacio de una habitacion. Se supone que la medida estandar es de 90 cm de ancho por 180 cm de largo y 5 cm de grosor. En este caso, al ser cuatro tatamis, si las colocamos de tal forma que formen un cuadrado, obtendriamos un area de 2.70 metros cuadrados. >>

—Lo siento mucho Yuri-san. Pero… ¿podría encargarse de ellos? yo tengo que irme o llegaré tarde al punto de encuentro —Dijo el chico.

La mujer asintió levemente y el estudiante se escabulló a través de la pared y salió al exterior. La habitación de vidrio no tenía puertas, pero parecía que sus paredes podían ser atravesadas como si fuese un holograma. Takeshi aún seguía sorprendido cuando de pronto la mujer les habló:

—Voy a abrirles un portal para que regresen de inmediato a la academia.

La mujer, no tuvo necesidad de tocar el espejo. Ni siquiera se levantó de su asiento, sino que simplemente apuntó con su dedo hacia él. Una cantidad de partículas mágicas volaron hacia allí y dibujaron un círculo mágico.

—Vamos, regresen a la academia. Este lugar es peligroso.

La mujer ya había abierto el portal de regreso a la academia. Sin embargo, Takeshi negó con la cabeza y dijo:

—Mi amiga está allá afuera.

La mujer frunció el ceño.

—¿Tu amiga es miembro de la clase especial?

—Lo era… pero ahora ya no…

Kurumi tomó la palabra en lugar de Takerhsi y dijo:

—Estamos buscando a Aiba Mui.

—Aiba… Mui… —Balbuceó la mujer mientras miraba a Takeshi y a Kurumi. Luego miró a Ida que simplemente observaba el asunto con los brazos cruzados—. No la he visto. Al menos por aquí, no ha pasado…

—Mui se marchó hace tres días —Respondió Takeshi.

La mujer apartó su mirada y agachó la cabeza diciendo:

—En ese caso, las probabilidades de que siga viva son escazas.

—¿A qué se refiere?

—Observen…

La mujer miró hacia otro lugar e instó a los tres a que miraran en la misma dirección. A través de la pared transparente, en el cielo distante, Takeshi vio algo que parecía ser muchos pájaros revoloteando en el aire. O eso pensó él, hasta que Kurumi dijo:

—Esas… ¿Son personas?

Aquellos objetos apenas podían ser notados como pequeños puntos en el cielo que chocaban entre si dispersando chispas y desplazándose a velocidades imposibles para un ave. Algunos caían súbitamente a tierra mientras que otros se alzaban hacia el cielo iluminando todo el espacio aéreo con luces de distintos colores. Cuando Takeshi miró con atención uno de esos puntos, alcanzó a notar que se trataba de una persona que iba en caída libre con los brazos y piernas extendidos. Entonces, un escalofrió le recorrió la espalda.

—Tal como lo ven, el C7 se encuentra ahora en medio de una operación de combate que…

La explicación de la mujer, fue súbitamente interrumpida. Un objeto de color gris oscuro que parecía lodo, cayó de repente sobre la habitación transparente haciendo que esta se estremeciera violentamente.

—¡Kyaa!

—¡Uaa! ¿Qué rayos pasa?

Kurumi e Ida se agacharon por reflejo y Takeshi hizo lo mismo posteriormente.

Aquella masa de limo grisáceo, comenzó a reunirse por encima de la pequeña habitación como si fuese una criatura viviente, y emergió rápidamente convirtiéndose en una enorme bola. De su interior, salió el brazo de una persona el cual se movía enérgicamente hacia arriba y hacia abajo como si intentara escapar de su interior, pero la bola de lodo se elevó rápidamente por el aire.

Más allá de ella, se encontraba un solo mago flotando en el cielo. El hombre parecía estar manipulando dicha bola de lodo e hizo que esta se estrellara una y otra vez contra los edificios de la zona. La esfera explotó salpicando por todos lados y revelando a la persona que se encontraba atrapada dentro.

Era un hombre que lucía completamente debilitado, el cual fue nuevamente atrapado por el limo antes de que cayese al suelo y lo estampó contra un muro.  El hombre debilitado, abrió los ojos y pareció que dijo algo. El mago del limo, también parecía haberle contestado. Luego de eso, un destello azul y rojo brilló intensamente entre esos dos magos. Las partículas mágicas de color azul parecían ser más fuertes y penetraron al hombre en la pared como si fuese una flecha. Cuando el mago que había ganado la batalla llamó a la esfera de limo, el hombre en la pared cayó, al suelo y el otro se marchó volando sin siquiera mirar atrás.

No solo Takeshi, si no también Kurumi e Ida, se habían quedado completamente pasmados y mudos. Y, mientras los tres miraban atónitos, la mujer les habló con voz tranquila:

—No se preocupen. Están seguros aquí. Están dentro de una barrera que no permite el paso de ninguna magia. —La mujer suspiró al ver que los tres aún seguían absortos ante lo que acababan de presenciar—. Parece que ustedes no saben lo que son “Las cajas” ni lo que es un “Concierge”. Y parece que, tampoco son de la clase especial. Asique díganme… ¿De qué clase son ustedes exactamente?

Ida que rápidamente volvió en sí, respondió susurrando en un tono depresivo:

—Somos de la clase C…

La mujer sacudió la cabeza y dijo:

—Regresen en este mismo instante. Este no es lugar para ustedes.

Justo en ese momento, Kurumi que seguía mirando, gritó de repente llamando la atención de Takeshi e Ida. Resulta que más de diez tigres corrían atravesando la intersección de la calle donde se encontraban. Una persona cabalgaba en los lomos del último tigre, pero esta persona, inmediatamente saltó y se transformó en un tigre igual que los demás, y corrió junto a ellos.

—¡Esa persona se convirtió en un tigre!

Kurumi rápidamente se aferró al brazo de Takeshi de manera inconsciente, y él le correspondió sujetándole la mano fuertemente. Su cuerpo estaba completamente rígido pues aun no podía creer todo lo que veía con sus propios ojos. Incluso las manos de Kurumi se sentían frías y temblaban.

—Es un escuadrón de bestias blindadas de Wizard Breath. —Explicó la mujer—. Parece que están en medio de una batalla. Ustedes no harían más interferir en su camino así que es mejor que se marchen de regreso.

La mujer no parecía querer levantarse de la silla, pero aun así exhortaba a los chicos para que se regresasen a la academia. Takeshi había comenzado a comprender bien lo que estaba sucediendo afuera. Pero, aun así, no podía retirarse.

—Tenemos que encontrar a Mui. —Insistió Takeshi.

Al decir eso, intentó salir atravesando la pared como lo hizo el otro chico. Sin embargo, cuando se aproximó a las paredes transparentes e intentó tocarlas para ver si podía atravesarlas, la mujer gritó:

—¡¡No toques la barrera!!

Takeshi la volteó a mirar y refutó:

—Ella sigue con vida. Ya fue perseguida por los Trailers antes y consiguió escapar por sus propios medios. Estoy seguro de que Mui está bien.

—¡Eso no quiere decir que tengas permiso de pasar! Que unos estudiantes de la clase C vayan al exterior es prácticamente un suicidio garantizado.

Takeshi se quedó mirando a la mujer fijamente. Él sabía de antemano que ir allí era peligroso. Pero aun así, sentía que si se rendía allí y regresaba, no volvería a ver a Mui.

—Escucha, desde el primer momento en que pongas un pie fuera de la barrera, serás considerado un combatiente como los demás. Asique, ahora que lo sabes, regresa a la academia. El paseo terminó.

La mujer habló con un tono severo. Pero la cabeza de Takeshi solo pensaba en estar del otro lado.

«Mui se encuentra allá afuera»

El mapa que llevaba en el bolsillo de su pecho de pronto se volvió caliente.

La mayoría de lugares en el mapa, estaba marcados con tinta roja. Pero había un solo lugar que estaba encerrado en un círculo. De repente, Kurumi agarró el hombro de Takeshi y tiró de él.

—Takeshi, mejor volvamos…

Su voz parecía estar llena de miedo.

—Por favor Takeshi.

El rostro de Kurumi lucia pálido. Takeshi sujetó a Kurumi de los hombros y dijo:

—Isoshima, tu regrésate a la academia. Ida, tú también.

—Oye… ¿Que estas planeando hacer? —Preguntó Ida.

Takeshi no respondió. Solo, soltó los hombros de Kurumi.

—¿¡Takeshi!?

—Lo siento…

Takeshi se dio media vuelta y cruzó la barrera. Por un momento sintió como una especie de membrana que se pegaba a todo su cuerpo, pero fue relativamente fácil de cruzar.

—¡Espera!

La mujer intentó detener a Takeshi sin embargo la voz ya no llegó a él. El exterior y el interior de la barrera estaban totalmente aislados.

—Espera Takeshi ¡No te vayas!

Ida en ese momento sujetó a Kurumi de la mano porque intentó pasar la barrera para perseguir a Takeshi.

—Isoshima, mejor deberíamos volver ¿no crees?

—¡¡¡Takeshiiiii!!!

Kurumi volteó a ver a Ida y le pisoteó el pie.

—¡¡Auuuuch!!

Cuando Ida se puso a brincar de dolor, soltó a Kurumi y ella aprovechó para correr hacia la barrera y atravesarla.

—Espera, ¡Isoshima!

Ida la persiguió a toda prisa y antes de darse cuenta, había atravesado la barrera también. Cuando se detuvo y miró hacia atrás, aquella habitación transparente no podía verse por ningún lado.

—¿Eh? ¿Pero qué demonios…?

Aquella entrada a la que llamaban “La Caja”, solo podía ser reconocida por aquellos que portaban y mantenían presionado un botón al que llamaban “Conscierge”. Una vez que estabas completamente en el exterior, ninguna otra persona ya sea mago o no, sería capaz de ver o tocar “la caja”. Por supuesto, ni Takeshi, ni Kurumi, ni Ida, tenían conocimiento de eso. Ida sabía que era más importante seguir a Kurumi que quedarse a investigar sobre donde había ido la caja, asique continuó corriendo.

Rápidamente encontró a Kurumi y a su vez, ambos se reunieron con Takeshi. Al final del camino, había una intersección donde los de Wizard Breath y los Trailer, aún seguían enfrentándose en una feroz batalla, asique Takeshi tuvo que ocultarse de momento.

Los tres se metieron en la entrada de un estacionamiento subterráneo de uno de los edificios cercanos, esperando que acabara la batalla.

—Oiga, la persona que vimos peleando hace rato… ¿se murió de verdad? —Preguntó Kurumi.

—Es posible —Respondió Ida.

En ese momento ambos suspiraron con preocupación.

—Parece que la cosa va en serio. —Agregó Ida.

Mientras ambos se deprimían, Takeshi se dispuso a revisar el mapa con seriedad.

—Takeshi, el color de tus ojos…

Cuando Kurumi señaló, Ida volteó a ver a Takeshi con sorpresa.

—Siempre estas sacando tu espada ¿eh?

Takeshi que ya tenía Twilight desenvainada en la mano derecha les dijo:

—Ustedes también deberían prepararse para usar su magia.

Kurumi se metió las manos en los bolsillos de su falda y revisó para asegurarse que su labial estuviera allí.

—Aunque digas eso, sabes bien que yo no puedo luchar. —Aclaró Kurumi.

—Sabes usar magia básica ¿no?

—Aún sigo practicando…

Ida se rio de la debilidad de Kurumi y luego dijo:

—Espera un segundo, En tu caso, Isoshima puede transformarte en una niña pequeña para escapar ¿no?

—¿Incluso habiendo visto aquello de antes te pones a decir esas cosas? Aun siendo una niña o cualquier otra cosa, aquí van a intentar matarme sin hacer preguntas.

Kurumi se encogió de hombros completamente aterrada.

Mientras tanto, Takeshi continuaba mirando el mapa con mucha atención.

Finalmente, Ida y Kurumi también se aproximaron para ver el mapa extendido en el suelo junto a él.

—Estamos en Ebisu ¿no? —preguntó Ida.

—Eso se supone…

Mientras Ida y kurumi buscaban la localización del barrio de Ebisu en el mapa, Takeshi señaló un punto y dijo:

—Si se fijan bien, El Ebisu de aquí, es distinto al del mundo viviente de dónde venimos. En este mundo, aun no existe el Garden Place.

Una vez que estuvieron conscientes de su ubicación, se dieron cuenta de que no estaban lejos de la zona que Mui había marcado en el mapa.

—El círculo rojo marca la estación ¿cierto?

Tal y como mencionó Kurumi, el circulo marcaba un edificio cerca de la estación del barrio de Ebisu. Takeshi levantó la mirada y los vio a ambos seriamente concentrados en el mapa. Entonces dijo:

—Oigan, aún están a tiempo de regresar. Sería bueno que ambos hicieran eso.

Sin embargo, la sugerencia de Takeshi fue denegada de inmediato.

—Yo no pienso regresar.

—Yo tampoco voy a hacerlo

—Pero podría ser muy peligros. ¿Están seguros? Isoshima, tu hasta hace un rato incluso estabas gritando de miedo…

Kurumi ladeó la cabeza como si estuviera confundida y dijo:

—Mmm… Yo no he gritado.

—¿Eh? claro que lo hiciste —Señaló Ida.

Sin embargo, Kurumi lo volvió a negar rotundamente mientras miraba de reojo.

—¡Yo no he gritado! Además, no he estado para nada asustada.

Inesperadamente, Takeshi sonrió.

—De acuerdo. Entonces buscaremos a Mui rápidamente y regresaremos aquí.

—Si…

—¡Afirmativo!

Kurumi susurró y asintió, mientras que Ida hizo un saludo militar.

—Oye, no hagas eso. —Mencionó Kurumi.

—¿Por qué? —Preguntó Ida.

—Te ves ridículo diciendo “Afirmativo” y haciendo ese gesto

—¿Hablas en serio?

—…

Takeshi e Ida se miraron entre sí, y luego se echaron a reír mientras Kurumi hacia un puchero.

***

El viento que azotaba el techo de cierto edificio, estaba más frio que en cualquier otro lugar. Mientras tanto, Mui corría a toda prisa subiendo unas escaleras hasta que finalmente, llegó a la azotea. Caminó entre todas las unidades de aire acondicionado alineadas en el lugar, y gritó:

—¡Nii-san!

Estaba un 97% segura de que su hermano mayor se encontraba en ese lugar. Mui había esperado ese momento desde la vez que estuvo con la brujita adivinadora en el festival de magia.  En sus manos, llevaba la pistola nombrada «Arthur» por su propio hermano mayor.

Al escuchar la voz de ella, Aiba Tsuganashi la volteó a mirar fríamente. La puesta de sol podía verse tras de él y su rostro en la penumbra lucia aún más tétrico.

—¿Otra vez tú?

Tsuganashi se encontraba parado al borde de la azotea y saltó de nuevo al interior comenzando a caminar hacia Mui.

Cuando él estuvo lo suficientemente cerca, Mui se dio cuenta que el sable militar que llevaba, estaba cubierto de sangre. Ella no quería ni imaginarse de quien era esa sangre. Tal vez de algún compañero de Wizard Breath, o de algún estudiante que en algún momento vio en la academia. No importaba quien hubiera sido. Le aterraba la idea de saberlo.

—Ya deja de perseguirme.

Tsuganashi sacudió la espada para escurrir la sangre y luego la limpió cuidadosamente con una tela que sacó. Mientras tanto, Mui apretaba los puños para detener el temblor de sus hombros. Esperó a que Tsuganashi envainara el sable, y finalmente habló:

—Nunca me rendiré. Te perseguiré hasta que vuelvas a estar a mi lado.

Sin embargo, Tsuganashi se burló de las desesperadas palabas de Mui y dijo:

—Yo no soy tu hermano.

Mui entonces, se metió la mano al bolsillo. El gesto hizo que Tsuganashi se pusiera en sobre aviso y rápidamente extendió sus manos con guantes blancos los cuales eran su Aspecto. Pero, tan pronto como vio que lo que Mui sacó no era un arma o su aspecto, bajó la mano.

—Mira esto y dime qué puedes decir al respecto. —Dijo Mui.

Ella lanzó un puñado de fotos hacia él.

—Esos guantes blancos que llevas puestos, te los regalé yo en uno de tus cumpleaños.

Las fotos dispersas, mostraban a un niño y una niña. El niño estaba usando un par de guantes blancos que aún le quedaban grandes, pero lucia muy sonriente ante su hermanita quien tímidamente hacia una señal de paz. Lucían como un par de hermanos muy cercanos. Sin embargo, las fotografías simplemente fueron pisoteadas por Tsuganashi.

—Estas cosas se pueden falsificar fácilmente. Pero, da igual si tu historia es cierta o no. Porque de lo que si estoy seguro, es que ahora yo soy Tsuganashi de los Trailer.

—¿Quieres que vuelva contigo?  ¿Cuantos de tus compañeros de Wizard Breath me atacarían al hacerlo? No digas estupideces…

—Nii-san…

La actitud terca de su hermano era igual que antes y Mui ya no hallaba que decir.

«Pensé que si le mostraba las fotos, él reaccionaria, pero parece que no ha funcionado»

En ese momento, una explosión ocurrió a varios kilómetros al suroeste. Era el fulgor de la batalla entre los Trailers y los de Wizard Breath. Mui sabía que Wizard Breath atacaría a los Trailer en la zona sur de la estación de Ebisu.  Tenían que pasar tres días hasta que el C7 iniciara las operaciones 356 y 358. Cuando dichas operaciones dieron comienzo, las comunidades incrementaron el número de “Concierges” en todo el mundo en ruinas. Con Concierges, se referían a magos usuarios de magia negra que gestionaban las entradas del mundo en ruinas y el mundo viviente creando una barrera especial que no podía ser afectada por magia y solamente dejaban utilizar el espejo a aquellos que portaban consigo un botón especial.

Mui aprovechó el inicio de la operación para salir al mundo en ruinas a través de las muchas entradas de Concierges que pertenecían a Wizard Breath. Sabía que su hermano aparecería en ese lugar ese día especifico, asique se mantuvo oculta en un edificio cercano hasta que llegara el momento. Y por lo que había visto, en ese lapso de tiempo, la situación del C7 en batalla no era nada alentadora.

Los Trailers se habían concentrado en dominar el espacio aéreo. Además de eso, en tierra estaban llevando a cabo asesinatos furtivos durante la noche, dirigidos solamente a magos de rango avanzado, utilizando un número mínimo de tropas. Algo que ello denominaban como: “Operación Chacal”. Esa estrategia había hecho un daño considerable últimamente.

Mui quería ayudar a los de Wizard Breath, pero su único motivo para estar allí, era rescatar a su hermano, asique se dedicó a observar la situación desde lejos. Tsuganashi era uno de los que habían estado participando en la dichosa operación Chacal. Durante los últimos tres días.

Antes de entrar al edificio donde estaban actualmente, Mui fue testigo de cómo un mago congelado, caía varios metros desde la azotea. Cuando el hombre cayó en el suelo, salpicó de sangre por todos lados, dejando una vista de espeluznantes y grotescas flores rojas. Mui se precipitó a la entrada del edificio y derramó lágrimas sin darse cuenta. No quería que su hermano siguiera haciendo cosas tan horribles.

—Alégrate, niña. He estado pensando en ti desde la última vez que nos vimos.

—¿…?

Mui no entendió lo que Tsuganashi dijo asique se limitó a mirarlo fijamente, entonces él sonrió levemente y agregó:

—Te imaginé en mi mente una y otra vez convirtiéndote en una estatua de hielo. Y pensé: ¿Cuál sería la postura más adecuada para congelarte? Entonces pensé en una donde mantuvieras esa expresión triste que tienes, por siempre.

Tsuganashi se ajustó los guantes blancos con una sonrisa.

—Ni-Nii-san… Tu nunca harías algo como eso… —Contestó Mui sacudiendo la cabeza.

—Te equivocas. Por supuesto que puedo. Mi magia es capaz de eso. Si tanto dices que soy tu hermano, entonces deberías saberlo. Puedo congelarlo todo con mi «Evil Ice«.

 Mui sacudió su cabeza una vez más.

—No, mi hermano nunca usaría su poder en un ser vivo. Nunca usó su magia de esa manera.

—Parece que ese hermano que recuerdas, era un sujeto aburrido.  ¿No es acaso este poder un tesoro desperdiciado?

Mui miró a Tsuganashi quien sonreía fríamente y dijo:

—Mi hermano solía crear flores de hielo para mí.

—¡Ja…!

Cuando Mui escuchó esa extraña reacción, alzó la mirada solo para ver a su hermano mayor estallara en carcajadas.

—¡Ja ja ja ja ja! ¿Flores de hielo? ¿Hablas en serio? Veo que usaba mis poderes para jugar ¿Eh? seguro eran todas unas obras de arte. ¡ja ja ja ja ja!

—¡No-No seas tonto, Nii-san! tu siempre usaste tu poder para ayudar a los demás, no para lastimar personas.

Tsuganashi parecía que no podía dejar de reír al escuchar todo lo que ella decía.

—Ya estuvo bueno de tanta broma. Para lo único que usaré este poder, es para deshacerme de todos los magos de Wizard Breath. Tu preciada comunidad, tus preciados amigos, y a ti, los congelaré a todos. Convertiré sus vidas en flores.  Los visten ¿no? aquellas flores rojas dispersas al rededor del edificio.

—Nii-san…

Mientras mui permanecía horrorizada, Tsuganashi exhibió sus guantes blancos y comenzó de inmediato.

—¡Liberate!

De esos guantes blancos, brotaron partículas mágicas de color celeste.

Mui respondió instantáneamente al saber que su hermano estaba a punto de lanzarle un hechizo de magia de afinidad de alto nivel.

—¡Liberate!

—Muy tarde…

El ataque de Tsuganashi fue más rápido que Mui, quien no alcanzó ni a apuntar con su pistola.

—¡Crece! «Thousand Fang«

Todo el suelo de los alrededores, se cubrió de una delgada capa de hielo desde la cual, varias columnas de hielo en forma de colmillo emergieron.

—¡»Float»!

Mui se elevó por el cielo con magia de levitación para evitar el ataque.

—Es inútil, ¡derríbala! «Big Hail«

Una gran cantidad de granizo del tamaño de un puño, volaron con un ventarrón y golpearon a Mui. Ella fue arrastrada por el viento, pero aun así, logró apuntar su arma contra su hermano y disparó:

—¡»Thunder mil«!

Las partículas mágicas de color amarillo que se reunieron en el cocido del cañón de su pistola, y dibujaron un enorme circulo mágico y de allí, salió un rayo que se transformó en una especie de turbina entre ellos dos, mandando a volar todo el granizo.

—¡Ah! es cierto. Tú eres una usuaria de “Magia de Aceleración”. —Mencionó Tsuganashi sonriendo con interés.

—Nii-san ya detén todo esto…

Sin embargo, él no escuchó lo que ella gritó desde el aire y volvió a agitar su mano derecha con el guante blanco.

—¡»Diamond Cedar«!

Tsuganashi hizo crecer un enorme carámbano que se extendió con ramas y hojas de hielo solo para atacar a Mui. Ese Hechizo, había sido creado por ellos dos cuando solían jugar juntos.

 —Si dices haber olvidado todo y haberme olvidado a mí, ¡¡Entonces no uses ese hechizo!!

Con lágrimas en los ojos, Mui apuntó al árbol de hielo recién creado.

—¡»Melt Projection«!

Las partículas mágicas de color amarillo, se reunieron en el cocido del cañón una vez más, y crearon un círculo mágico gigantesco.  Las ramas y hojas que se extendían hacia ella, fueron perforadas por el rayo calorífico. Sin embargo, Mui fue capturada de los pies desde atrás y perdió el equilibrio.

—¡Aah!

Mientras ella flotaba, Tsuaganshi se encontraba debajo de ella, y mientras sostenía sus pies, habló de manera fría y dijo:

—Se acabó. «Stab Robin«

Cuando pronunció ese hechizo, varios pájaros volaron varios petirrojos hecho de hielo, volaron rápidamente como balas, hiriendo severamente  Mui.

—¡¡Kyaaaaaaa!!

Su ropa se desgarraba, la sangre comenzó a brotar y un dolor inmenso inundó todo su cuerpo. Mui no podía hacer nada.

Tsuganashi hizo desaparecer todo el hielo como si fuera polvo, y cuando todo volvió a la normalidad. Observó a Mui. Ella era una maga de clase intermedia que pertenecía a Wizard Breath.

—Fue un poco difícil lidiar contigo…

Tsuganashi se acercó lentamente para corroborar y se inclinó para revisar si Mui estaba muerta. En ese momento, Mui abrió los ojos de golpe y colocó su mano sobre la superficie del suelo como si estuviera agarrando algo  aunque no había nada.

—Sujétalo ¡»Fast eel«!

Sus partículas mágicas de color amarillo, se extendieron por el suelo, formando varias tiras como si fuesen serpientes que envolvieron a Tsuganashi.

—¿Qu…?

Cuando Mui se levantó, tiró del manojo de partículas mágicas en su mano izquierda inmovilizando a Tsuganashi.

—¡Gu…!

Mientras Tsuganashi se retorcía y gemía intentando zafarse, Mui no pudo evitar levantar los puños en señal de triunfo.

—¡Lo logré!

Resulta que cuando ella atacó al árbol con su hechizo “Melt Projection”, aprovechó para enviar y tejer pequeños hilos de sus partículas mágicas en el suelo de forma tan fina que fuesen invisibles. Cuando Mui respiró aliviada despertando su cuerpo lacerado y harapiento. Recibió un susurro en su oído.

—¿Qué fue lo que lograste según tú?

—¿Nii…?

Algo imposible estaba sucediendo. Mui acaba de oír la voz de su hermano detrás de ella. Ni siquiera pudo decirle nada porque frente ella, el hermano mayor que había sujetado con las serpientes amarillas, de pronto se hizo añicos.

—Lo siento mucho, pero esa era solo una estatua de hielo.

La voz despiadada atrapó a Mui como un Shinigami.

—Huh ¡gaah!

La tomó por el cuello desde atrás y la levantó. Aquellos guantes blancos muy fríos, tensaban el delgado cuello de Mui.

—Ni…i….sa….n….

Tenía que dispararle a su hermano detrás de ella con la pistola. Pero aunque pensara en hacerlo, sus manos estaban muy frias y sus dedos entumecidos.

—Habías dicho que si entrenaba más, todo me saldría de la misma manera, ¿verdad, Mui?

—…

Mui aun no había perdido la conciencia y pudo escucharlo claramente y lo pensó por un momento.

—¿Qué? ¿Que se supone que acabo de decir? —Balbuceó Tsuganashi.

Su mano que apretaba el cuello de Mui se aflojó ligeramente.

—Nii… saa…n ¿pu…diste… re…cordar, algo?

Incluso estando a sus espaldas, ella podía sentir claramente la confusión de su hermano.

—¡No! Tu… solo estas diciendo cosas raras para confundirme…

—Esos…. son recuerdos tuyos… yo… fui… la que te dijo eso…

Fue cuando Tsuganashi estaba en sexto año de primaria y le tocó asistir por primera vez a la clase de afinidades mágicas. La magia destructiva «Evil Ice», era una de las más difícil de controla y por lo tanto, Tsuganashi vivía todos los días apegado a un régimen de entrenamiento especial. Y para Mui que siempre observaba a su hermano desde la distancia, eso no era trabajo de nadie más.

Nii-san, aun te falta práctica. Tienes que entrenar más para hacerlo siempre de la misma manera. Yo también lo hare junto contigo.

La tarea que le encomendaban a Tsuganashi al principio, era dar forma a animales de hielo, Tsuganashi se esforzó y comenzó a practicar con arcilla, pero le preocupaba siempre no poder hacerlo correctamente. Mui siempre estaba con él y le ayudaba a amasar la arcilla para hacer elefantes, jirafas y pingüinos.

—Quiero jugar lo mismo que tú. —Decía Tsuganashi.

—¡No! se supone que te estoy ayudando a entrenar. —contestaba Mui quejándose.

Su hermano siempre se reía alegremente.

«Puedo recordar eso…»

La situación de Mui era crítica, pero aun había esperanza en su corazón.

—Eres una chica muy molesta. Te congelaré desde la garganta.

—Ni… i… sa… n….

Había una parte de su hermano mayor, que aun podía ser recuperada. Eso era suficiente para ella.

«Ya no tengo que rendirme, aun puedo recuperar a mi hermano»

Sin embargo, su conciencia lentamente comenzaba a alejarse.

Mui ya no sentía su cuerpo y sus ojos ligeramente abiertos, se estaban cerrando poco a poco.

«Si tan solo… Pudiera hacer algo más… »

Mui sin darse cuenta que había dejado caer su pistola, levantó las manos y las puso sobre la mano de su hermano que le apretaba el cuello. Estaba fría, pero aun así, era la mano de su hermano.  Los ojos de Mui comenzaron a cerrarse lentamente y al mismo tiempo, todo su mundo se tornaba en oscuridad.

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***

Mitras Mui luchaba con Tsuganashi, Takeshi y los demás corrían a toda prisa rumbo a la estación de Ebisu.

—¡Es aquí!

Takeshi salió del resguardo de la penumbra de un edificio, y corrió a toda prisa hacia una esquina a diez metros adelante donde y se agachó por detrás de un macizo de flores. Luego de él, Ida y Kurumi corrieron hacia el mismo lugar.

Con Twilight desenvainada y los círculos purpura de magia evasiva brillando en sus ojos, Takeshi estaba utilizando su habilidad intuitiva «Strike Vision» para detectar enemigos y de esa manera, había conseguido acercarse a la estación sin toparse con ningún mago de los Trailers o de Wizard Breath.

Luego de que Ida se deslizara tras la pequeña sombra del macizo de flores y luego de colocarse detrás de Takeshi, dijo:

—Oye, me había estado preguntando qué tipo de magia era la tuya, y ahora que la veo en acción, me doy cuenta que es bastante útil.

Cuando Kurumi escuchó eso volteó a mirar y dijo:

—Por supuesto que sí. Su intuición es prácticamente una predicción.

Efectivamente el efecto de intuición de “Strike Vision”, parecía haber aumentado su rango de acción gracias al entrenamiento. Cuatro meses atrás, apenas podía predecir cosas que estaban a un instante de ocurrir, pero ahora, era plenamente capaz de anticiparse hasta un minuto. Sin embargo, su habilidad no le mostraba las cosas que iban a pasar como una especie de visión, como sí sucedía con las demás magias de predicción.

En el caso de Takeshi, su predicción era nada más una intuición que le permitía sentir los eventos que iban a pasar. Como cuando sientes un escalofrió en la espalda o como cuando sientes una especie de señal eléctrica que te indica que algo anda mal.

Justo en ese momento, Takeshi sintió que algo se aproximaba por el frente. Venia hacia ellos desde un lugar muy cercano.

—Shhh…

Takeshi silenció a Ida y Kurumi que estaban detrás de él. Unos segundos después, cinco magos pasaron volando desde esa dirección y cruzaron la calle. Una capa azul que portaban, ondeaba al viento dejando al descubierto un uniforme militar de color azul marino.

«Son magos de Wizard Breath»

Si los encontraban, posiblemente lo único que harían, sería regañarlos y decirles que regresen de nuevo a la academia, asique Takeshi y sus amigos se quedaron escondidos hasta que los magos se marcharon. Cuando se puso de pie luego de que se fueran, Takeshi comenzó a concentrar su magia en la mano que sostenía la espada.

—…

Takeshi agachó la cabeza repentinamente como si acabara de sufrir un fuerte dolor.

—¡¿Takeshi!? —Exclamó Kurumi preocupada.

—Parece que el camino hacia ese lado es peligroso. —Mencionó Takeshi.

Luego señaló la ruta Este hacia la estación. Kurumi se quedó mirando un camino recto frente a ellos y dijo:

—Bueno… ¿Y qué tal si vamos por allá?

Sin embargo, Takeshi negó lentamente y dijo:

—No, aun no sé qué pasará. Tengo que mirar más adelante.

Takeshi nuevamente concentró su poder mágico en la mano que empuñaba la espada. Las partículas mágicas de color purpura cubrieron completamente a Twilight. Sin embargo, estas comenzaban a temblar de manera inestable.

—Takeshi, ten cuidado. No te excedas….

Kurumi suavemente colocó su mano sobre el brazo de Takeshi. Pero él, sin darse cuenta se la sacudió de encima.

«Más… más… tengo que concentrarme más. Necesito encontrar una ruta que nos lleve directamente a Mui»

Takeshi cerró los ojos y depositó una gran cantidad de poder mágico en Twilight.

—Solo un poco más…

Pronto Takeshi comenzó a jadear y a respirar forzadamente hasta que de pronto, sintió algo más y dijo:

—Alguien viene por detrás.

Rápidamente Ida volteó a ver atrás y dijo:

—Creo que sería mejor que nos moviéramos de este sitio.

Ida parecía haber escuchado pasos apresurados hacia un momento.

—Ya basta, Takeshi. Iré a ver si hay alguien.

Kurumi salió de detrás del macizo de flores y comenzó a caminar por la calle de enfrente.

—Parece que por aquí no hay nadie.

Luego volteó a ver a Takeshi. Tanto él como Ida la siguieron a través de una calle en línea recta y comenzaron a correr. Sin embargo, cuando Kurumi giró hacia la derecha en un pasadizo estrecho, Takeshi se horrorizó y todo su cuerpo se estremeció.

—¡Espera, Isoshima! No vayas por allí…

Ella hizo el intento de detenerse, pero fue demasiado tarde. Algo proveniente del cielo cayó al suelo aterrizando justo frente a Kurumi. Se trataba de tres sombras negras que aterrizaron frente a ella. Dichas sombras, eran en realidad tres cuervos que habían aterrizaron en un pasadizo oscuro entre dos edificios los cuales se transformaron inmediatamente en tres personas. Dos hombres y una mujer.

—E-esos cuervos se convirtieron en personas. —Exclamó Ida

Él alcanzó a Kurumi y se mantuvo alerta.

—¿Qué quieres decir?

Cuando Kurumi dio un paso atrás, aquellos tres extraños observaron a Takeshi y luego a los otros de manera seria.

—¿Son estudiantes de la academia? —Dijo uno de ellos.

—No parecen traer uniformes de combate —dijo la mujer.

Aquellos tres, parecían tener edades cercanas a los veinte años y aunque portaban capaz negras, sus ropas eran casuales que no parecían para nada uniformes militares.

—¿Qué hacen aquí? —Preguntó a Ida, uno de los hombres que tenía toda la pinta de ser su líder.

—Bu-bueno, tenemos algo que hacer. —Respondió Ida.

El hombre frunció el ceño ante la respuesta.

—¿Dónde están los de su comunidad? Las reglas del C7 especifican claramente que deben portar uniformes militares ¿no?

—Eso no es importante—Respondió Takeshi en lugar de ida. El hombre se puso aún más pesado ante la respuesta y dijo:

—¿Qué no importa? Entonces dime qué hacen aquí…

—Simplemente estamos buscando a alguien. No hemos venido para pelear.

Ante la respuesta de Takeshi, el otro tipo que no era el líder, se echó a reír.

—¿De qué hablas?  Has venido al campo de batalla, pero no vas a pelear? es una broma muy graciosa.

El líder del grupo también sonrió.

—Aunque sean estudiantes. Una vez están aquí, son enemigos de los Trailers. Ríndanse y no les aremos daño.

—No lo haremos. —Respondió Takeshi.

Aquel hombre sonrió aún más ampliamente.

—Entonces te haremos sentir un poco de dolor.

—¿Quieres intentarlo?

La mujer que había estado en silencio todo el tiempo, puso cara de desagrado. Mientras que los otros dos hombres, se dispusieron a tomar sus armas de sus caderas.

—De cuerdo, acabaremos con ellos rápidamente.

Los dos hombres tomaron sus espadas mientras que la mujer, tocó un broche que llevaba en su pecho.

—¡”Liberate”! —Exclamaron los tres al unísono.

Inmediatamente partículas mágicas de distintos colores comenzaron a salir de sus cuerpos. Takeshi, Ida y Kurumi, también tenían sus aspectos preparados. No habían hecho nada aun, pero la mujer de pronto se les quedó mirando y preguntó:

—Parece que ellos no van a utilizar el hechizo de liberación.

—¿¡Acaso nos están subestimando!? —Exclamó un de los hombres, completamente enojado. Pero entonces el líder le hizo un llamado:

—No pierdas la calma.

En ese momento vividas partículas mágicas de colores azul cobalto, rojo vino y beige brillaron y se concentraron en sus respectivos aspectos.

—¡”Drive”!—Exclamaron los tres de nuevo al mismo tiempo.

Inmediatamente, las partículas mágicas, cubrieron sus cuerpos como una especie de membrana. Ni Takeshi ni sus dos amigos sabían que eso se trataba de una avanzada combinación de hechizo de magia defensiva. Sin embargo, Takeshi y Kurumi activaron instantáneamente la magia defensiva.

—¡”Protection”!

Después de un breve retraso Ida también se apresuró a exclamar el mismo hechizo sencillo de magia básica.

—Ah es cierto.  ¡Protection!

Uno de los hombres miró las pequeñas partículas que cubrían el cuerpo de Takeshi y de sus amigos y comenzó a burlarse.

—¡Ja ja ja! ¿Oyeron eso? dijeron «protection». Qué adorable. Ya tenía tiempo de no escucharlo.

—¿Puedo matarlos? —Preguntó la mujer de manera fría. Entonces el líder asintió.

—Tenemos órdenes de unirnos a otro grupo lo más rápido posible. Te dejaremos eso a ti. Nosotros dos nos adelantaremos.

—Está bien. Nos vamos. Hazte cargo…

Los dos hombres nuevamente se transformaron en cuervos, y se marcharon de la misma forma en que llegaron. Dejaron a la mujer sola y volaron lejos en muy poco tiempo.

—Tienen razón. Debo hacer esto rápido.

La maga aun lucia molesta pero aun así se dispuso a tocar el broche con forma de cisne que portaba en su pecho y exclamó:

—¡”Flake”!

De pronto, el cuerpo de la maga, cambió de forma transformándose en otra criatura.

—¡Kyaaa!

—¿Qué demonios? ¿Esa tipa ahora se convirtió en un gato?

Ida y Kurumi retrocedieron en ese momento mientras que Takeshi alzando su espada y contrario a ellos, dio un paso al frente.

—Da igual cómo se vea. Ella no es un gato.

Era demasiado grande para ser un gato.  Tenía un pelaje negro y su cuerpo alcanzaba una longitud de un par de metros.

—¿Es una pantera negra?

Cuando Kurumi dijo eso sorprendida, la pantera rápidamente se abalanzó sobre ella.

—¡Isoshimaaa!

Takeshi rápidamente la sujetó del brazo y tiró de ella. Mientras sostenía a Kurumi en sus brazos como si fuese a caerse, Takeshi se quedó mirando a la criatura.

—¿Estas bien? —Exclamó Ida.

Kurumi asintió con una expresión rígida de completa perplejidad. La pantera negra había descendido sobre el lugar donde anterior mente había estado parada ella y se encontraba relamiendo sus patas con elegancia. Sin embargo, el lugar donde aterrizó, había quedado hecho trizas.

—Hay un agujero en el suelo…

Takeshi de pronto sintió peligro para Ida que aún seguía aturdido y exclamó:

—¡Ida! A tu izquierda

—¡Ouu!

Esta vez, las patas de la pantera que saltó sobre Ida, estaban cubiertas por partículas mágicas de color beige. Había fortalecido sus patas con magia, asique la pantera dejó otro agujero en el lugar donde Ida había estado parado.

—Aunque lo haya esquivado no creo poder hacerlo de nuevo…  —Exclamó Ida.

Pero Takeshi ya había activado su poder mágico en Twilight.

—…

Un intenso dolor de cabeza lo invadió haciéndolo jadear involuntariamente.  En un intento por adelantarse demasiado a los acontecimientos que su intuición podía detectar, Twilight había comenzado a intentar absorber más el poder mágico del que Takeshi le había entregado voluntariamente.

Estaba perdiendo una gran cantidad de poder mágico. Takeshi no sabía lo que sucedería si perdía por completo el control de la espada en ese momento.

—¡¡Takeshiii!!

Kurumi aun seguía en los brazos de Takeshi. Ella simplemente miró a Takeshi con un rostro lleno de angustia y sin darse cuenta que estaba a punto de llorar. Pero Takeshi, de pronto sonrió un poco haciendo que ella se sorprendiera.

—Pude ver algo —Balbuceó.

—¿Eh?

Luego de eso, Takeshi hizo que Kurumi se pusiera detrás de él. La pantera negra saltó frente a Takeshi, quien la esquivó por pelos. La patera resopló disgustada y en un solo instante, mordió a Takeshi en la garganta pero él intentó darle con su espada y la pantera rápidamente saltó hacia atrás y se colocó a una distancia donde no pudiera alcanzarla con la espada.

—Ida, concéntrate… —Exclamó Takeshi sin apartar su vista del animal.

—¡Eso hago! —Exclamó Ida.

—No, quiero decir que intentes atacarla.

Una vez entendido lo que Takeshi quiso decir, Ida asintió:

—Entendido.

Kurumi detrás de Takeshi juntó sus manos y preguntó:

—Takeshi ¿Qué es lo que planean hacer?

Kurumi no necesitaba una habilidad de intuición para tener un mal presentimiento.

—Tú retrocede Isoshima…

Takehsi hizo un gesto con la mano indicándole a Kurumi que se mantuviera lo más alejada posible.

—¡Takeshi!

Justo después, Takeshi agitó su espada  y pronunció un hechizo.

—¡”Flick”!

Ese era un hechizo de magia básica, utilizado para derribar objetos de un disparo.

Las partículas mágicas que salieron de Twilight, volaron hacia la pantera, pero esta lo esquivó ágilmente. Takeshi continuó lanzando más ataque uno tras otro sin saber que pasaría.

La pantera esquivó todos y cada uno de los ataque saltando hacia un lado y hacia otro mientras que al mismo tiempo, se aproximaba poco a poco hacia Takeshi.

—¡Es demasiado rápida! —Exclamó Takeshi.

Justo en ese momento la pantera saltó sobre él una vez más.

—¡Takeshi!

Aunque logró bloquear el ataque con su espada, se suponía que la hoja debió haber herido las patas delanteras de la pantera, pero en lugar de eso, la hoja fue rechazada y Takeshi se tambaleó hacia atrás. Eso era debido al fortalecimiento de sus patas con magia.

«No puede ser…»

Una vez que la pantera tocó el suelo, volvió a saltar nuevamente. La espada de Takeshi hizo un ruido agudo como si hubiera chocado contra un metal. Sin embargo, Takeshi no pudo contra la enorme criatura y esta, acabó clavandole sus garras en el hombro.

—¡Takeshiiii! —Exclamó Kurumi con intensidad. Haciendo eco en todo el lugar.

Cuando la pantera aterrizó en el suelo luego de su ataque, rápidamente volvió a atacar una y otra vez. Mientras Takeshi se enfrentaba a la pantera, Ida se mantenía alejado reuniendo poder mágico en su mano derecha.

A pesar de que Takeshi le había pedido que hiciera eso, Ida estaba comenzando a perder la paciencia el ver lo que sucedía frente a él.  Takeshi comenzó a recibir múltiples heridas en todo el cuerpo y al ver eso, Kurumi comenzó a ponerse pálida.

—Ta… Ta…ke…shi…

En el área donde se encontraban, ya había habido muchas batalles previamente. La mayoría de muros de los edificios circundantes, habían sido destruidos y los pocos muros de concreto que quedaban, estaba sumamente agrietados. Takeshi luchaba contra la  pantera mientras era perseguido por esta, hasta que  de pronto Takeshi se protegió tras un muro. La pantera atacó a Takeshi repetidamente con sus poderosas mandíbulas.

Takeshi salió y movió su cabeza hacia la derecha para esquivar y llamó a Ida mientras sujetaba a la pantera.

—¡Ida! dale en la parte derecha.

—¿Eh? ¿Qué dices? ¿Allí?

Al ver la posición de Takeshi, Ida extendió la mano rápidamente.

Al instante, la magia de color naranja de Ida se expandió por toda el área y estalló. Las llamas y el aire caliente golpearon a Takeshi y a la pantera mientras que Kurumi que estaba mucho más detrás de él, se agachó y nada más una ráfaga de viento llegó hasta ella.

Takeshi alzó su espada en medio de aquel caliente resplandor y exclamó:

—¡»Wreck«!

Un poder mágico de color purpura salió disparado en línea recta y destruyó unos aleros de los edificios que sobresalían ligeramente. Los gruesos trozos de concreto se desplomaron sobre Takeshi y la pantera. Cuando las llamas anaranjadas se dispersaron, Ida quiso cubrirse los ojos involuntariamente.

—¡¡Gee..!!

Kurumi alzó su rostro y miró a Ida quien solo hizo un sonido y al ver la situación, le gritó:

—¡¡Oye Ida!!

El lugar donde había estado Takeshi y la pantera, estaba lleno de trozos de concreto derrumbado.

—No puede ser… Takeshi…

Kurumi se levantó para ver bien el promontorio de escombros, una parte de la pantera sobresalía de entre ellos y de pronto, comenzó a moverse de manera extraña. Takeshi, salió arrastrándose lentamente de por debajo del animal.

—Vaya parece que te sirvió de colchón. —Balbuceó Ida relajando sus hombros. Sin embargo, Kurumi distorsionó su boca con molestia.  Corrió hacia Ida y le golpeó la espalda con todas sus fuerzas.

—¡Idiota! Por poco quemas a Takeshi.

Pero Takeshi, que apenas pudo ponerse de pie, le pidió a Kurumi que se calmara.

—No te preocupes. Era parte del plan.

Aun así, Kurumi seguía estando intranquila.

—¿Está muerta? —Preguntó Ida acercándose a la pantera.

Takeshi simplemente negó con la cabeza.

—No te preocupes, solo está inconsciente. Aprovechemos el momento para irnos de aquí.

Había sido abrazada por las llamas de Ida y luego golpeada en la espalda por los trozos de concreto por lo que no iba a despertar pronto.

—Aun así, una magia que trasforma a una persona en una enorme pantera, debe ser muy avanzada. —Dijo Ida mientras asentía—. Y ya que era una mujer la que se transformó en pantera, entonces quiere decir que esta es una pantera hembra ¿no?  Vaya, no es nada linda.

Cuando Kurumi lo escuchó decir eso, se acercó en silencio y le dio una patada en la espinilla.

***

Takeshi, Ida y Kurumi, continuaron su camino hacia la estación y ya no volvieron a toparse con ningún mago en su camino.

—¿Cómo te sientes, Takeshi? —Preguntó Kurumi con ansiedad. Takeshi sonrió y respondió:

—Estoy muy bien. Parece que el sangrado se detuvo.

La expresión de Takeshi lucia bastante brillante a pesar de que hace un rato había recibido muchas cortadas con las garras afiladas de la pantera con la que peleó.

—Todo esto es gracias a que estuviste practicando la magia curativa. —Mencionó Takeshi, mostrándole una sonrisa. Ella en respuesta, apartó su rostro con timidez.

—E-es una de las magias básicas. Es obvio que tenía que aprenderla…

En su estudio de la magia básica, Kurumi se había vuelto capaz de utilizar un hechizo especial llamado «Hemostasis» que servía para detener el sangrado de las heridas. Eso fue lo que ella utilizó para tratar las heridas de Takeshi.

—Ni yo, ni  tampoco Nanase podemos hacer algo como eso… —Comentó Ida con una sonrisa. Entonces Kurumi contestó de manera hostil:

—Tu mejor aléjate un poco de nosotros ¿Quieres? chico “Nokon”.*

<<Traductor Ore no Honyaku: Nokon es un apodo que Kurumi se inventó sobre la marcha para insultar a Ida. Ella lo sacó de las palabras en inglés «No control». Haciendo referencia a que Ida no controla su poder y siempre explota>>

—¿A quién llamas Nokon?

—¿Acaso no estuviste lanzando magia a donde no debías?

A Ida no le cayó en gracia que menospreciara así su habilidad que debería haber sido vista como algo genial.

—No hay ningún problema porque todo salió como lo planeamos. Oye, dile algo Nanase.

Takeshi sonrió y dijo:

—No te preocupes Isoshima. Todo lo que él hizo, era parte de nuestro plan.

Cuando Takeshi le hizo un llamado a Kurumi de que ya no discutiera más, ella se calmó y se quedó en silencio.

—Por cierto. Ya puedo verlo…

Takeshi caminó lentamente y señaló un edificio.

—¿Ese edificio?

Los tres ya habían llegado al edificio ubicado frente a la estación donde se supone que se encontraba Mui. La azotea de dicho edificio estaba expuesta a un intenso viento helado. Incluso más helado que las brisas de otoño.

Los tres lucían perplejos mientras subían las escaleras pues antes de eso, habían visto unos bloques de hielo teñido de sangre cerca de la puerta trasera. Lo más probable es que hubiera personas dentro de ellos, pero ni Takeshi ni Kurumi ni Ida, tuvieron el coraje de comprobarlo. Simplemente pasaron de largo por el lugar mirando hacia otro lado hasta llegar a las escaleras. Más allá de muchas unidades exteriores de aire acondicionado. Los ojos de Takeshi captaron algo rápidamente.

Había un hombre que parecía estar a punto de marcharse del sitio. Tenía el cabello negro, portaba un sable militar en su cintura portaba guantes de color blanco. Se encontraba sostenía a una pequeña chica bajo su brazo.

—¿Mui?

Tsuganashi se encontraba parado al borde de la azotea, pero volvió a mirar cuando escuchó la voz de Takeshi que parecía desvanecerse en la brisa. Kurumi e Ida se impresionaron al ver la desdeñosa mirada de aquel hombre. Sin embargo, Takehsi era diferente.

—¡¿Qué le hiciste a Mui?! ¡Suéltala!

Takeshi corrió a toda prisa entre el montón de aires acondicionados. Rápidamente se colocó frente a Tsuganashi y alzó a Twilight.

—Uwaa que miedo. La mirada de ese tipo es bien intensa.

—Ta… Takeshi…

Ida y Kurumi que no cambiaban sus expresiones de miedo hacia Tsuganashi, se quedaron completamente inmóviles.

—¡Habla! ¿Qué le hiciste a Mui?

A pesar de las exigencias de Takeshi, Tsuganashi se limitó a verlo como algo sin importancia. Pero de pronto actuó como si se hubiera percatado de algo y habló:

—Siento que te conozco de algún lado… Ah, es cierto. Ya te había visto antes en el mundo viviente.

Takeshi vio que Mui estando inconsciente bajo su brazo, se movió levemente por lo que pudo comprobar que estaba con vida, aunque nunca pensó que estuviese muerta ya que de lo contrario, Tsuganashi no estaría intentando llevársela.

Tsuganashi sonrió en silencio al ver que Takeshi ya mostraba los círculos mágicos brillando en sus ojos. Mientras que por otro lado, Takeshi indignado, le fulminaba con la mirada.

—Se supone que eres su hermano mayor. ¿Por qué la tratas así?

—Otra vez con eso… ¿Podrían dejar de decir esas estupideces? Ser hermanos no significa nada en este lugar.

La voz de Tsuganashi sonaba tranquila y serena pese a la ira de Takeshi.

—Yo pertenezco a los Trailers y ella a Wizard breath. Esa es razón más que suficiente para matarnos entre nosotros.

La calma de Tsuganashi era irritante para Takeshi.

—¿Por los Trailers y Wizard Breath? ¿Eso es lo que te motiva?

Ya que Tsuganashi pretendía llevarse a Mui, era más que predecible lo que pretendía hacer. Una vez con ellos, altearían sus recuerdos como hicieron con él.

Al ver la furia con la que lo miraba Takeshi, Tsuganashi dejó salir un suspiro y luego dejó caer a Mui al suelo.

—¡¡Mui!!

Mientras se reía de Takeshi que estaba distraído viendo a Mui, Tsuganashi extendió sus manos enguantadas hacia el frente:

—»Liberate«.

Tsuganashi pensó que Takeshi respondería inmediatamente activando su magia, pero de pronto se quedó mirando con sorpresa.

—¿Qué pasa? ¿No vas a hacer el hechizo de liberación?

Sin embargo, tan pronto como preguntó eso, pareció haberse dado cuenta de algo.

—Aah es cierto. Tú eres un novato. Por eso no sabes usar magia correctamente. Vaya, vaya, que buen trabajo. Se tomaron la molestia de venir hasta aquí a morir.

Takeshi apretó fuertemente a Twilight y se preparó para enfrentar a Tsuganashi. Pero este solo lo miró con lastima y luego se rió.

—A pesar de todo, no pienso contenerme.

En ese momento, Takeshi detectó peligro con la ayuda de Strike Vision, pero ya era demasiado tarde.

—»Wire Blizzard«

Partículas de color celeste brotaron de la mano derecha de Tsuganashi, dibujando un circulo mágico desde el cual, salieron varias cuerdas hechas de hielo que atacaron no solo a Takeshi, si no también a Ida y a Kurumi. Takeshi fue atraído hacia su mano derecha mientras que Ida y Kurumi fueron arrojados contra la pared de las escaleras. Las cuerda de hielo, se movían de manera flexible como un látigo a pesar del material del que estaban hechas, e intentaron golpear a Takeshi desde arriba.

—¡¡”Protection”!!

Takeshi lanzó un hechizo defensivo y rechazó hacia atrás las cuerdas con su espada.

—¿Usas magia de principiante?

Con una actitud completamente distinta, Tsuganashi lanzó un hechizo sobre sí mismo.

—¡”Drive”!

Una inmensa cantidad de partículas mágicas por mucho, superiores a las de Takeshi, salieron de su mano izquierda y cubrieron su cuerpo. En ese momento, las cuerdas de hielo que salían de su mano derecha, se volvieron más gruesas más largas y más enérgicas.

—¡Kyaaaaaa!

—¡Uwaaaa!

Takeshi volteó a mirar cuando escuchó los gritos de Kurumi e Ida y vio como ambos caían al suelo luego de ser golpeados por las cuerdas de hielo.

Uno de los alambres de hielo voló a toda velocidad hacia él.  Golpeó a Takeshi penetrando fácilmente la defensa del hechizo «Protection» que había utilizado y chocó contra su espada.

—¿Guuh?

Twilight salió volando y Takeshi rodó por el suelo. Tsuganashi los miró con frialdad y dijo:

—»Drive» es un hechizo avanzado de magia básica que aplica sobre ti tres tipos distintos de magia defensiva y te fortalece. Recuérdalo aunque no seas capaz de usarlo.

Takeshi había recibido una cortadura desde el hombro al costado y se estaba aguantando el dolor mientras escuchaba hablar a Tsuganashi. Ida y Kurumi estaban más alejados de Takeshi, pero estaban menos heridos debido a que la fuerza del ataque hacia ellos fue menor.

—¡Imbécil! toma esto… —Exclamó Ida desde el fondo.

Inmediatamente, un flujo de llamas anaranjadas estalló como un lanza llamas y atacó a Tsuganashi.

—¿Fuego? ya veo… eres usuario de magia destructiva. En ese caso, «Ice Castle«

Las cuerdas de hielo, se dispersaron en partículas mágicas de color celeste y desaparecieron.

—¿Qué? ¿De dónde salió esta pared?

En lugar de las cuerdas de hielo, había aparecido un hermoso castillo de hielo que parecía sacado de un cuento de hadas, el cual hacia parecer como si hubiera un festival de hielo en la azotea. Sin embargo, Ida se encontraba atrapado en el interior lanzando puñetazos a las robustas paredes.

—Necesitas oxígeno para crear tus llamas. Allí dentro, solo tienes una cantidad limitada de oxígeno, asique no podrás usar tus llamas.

—¡Mierda! Voy a romper esto con mis llamas ahora mismo.

Ya sea que hubiera escuchado lo que le habían dicho o no, Ida igualmente comenzó a concentrar su poder mágico en su mano derecha. Pero Takeshi gritó intuitivamente por lo que sucedería.

—¡¡Ida!!

Sin embargo, Tsuganashi se movió antes de que pudiera decirle algo.

—Voy a acabar con ustedes.

Una corriente eléctrica recorrió la columna vertebral de Takeshi y rápidamente volvió a a ver a Tsuganashi quien se reía extendiendo las palmas de sus manos hacia al el frente.

—»Invisible Disc«

Takeshi rápidamente recogió a Twilight y la empuño frente a él.  Inmediatamente escuchó el sonido de algo rompiéndose frente a su pecho. Era algo que no podía ver.

—¡¡Takeshi!! —Exclamó Kurumi al lado del castillo de hielo.

—¡Isoshima! Cúbrete tras el hielo de Ida…

Cuando Takeshi gritó preocupado, varios objetos invisibles volaron hacia él súbitamente uno tras otro, pero él los repelió con su espada gracias a la ayuda de su habilidad intuitiva. Kurmi no dijo nada y simplemente corrió a cubrirse tras el castillo de hielo donde Ida estaba atrapado.

Muchos de esos objetos volaron hacia donde ella estaba, perforando paredes e incluso el castillo.

—¿Magia evasiva? que interesante…

Tsuganashi sonrió entrecerrando los ojos con sus palmas al frente. Mientras tanto, Takeshi depositó su poder mágico en Twilight y siguió repeliendo aquellos objetos invisibles que volaban como flechas.

—¿Qué?

Aquellos objetos al chocar con la hoja de Twilight, se rompían haciéndose añicos como si fuera vidrio.

—¡Es muy interesante!

Los fragmentos que deberían haber salido volando, golpeaban en la cara de Takeshi causando rasguños.

—¡Devuélveme a Mui! —Gritó Takeshi.

Varios discos hechos de hielo estaban cayendo a sus pies. Pero eran tan delgados, que eran prácticamente invisibles.  De no ser por su magia evasiva, habría sido imposible mirarlos. Mui que se encontraba inconsciente y tirada a un lado de Tsuganashi, fue consciente del llamado de Takeshi y abrió los ojos.

—¿Ta…ke… shi…kun?

El viento helado seguía soplando mientras tanto.

Ella intentó moverse, pero tal parece que su cuerpo, estaba aturdido por el uso excesivo que habia hecho de su magia. Estaba aun exhausta de la pelea con su hermano. Apenas podía mover su mirada asique intentó ver lo que estaba ocurriendo. Mientras tanto, Takeshi aun seguía luchando contra los discos invisibles de Tsuganashi.  El ataque parecía ser interminable, sin embargo, Tsuganashi sabía que había un límite.

—Parece que hay menos discos…

Takeshi finalmente se dio cuenta que la intensidad del ataque de Tsuganashi había menguado. Su magia se estaba agotando.

—No importa. Igual no necesito demasiado poder mágico para acabar con ustedes.

Luego de decir eso, Tsuganashi cambió de mano para seguir realizando el ataque. En ese momento, los círculos mágicos de color purpura que brillaban en los ojos de Takeshi, se volvieron más oscuros.

—¡Aquí viene!

Con sus ojos bien abiertos, Takeshi comenzó a correr de acorde a su intuición.

—¡”Stab Robin”!

De las manos de Tsuganashi, salieron muchos pájaros hechos de hielo que volaron hacia Takeshi a gran velocidad como balas. Takeshi blandió su espada de lado a lado, rechazando el ataque de los pájaros y desviándolos a lugares específicos a como podía.

—¿Está rechazándolos e intentando golpear la pared de hielo con ellos?

Todas las aves que chocaban contra la espada de Takeshi, estaban siendo desviadas hacia el castillo de hielo donde Ida se encontraba atrapado. Las aves chocaron contra las paredes de hielo haciendo agujeros que permitieron el flujo de aire en el interior.

—¡Kaahaaa…!

Ida casi se asfixiaba adentro, pero en ese momento pudo respirar profundamente y se quedó jadeando.

—¡Ida-kun!

Kurumi, ayudó a Ida a salir de allí por uno de los agujeros de la pared.

—Ya estaba mirando la luz al final del túnel… —Susurró Ida entre gemidos. Kurumi frunció el ceño y dijo:

—Si puedes bromear de esa forma, quiere decir que estas bien.

—Lo… lo siento…

Al ver que Ida había sido rescatado de su prisión de hielo, Tsuganashi torció su cara en un gesto de furia. Mui apenas se levantó de lado y se aferró a su pierna.

—Nii-san… ¡ya no sigas haciendo esto!

Tsuganashi volvió su mirada fría hacia ella y apuntó con la palma de su mano.

—»Death Cube«

—¡Kyaaa!

Una serie de grilletes de hielo, apresaron las manos y los pies de Mui estampándola nuevamente contra el suelo.

—¡¡Basta!! —Gritó Takeshi cansadamente.

—Si dicen que esta chica es mi hermana pequeña, entonces no debería importarte lo que yo haga con ella.

Al ver la actitud de Tsuganashi que decía eso con toda naturalidad, Takeshi respondió:

—¡No me vengas con estupideces! Piensa un poco en lo que Mui siente hacia ti.

—Takeshi-kun…

Con su cara abajo y una presión en su pecho, Mui estaba a punto de llorar. Takeshi continuó:

—¡Si no vas a pensar en ella, yo te voy a hacer que lo hagas por la fuerza!

—Inténtalo si puedes, novato. —Contestó Tsuganashi completamente irritado.

Entonces. Extendió su mano al frente para lanzar un nuevo ataque.

—¡Wire Blizzard!

Sin embargo, Takeshi no se quedó a esperar.  Mientras Tsuganashi desplegaba sus cuerdas de Hielo, Takeshi depositó su poder mágico en Twilight. Hasta el momento, Takeshi se había contenido al dar poder mágico, para que esta no lo drenara por completo. Pero ahora, estaba depositando en ella todo el poder mágico posible.

Twilight ni lenta ni perezosa, comenzó a chupar codiciosamente el poder mágico de Takeshi como si de una bestia hambrienta se tratara. Las partículas de color purpura que rodeaban la empuñadura, comenzaron a oscurecerse. Al mismo tiempo, unos calambres y temblores procedentes desde su mano derecha, comenzaron a invadir todo su cuerpo de la misma manera que lo hizo la primera vez que tocó la espada. Un dolor también invadió su brazo derecho seguido por mareos y dolores de cabeza que mermaron su fuerza.

Pero, a pesar de todo, Takeshi seguía entregando su poder mágico a la espada sin la más mínima intención de soltarla. Su cara se puso pálida y sus rodillas temblaban. Ya casi estaba al borde del desmayo.

Intentando verter todo su poder mágico en Twilight, Takeshi apretó la empuñadura con las últimas fuerzas que le quedaban.

—¡Por favor! Hazlo salir…

A punto de caer de rodillas y mientras rogaba a la espada, Takeshi exclamó:

—¡”Liberate”!

En el momento en que el grito desesperado de Takeshi resonó, Twilight respondió de la manera más clara posible.

Tsuganashi, fue testigo de cómo el poder mágico que había en la espada, se manifestó como un cartucho negro en el momento en que Takeshi usó el hechizo de liberación «Liberate».

—¿¡Qué!?

—¿Takeshi-kun?

Mui tambirnestaba asombrada de ver eso.

«¿Acaso ya puede controlar a Twilight?», se preguntó ella.

Sin embargo, Takeshi se encontraba luchando por mantener el cartucho fuera, aunque por sí solo, no servía para nada.

—¡Ida! Arrójamelo ya… —Exclamó Takeshi a Ida, que ya se encontraba fuera del castillo de hielo.

—Oye me has hecho trabajar duro para hacer esto…

Ida lanzó a Takeshi algo que sujetaba fuertemente en su mano derecha. Era un cilindro metálico que voló por el aire el cual Takeshi atrapó con su mano izquierda para luego meterlo en el cartucho.

Luego de eso, colocó su dedo sobre el gatillo que apareció en la empuñadura. No sabía si “Strike Vision” seguiría funcionando luego de lo que iba a hacer, pero esa era la única manera de rescatar a Mui.

—¡”Union”!

Takeshi sostuvo la espada lo más alejado posible de él. Respiró profundo, presionó el gatillo y exclamó:

—¡¡”Blast Fog”!!

En el momento en que presionó el gatillo, Twiligh se estremeció fuertemente como si hubiera palpitado.

—¡¡¿Qué?!!

Tsuganashi estaba viendo aquello con ojos de completa incredulidad. Twilight había comenzado a arder en llamas transformándose en una masa de fuego.

—Su espada… ¿ha cambiado de forma…?

Incluso Mui estaba muy sorprendida por lo que estaba viendo. Ella ya había escuchado cosas respecto a la espada llamada “Twilight”, pero nunca había escuchado que pudiese cambiar bruscamente su forma.

—No es posible que pueda usar la magia de alguien más. —Exclamó Tsuganashi.

Takeshi en ese momento, blandió la espada hacia un lado y todas las ataduras de hielo fueron prácticamente evaporadas.

—¡Es imposible!

Además de blandir a Twilight, las flamas volaron de su mano por el lugar y ambos se perdieron de vista. Sin embargo, Takeshi conocía perfectamente la ubicación de Tsuganashi gracias a la intuición. Takeshi blandió su espada hacia  Tsuganashi cortando entre las llamas. Mui alcanzó a ver la hoja de la espada emerger de entre las llamas y cortar a Tsuganashi en el pecho.

—¡Noooooo!

Ella gritó desesperadamente e intentó levantarse y correr hacia él, pero antes de que lo hiciera, Tsuganashi se hizo añicos frente a sus ojos. Era una estrategia para distraer a Takeshi usando una estatua de hielo y así atacar desde otro lado. Sin embargo, la magia ya no salió de los guantes blancos de Tsuganashi. Además, Takeshi se había posicionado justo detrás de él y apuñaló a Tsuganashi por la espalda.

—Gu… ¿Cómo… lo hiciste…?

Takeshi sacó rápidamente la espada de su cuerpo y contestó:

—Sentí tu presencia de manera intuitiva.

Inesperadamente, Tsuganashi sonrió al escuchar la respuesta y luego se desplomó en el suelo.

—¡¡Nii-saaaan!!

Takeshi intentó hablar con la apresurada Mui, pero rápidamente se sintió incomodó y volvió a ver hacia atrás. Allí, se encontraba parado un hombre desconocido.

—Vaya vaya… pero qué tenemos aquí…

Takeshi sintió que se le pusieron los pelos de punta y se quedó completamente inmóvil.

—¿Eres usuario de magia evasiva? Vi que volteaste a ver justo cuando aparecí. ¿Acaso lo predijiste?

El hombre se acercó, poniendo sus ojos carmesí muy fijos en Takeshi y dijo:

—Si intentas asesinarme, tú también acabaras muerto.

—Washizu… Kippei… —Murmuró Mui.

Washizu Kippei, apartó su mirada de Takeshi y se fijó en Mui.

—Parce que no es necesario presentarnos, pero qué importa. Lo haré de todas formas. Es un placer conocerte, Aiba Mui-san. Déjame decirte que eh estado cuidando muy bien de Tsuganashi-kun. Ah, por cierto, ahora él es uno de los cinco candidatos de los Trailers. Y tú, eres bienvenida si así lo deseas. Es muy triste verlos enemistados. Y también es un problema…

Washizu tomó a Tsuganashi del brazo y lo levantó, ignorando por completo a Mui y a Takeshi y continuó hablando:

—Son familia después de todo…

Takeshi tenía el deseo de recuperar a Tsuganashi por el bien de Mui, pero de pronto ese sentimiento desapareció.

 Sin necesidad de usar su magia intuitiva, estaba plenamente consciente de que ese hombre acabaría con él si se movía un solo milímetro.

Washizu, lanzó silenciosamente un pequeño hechizo de magia de levitación, para ayudarse a colocar a Tsuganashi suavemente sobre sus hombros y dijo:

—Mira lo que le han hecho a tu hermano. Es terrible. Que hermana menor tan cruel eres…

—…

Mui tampoco se movió. Y, como los notó callados y muy quietos, Washizu perdió cuidado de ellos y volvió a ver hacia atrás.

—Fumu… parece que tenemos compañía.

Su mirada, se posó sobre unas sombras que sobrevolaban el cielo desde el sur.

—¡¡Washizu!!

Cuando Washizu Kippei escuchó ese grito, sus hombros se estremecieron.

—Que persistentes son.

—¡¡Espera!!

Desde aquellas sombras que sobrevolaban en el cielo acercándose al lugar, unos fuertes gritos se podían escuchar.

Washizu, se paró en el borde del edificio llevando a Tsuganashi sobre su espalda y luego volteó a mirar de nuevo a Mui y a Takehsi que se encontraba pálido y agotado.

—Hasta la próxima, Aiba Mui-san. Y a los otros tres también. —dijo con amabilidad. y luego, saltó al vacío.

—¡¡Washizu!!

Como escapando de las voces que se acercaban por detrás, Washizu Kippei voló varios metros en el aire de un solo paso y se alejó inmediatamente saltando por el aire.

—¡Nii-san!

Fue solo después de que Washizu desapareció, que Mui finalmente pudo hablar de nuevo.

Luego de eso, varios soldados con uniforme azul marino llegaron al lugar y antes de enterarse siquiera, que se trataba de magos de Wizard Breath, Mui perdió el conocimiento y se desmayó.

***

—»Este es un anuncio especial. Se le comunica a los Alumnos Nanase-kun, Ida-kun, Isoshima-san de la clase C, que se presenten a la oficina de la directora de inmediato. Repito…»

Una transmisión especial resonaba en los altavoces en la escuela en ese momento.

Takeshi y los otros, se encontraban alineados y recostados en la pared del pasillo frente a la enfermería de la academia. Adentro, podían escuchar la voz de alguien que proclamaban hechizos desde el interior.

Takeshi y sus amigos, habían sido ayudados por los magos de Wizard Breath que perseguían a Washizu, y así fue como pudieron regresar a la academia a través de un espejo. Mui había quedado con múltiples contusiones y laceraciones en todo su cuerpo, por lo que se encontraba en el interior de la enfermería recibiendo tratamiento por alguien especialista en magia curativa.

La enfermera de la academia Hyodou-sensei no se encontraba en esos momentos, asique habían llamado a una alumna de tercer año para que la ayudase y mientras tanto, Takeshi y sus amigos esperaban preocupados en la entrada de la enfermería.

Sin embargo, luego de la repetición de aquel mensaje en los altavoces, Kurumi dejó salir un pesado suspiro, se despegó de la pared y comenzó a caminar. Ida hizo lo mismo. Takeshi se quedó mirando la puerta cerrada de la enfermería y después los siguió.

Estaba muy preocupado por Mui, pero también estaba consciente que de nada servía quedarse esperando allí. En ese momento, los tres se dirigieron rumbo a la oficina de la directora. Obviamente, Takeshi no estaban para nada arrepentido de haber salido de la academia.

Takeshi tenía todo el deseo de ayudar a Mui.  Estaba totalmente decidido a aceptar cualquier castigo que viniera como consecuencia. Sin embargo, se lamentaba el haber involucrado a Ida y a Kurumi.

Cuando llegaron, la puerta de la oficina de la directora estaba abierta, asique entraron de una vez.

—Muy bien —Dijo la directora—. Parece que no vendrá nadie más que ustedes tres. Me dijeron que ustedes tres, se escaparon de la academia para ir a buscar a Aiba-kun y se saltaron el control de los Concierges para salir al mundo en ruinas ¿Eso es cierto?

La directora se reclinó en el escritorio y miró a los tres chicos a la cara que se habían alineado frente a ella.

Esta vez ella no tenía aquella habitual apariencia de una linda chica de secundaria, sino que esta vez, la directora Shijou Momoka, también conocida como «Momo-tan», lucía una apariencia muy decadente.

Tenía una cortadura en el labio que ya estaba cicatrizando, tenía la cabeza vendada, un parche en el ojo derecho y su brazo derecho escayolado y colgando de su cuello.

«Entonces era cierto eso de que la directora resultó herida en la misión que fracasó»

Mientras Takeshi recordaba lo que aquel chico le contó en el pasillo de los espejos, ella tenía una mirada severa que no lucia para nada con su rostro infantil.

—Ya se lo expliqué a los maestros.  —Respondió Takeshi solemnemente.

Ella rápidamente se fijó en la actitud inescrupulosa de Takeshi y dijo:

—Se los dije la primera vez que vinieron a la academia. Nunca salgan de la academia y nunca se involucren con los Trailers.

Lucia enojada pues le parecía que ellos habían pasado por alto sus advertencias.

—Nuestra institución, no prepara soldado para que luchen contra los Trailers. Nosotros, solamente enseñamos el control de la magia. Y ustedes, apenas son unos principiantes. La única situación en la que tienen permitido usar magia para pelear, es durante alguna evaluación.

La directora se apartó del escritorio y se paró frente a ellos tres mirándolos de una manera tan fría que borraba por completo esa aura infantil.

—Si entienden todo eso, quiero que me hagan una promesa…. Prométanme en este momento, que mientras sean alumnos de esta academia, nunca saldrán de aquí, ni mucho menos, buscaran pelea con los Trailers.

Sin embargo, Takeshi ya había decidido qué responder.

—No puedo hacer eso.

—¿¡Takeshi!?

Kurumi se sorprendió y volteó a mirar a Takeshi. Nuevamente, él confirmó su respuesta.

—Lo siento, pero no puedo prometerte nada, Directora.

La directora también se sorprendió por la actitud de Takeshi y preguntó:

—¿Por qué?

—Porque Mui, aun no se ha rendido.

—…

—No he visto que alguien intente hacer algo para recuperar a su hermano y lo único que hacen, es decir que no intente hacer nada. Ella esta consciente de los peligros que eso representa y por mucho que le digan que no lo haga, ella continuara peleando hasta recuperarlo.

La directora, escuchó en silencio todo lo que Takeshi tenía que decir.

—Yo también entiendo lo peligroso que es allá afuera, y por lo peligrosos que son los Trailer entiendo que tú y los profesores nos han estado diciendo que no nos acerquemos a ellos. Sin embargo, si me topo con ellos por mi propia culpa tendré que luchar. Ahora, solo quiero ayudarla a recuperar a su hermano. Ella jamás se rendirá hasta lograrlo.

—…

—Takeshi…

Kurumi, por alguna razón a pesar de estar a la par de Takeshi lo sentía muy distante. Era la primera vez que lo escuchaba querer hacer algo por alguien de esa manera. Sin embargo, en lugar de los celos habituales de Kurumi, esta vez, simplemente se sentía sola y desamparada.

—Suenas como alguien muy egoísta. Me recuerdas a alguien. —Comentó la directora.

—¿…?

La directora en ese momento sonrió ampliamente. Takeshi la miró fijamente sin entender a que se refería con eso último que dijo,  pero ella ignoró su mirada y se llevó la mano a la barbilla diciendo:

—Tienes razón… Aiba Tsuganashi ¿eh? Ciertamente, que él fue secuestrado por los Tarilers y Wizard Breath aún no ha hecho nada al respecto. Sin embargo, la magia que manipula los recuerdos llamada «Silent Screen» es una de las más poderosas habilidades de Magia Ilusoria. Para poder trabajar en revertir el efecto, hay que capturarlo primero. El asunto es que Aiba Tsuganashi es un usuario de magia destructiva y eso lo vuelve difícil de capturar.

Sin embargo a pesar de toda la explicación de la directora, Takeshi alzó su rostró y replicó:

—Aun así, Mui no se rendirá…

—Está bien, yo entiendo eso. A ver, les daré una oportunidad. Pensaremos en una estrategia para recuperar a Aiba Tsuganashi, asique háganselo saber a ella. Sin embargo, su participación en eso, dependerá de los resultados que obtengan durante la próxima evaluación.

—¿Evaluación? —Preguntó Takeshi con curiosidad.

La directora simplemente se echó a reír.

—Es una parte fundamental de un estudiante ¿no? Ahora concéntrense en el Examen de Aptitudes Mágicas. Si no aprenden primero a controlar su magia como es debido, sin importar lo que hagan no podrán sobrevivir a este mundo ni mucho menos traer de vuelta a Aiba Tsuganashi.

Takeshi, Kurumi y también Ida, tragaron saliva con incertidumbre. Pues habían visto con sus propios ojos la situación de guerra que se estaba viviendo en el mundo en ruinas. Ser mago significaba que ya no eran simples espectadores.

«Ayudaré a Mui a recuperar a Aiba Tsuganashi a como dé lugar…»

Sonaba bastante absurda la propuesta, pero aun así Takeshi miró a los ojos a la directora Momoka. Momo-tan, finalmente le sonrió entrecerrando su único ojo habilitado.

***

Una vez que regresó de la oficina de la directora, Mui ya había despertado y Takeshi finalmente se pudo reunir con ella.

—Por eso es que necesitamos sacar buena nota en el examen de aptitudes mágicas…

Takeshi se encontraba diciéndole a Mui todo lo que la directora les había dicho. Mui, se levantó de la cama y se quedó sentada.

—¿De verdad van a hacer algo para recuperar a mi hermano?

—Así es… —Respondió Takeshi asintiendo.

Ida que se encontraba al lado, sonrió y dio ánimos a Mui.

—Talvez suene egoísta pero, espero que te recuperes pronto para eso.

—…

Mui estaba un poco sorprendida, pero de repente comenzó a derramar lágrimas.

—Oye ¿por qué lloras? —Exclamó Kurumi con sorpresa—. ¿Acaso te sigue doliendo en algún lado?

—N-no es eso. Es que ustedes… no puedo creer que ustedes hayan salido a buscarme.

Las lágrimas y el sollozo de Mui quebraban su voz. Entonces Kurumi se llevó las manos a la cintura y a desvió su mirada hacia otro lado diciendo:

—¡Deja de llorar! No es como si hubiera ido porque me sintiera preocupada o algo por el estilo. Solo fui para dar un paseo. Esta escuela es muy aburrida y ya me sentía encerrada. Además, solo quería usar un poco mi magia.

—¿Usar tu magia? ¿Cuándo hiciste eso? —Inquirió Ida.

Al escuchar eso, Kurumi rápidamente fulminó a Ida con la mirada y le gritó:

—¿Y quién crees que sanó todas sus heridas con magia curativa?

—Aah eso solo… solo eran pequeños rasguños.

—¡Escucha, Ida-kun…!

Kurumi extendió su mano al frente, lo cual asustó a Ida y este corrió rápidamente a refugiarse detrás de Takeshi.

—¡Uwaa! qué aterradora. Nanase, por favor haz algo.

—No puedo…

Al escuchar esas frías palabras de Takeshi, Ida corrió rápidamente a refugiarse al fondo de la enfermería sin poder creerlo.

—Cielos, Huir rápidamente es lo único para lo que sirve ese chico Nokon… —Murmuró Kurumi apretando los labios. Cuando Mui vio eso, comenzó a sonreír.

Takeshi y Kurumi, también sonrieron al verla.

«Falta poco, Nii-san… pronto estaremos juntos de nuevo. Iré a rescatarte pronto…»

Ya más relajada, Mui salió de la cama y caminó firmemente, marchándose de la enfermería junto a Takeshi y a los demás.

 


Written By

orenohonyaku

Traductor japonés-español.