La ex pareja va a la escuela (¿te sientes solo?)
Ahora puedo decir que era joven y tonto, pero tuve «algo» llamada «pareja» entre mi segundo y tercer año de secundaria.
Según que la gente dice, que la humanidad está llena de historias, y de hecho, tienen razón. Yo sólo soy un tipo duro, que habla de su pasado a nadie en particular, en donde no sabía distinguir lo bueno de lo malo, la izquierda de la derecha, etcétera…
Como por ejemplo, el primer día del segundo semestre, durante mi segundo año de secundaria.
Ese día, abrí los ojos, rara vez con sueño para empezar, y me levanté lentamente de la cama; podríamos decir que me duele explicar la razón por la que me faltaba el sueño, así como que me da mucha vergüenza, pero si tengo que explicarlo mientras aguanto todo tipo de emociones. Es por algo que ocurrió el día anterior…
Había recibido la confesión de Yume Ayai.
Terminé de leer la carta de amor que me entregó personalmente y acepté en el acto. Supongo que eso era lo más apropiado para describirlo, de alguna manera. De todos modos, desde ese día, tenía oficialmente una novia.
La primera novia de mi vida…
Me sentía un poco esponjado, un poco agitado, y me revolcaba en la cama sin motivo, hasta que amaneció. Supongo que eso podría considerarse normal, pero definitivamente no era porque estuviera perdido en la fantasía de la vida real, ni estaba de humor para tener un sueño realmente significativo. Era simplemente un fenómeno biológico ilógico que me robaba mi precioso tiempo de sueño. Ayai nunca debería ser perdonada.
En fin, era la primera mañana desde que tenía novia; la única primera mañana del segundo año, del segundo semestre.
Me preparé y me apresuré a salir de casa.
No es bueno llegar tarde al primer día de clase, pero no era eso lo que pensaba. Tenía prisa porque tenía una cita.
Hay una chica con trenzas de pie en el cruce que lleva a la escuela, el lugar donde daré mi primer beso, sosteniendo su bolsa ante sus rodillas, esperándome.
Yume Ayai. Mi novia.
«Así que, ¡lo siento! ¡Me he quedado dormido!»
«No… todavía hay tiempo…»
Ayai en ese entonces no era una persona que hablara realmente, e incluso cuando hablaba conmigo, tartamudeaba. Me enfurece pensar en lo que experimentó para que su boca sólo sea capaz de hablar mal, pero eso es para otro momento.
Ayai me miró a la cara, y su boca se abrió ligeramente.
«¿No… dormiste nada anoche?»
«Ah, sí… bueno, sólo un poco… creo…»
«Ya… veo…»
Ella continuó jugueteando con su flequillo largo, desviando la mirada mientras sus mejillas se sonrojaban un poco, y dijo algo con una voz lo suficientemente suave como para que se la llevara el viento.
«Yo también… no pude dormir nada anoche…»
En aquel entonces era muy idiota, y una simple conversación como ésta me abrumaba por completo. Mi oído latía con fuerza y mi «lengua» era unas cinco veces más lenta que la de Ayai; actuaba como aquel robot al cual se le hubiese olvidado añadirle aceite.
Continuamos nuestra conversación con cosas como «ah» y «uh», cosas que realmente no eran una conversación, caminando el uno junto al otro hacia la escuela. Estamos a sólo medio paso el uno del otro. A cada paso que dábamos, nos temblaba el dorso de la mano, y llegamos al punto de preguntarnos si debíamos agarrarnos de la mano.
Como «amantes», parecía que podíamos hacer eso, lo de la mano… Pero hacer eso parecía muy apresurado, ya que pasó recientemente.
Yo pensaba en ese tipo de cosas en aquel instante, pero agarrarnos de la mano me resultaba muy difícil, teniendo en cuenta que soy un pendejo virgen, que atesoraba el recuerdo de nuestros dedos tocándose justo el día anterior.
Y antes de darnos cuenta, la escuela estaba ya a cincuenta metros de nosotros. Empecé a ver a los otros estudiantes que se dirigían a la escuela, así que pensé, ¡ah!, ¿ya tan rápido? Ja. Desgraciadamente para mi suerte, Ayai empezó a mirar a su alrededor, con mirada sospechosa.
«Este… por aquí…»
«¿Eh?»
«Es… me da pena que ambos vallamos juntos a la clase…»
Supongo que mi suerte se acabó en aquel entonces, cuando me encontré con que la «Ayai que susurra» era realmente adorable, y en ese momento, estaba claramente predestinado que la relación entre ella y yo fuera conocida exclusivamente por nosotros.
Si hubiésemos regresado a la clase juntos en aquel entonces, y actuásemos como novios, yo no tendría este extraño impulso posesivo, y ella no habría tratado de encontrar faltas en mí, y probablemente no habríamos roto. Pero todo es en retrospectiva.
Y hay que aclarar que no somos Kazuko Yoshiyama ni Natsuki Subaru. Todos los «¿qué pasaría si…?» eran sólo un mero ejercicio mental. ¡Pero!, yo diría lo siguiente que contaré como si fuese uno de esos ejercicios de gimnasia mental:
¿Qué pasaría si… Ayai y yo, ese día pudiéramos ir juntos, tomados de la mano, a la escuela?
…Pero incluso este yo jamás se esperó un día en el que apareciese de verdad aquella gimnasia mental convertida en realidad.
Siendo de los periodos que más odio en mi vida, finalmente terminaron las vacaciones de primavera, las cuales suceden antes del nuevo ingreso a la escuela.
Me alegré mucho por ello, pero en este momento, tenía otro gran problema.
«…»
«…»
Mi pequeña hermanastra, Yume Irido, apareció desde el lavabo. Intercambié miradas sin palabras con ella. Nos mirábamos con el ceño fruncido.
Un bléiser azul marino. Con el diseño, el cual daba apariencia formal; las corbatas rojas mostraban que estábamos en nuestros primeros años.
Yume y yo llevábamos el mismo uniforme del colegio. Esta era otra broma tendida por el dios amante de las tragedias, ligada a cómo ella y yo nos convertimos en hermanos.
Nos estábamos preparando para nuestros exámenes de ingreso el año pasado, por aquel entonces nuestra relación ya estaba «en pausa».
Por supuesto, no discutimos la escuela en la que queríamos entrar. Mi primera elección fue una escuela privada a la que no había ido nadie más de nuestra escuela secundaria. También está el tema de las tasas escolares para una familia monoparental, pero eso no era nada si aprobaba el examen de ingreso. Me enteré de que ella también está en una familia de las que mencioné, con su madre, así que estaba segura de que si podía entrar en esta escuela, podría separarme definitivamente de ella. Estudié mucho y me puse las pilas…
Y entonces conseguí una beca gratis. Junto con Yume… claro.
Mi ex tenía exactamente los mismos pensamientos que yo.
Ella no quería asistir a la misma escuela que yo, eligió una escuela preparatoria que yo definitivamente no habría elegido, y estudió mucho.
Había pocas plazas de becario, y los dos, de la misma escuela secundaria, nos las arreglamos para conseguirlas.
¿Hay alguien que pueda entender nuestra desesperación cuando nos llamaron juntos a la sala de profesores y nos elogiaron por «ser el orgullo de nuestra escuela»? Para ser sinceros, fue más chocante que reprobar materias, tan chocante, que sólo pudimos sonreír de cierta manera hasta el final.
En este mundo, muchas parejas estudian con todas las ganas del mundo para asistir a la misma escuela, pero probablemente sólo hay una pareja en particular que estudió con el mayor esfuerzo posible para asistir a escuelas diferentes. Y a pesar de ello, acabamos entrando en el mismo colegio. ¿Cuál era la probabilidad?
Chinga tu madre, Dios.
…No, en realidad, no reunimos información sobre el otro, y también somos idiotas en esto.
De todos modos, el hecho de ver el mismo uniforme nos hace mirarnos con desprecio.
«…Ese uniforme no te va».
Yume escupió fríamente con ojos oscuros.
«…Lo mismo para ti. Esa falda que llevas tampoco».
Le contesté con voz fría, y mirando con ojos negros y oscuros.
«La mayoría de los uniformes tienen faldas plisadas, como la mía».
«Siento haberme expresado mal. Ser estudiante de preparatoria no te sienta bien para nada».
«¿Ah, sí? Ahora que lo mencionas, ser humano no te queda».
«Entonces no eres adecuada para la Tierra».
«Entonces no eres adecuado para la galaxia solar.»
«¡Entonces no eres adecuada para la Vía Láctea…!»
Y entonces empezamos a usar conceptos curiosos como el espacio y las tres dimensiones, aunque no fueran temas «apropiados» para discutir. De repente, una mujer asoma su cara desde la sala.
«¡Uf! Realmente te sienta bien!»
Es mi madrastra: Yuni. Con un vigorisidad, nos juntó cuando estábamos a punto de agarrarnos de los pelos, y asintió con una mirada infantil.
«¡Supongo que el uniforme de una escuela preparatoria es diferente después de todo! ¡Ambos se ven muy bien! ¡Sí que han conseguido entrar en este colegio, que es tan difícil de acceder! ¡Es de esperarse de nuestros chicos!»
…A pesar de que nos regañamos por los uniformes, ni una sola vez dijimos algo sobre «asistir a otro colegio». Hay una razón para ello; nuestros padres estaban muy contentos de que entráramos.
Yume y yo coincidimos en algo sobre nuestra familia. Los dos sabemos que es el fondo que no podemos tocar, incluso sin decir nada.
«Por supuesto, ¿¡nos hacemos una foto!? Vamos ustedes dos, ¡acérquense!»
No mamen.
O eso quería decir, pero pues no pude negarme después de ver que Yun sacaba alegremente su celular, aunque fuera su hijastro. Parece que su verdadera hija, Yume, también pensaba lo mismo.
Nos pusimos uno al lado del otro y tratamos de poner sonrisas en nuestros rostros para la foto. Estaba empezando a cogerle el truco de fingir sonrisas.
Nosotros, como seres humanos, estamos acostumbrados a los hábitos.
«Jeje. Ahora que lo miro, parecen una pareja, ¿saben?».
Eso pensé, pero me agarró de bajada lo que acabó de decir, y mi corazoncito se sacudió.
¿Me cacharon? ¿Se me nota en la cara?
«¿Qué estás diciendo, mamá? No nos conocemos desde hace mucho tiempo, ¿verdad?»
Dijo Yume con calma, mientras me daba una discreta patada en la pantorrilla. ¿Se me notaba algo en la cara?
«Pos’ tú te pareces a mí, y Mizuto se parece a Mine, ¿no?
«…No te proyectes con nosotros. Y no soy como tú, mamá.»
«Lo siento, lo siento.»
Cuando decía «Mine» se refería a mi padre. Su nombre completo es Mineaki Irido.
«Entonces… ¿entran en el carro ya? Estaremos allí cuando terminemos».
Dijo Yuni, y volvió a la sala.
Es la ceremonia inaugural. Como nosotros somos estudiantes de primer año, papá y Yuni visitarían nuestra escuela como nuestros tutores. ¿Qué significaba esto?
«…ah…»
«No suspires. Eso me contagiará».
«¿No puedo no hacerlo? Una cosa es que estemos en el mismo colegio; podemos fingir que no nos conocemos…»
Nadie en este instituto sabía de nosotros. Debería haber sido fácil para nosotros actuar como extraños. Pero ahora somos hermanos. Tenemos los mismos padres, y tomamos juntos el mismo coche para ir a la escuela. Es nuestro deber tener que actuar como parientes.
Es demasiado difícil actuar como desconocidos teniendo en cuenta todos estos factores.
«¡Nos vemos luego!»
«Mizuto… ¡Haz algunos amigos!»
Llegamos a la escuela, terminamos de hacernos las fotos antes de las puertas del colegio y casi todo lo demás. Finalmente, dejamos a nuestros padres por el momento. Teníamos que llegar al aula antes de la ceremonia de apertura, y conocer a nuestros compañeros y al profesor de la clase.
Ya sabíamos en qué clase estaríamos. Al parecer, nos dividieron según las notas de nuestro examen de ingreso; es decir, no por motivos familiares. Sin embargo, por alguna razón, terminamos juntos en la misma clase (Clase 1-7). Esta serie de eventos desafortunados me exaspera demasiado como para suspirar…
Una vez que desaparecieron, Yume estiró su espalda, y entonces,
«Otaku imbécil».
«Maniática cabrona».
«Mirrey mamón».
«Leñadora de bonsái».
«¡Pero si no soy chaparra!»
«Pues para mi sigues igual que antes.»
Seguimos con nuestra verborrea de insultos. Es una medida necesaria para soltar algo de la presión que teníamos atorada, no sea que acabemos explotando.
Entramos en la escuela, y nos dirigimos hacia el aula 1-7.
«¿Y ahora qué?»
«¿Qué?»
«¿En serio vamos a entrar juntos en el salón?»
«Ahora tenemos el mismo apellido, y eso ya crea suficiente atención hacia nosotros. Entremos de una vez».
«…No puedo imaginar que seas la misma persona que la que estaba tan avergonzada entonces.»
«¿Qué madre dijiste?»
«Nada.»
Es cierto que si nos preocupamos demasiado, el efecto contrario ocurriría en su lugar. Entramos en la clase 7 por delante, como es normal.
Todas las miradas de la clase se concentraron en nosotros. Hay una veintena de alumnos, y todos estaban extrañamente agitados porque querían ver a los nuevos amigos.
Según el papel pegado en la pizarra, mi asiento está justo delante.
Como «Irido», teníamos que sentarnos delante y detrás. Yo me senté delante porque mi nombre empezaba por «Mi», y Yume detrás ya que su nombre empezaba por «Yu». Me daba mala espina que Yume se sentara detrás de mí, pero de momento nos sentamos en nuestros asientos designados.
¡Plop!
«¡A la verga!»
Mi silla recibió una patada en la espalda. ¡Hija de su madre!
Me giré para mirar hacia atrás, y la culpable se limitó a mirar por la ventana como si no hubiera pasado nada…
Supongo que no cambiaríamos de asiento hasta un mes después, y, por consiguiente, mi espalda está quedando expuesta a su merced. Es realmente algo muy desventajoso, así que necesito que pensar en una estrategia a la de ya.
Dada nuestra situación, nuestros compañeros se limitaron a observarnos desde fuera.
«…¿Ahora estás pateando mi silla?»
«No sé de qué hablas.»
«¿Te parece bien no intentar hacer amigos? Novata de prepa.»
«¿Quién es novato de secu?»
En el tercer año de la escuela secundaria, ella era una chica sencilla. Esa impresión desapareció, ya que ha cambiado tanto por dentro como por fuera. Básicamente, ella era completamente la persona de esa Yume Ayai que me dio la carta de amor al final de aquellas vacaciones de verano.
Nuestra situación ahora es que estamos entrando en este instituto sin conocer a nadie más aquí. Si eso no es ser novato en el colegio, no sé lo que es.
«No tienes que preocuparte por eso, Mizuto».
Yume sonrió, tomándome por idiota.
«Tengo un arma letal».
«Irido, ¿de qué secundaria eres?»
«Sólo una escuela del montón. Nada qué destacar».
«¿Tienes alguna afición?»
«Creo que es la lectura. Aunque es bastante aburrido hablar de ello».
«Eres el mejor clasificado en los exámenes, ¿verdad? ¿Cuánto has estudiado?»
«No mucho, según, o eso quisiera decir, pero realmente pasé mucho tiempo pegado al libro, incluso ignorando el sueño y la comida. Me siento aliviado de estar libre de eso ya».
Pude oír esas risitas detrás de mí… Yume Irido se alzó con el primer puesto de la casta de la clase el primer día de clase.
Sucedió cuando volvimos al aula después de la ceremonia de apertura, y terminamos la sencilla sesión de clase. Los alumnos empezaron a acercarse a nosotros como hormigas que se reúnen en torno al azúcar.
Sí, la ceremonia de apertura. El arma de la que hablaba Yume estaba en funcionamiento. Ella nos representaba a los de primer año.
Bueno, esa es la prueba de que ella es la estudiante mejor clasificada. Esta escuela preparatoria se centraba totalmente en las calificaciones, y ella tenía una posición poderosa. Yume Irido no era una humilde campesina que iba por ahí buscando amigos.
Pero eso no me importaba, ya que… ¡maldita sea!
¿Por qué sus notas eran mejores que las mías? ¡VEEEEEEEEEEEEEEERGA…!
Ella tenía la nueva y brillante etiqueta de ser la representante de la escuela, y parecía que todos se olvidaban de mí, aunque tuviéramos el mismo apellido. Como sea, me levanté de mi asiento, como si me hubiera «apretado», por así decirlo, la gente que rodeaba a ella.
La ceremonia de apertura y el aula de clase terminaron, así que no hay necesidad de estar en la escuela. Me presentaría ante papá y Yuni, y luego me apresuraría a volver a casa. No necesitaba volver a casa con ella, ya que no somos amantes.
«…»
Sentí que Yume me miraba, o tal vez sólo era yo que lo pensaba demasiado.
Mmm… Es bonito poder hacer tantos amigos.
Seguí leyendo en mi habitación, y antes de darme cuenta, era de noche. Sintiendo sed, bajé a tomar algo, y la puerta de entrada se abrió.
«He vuelto».
Es Yume. Volvió sola. Papá y Yuni ya han vuelto a casa, y han pasado tres horas desde la ceremonia de apertura. Según papá, Yume fue invitada por los compañeros a la fiesta de primer año.
Supongo que hizo un buen debut. No podía imaginarla como la persona que no podía encontrar un compañero para la clase de gimnasia en aquel entonces.
Yume caminó en silencio por el pasillo y me dedicó una sonrisa alegre al pasar a mi lado.
«¿Te sientes solo?»
«¿Eh?»
Fruncí el ceño. Ella se limitó a soltar una risita.
«Siento no poder cuidarte mientras estás solo, ¿sabes?»
«No es nada. No te preocupes por eso. Puedes pasar todo el día respondiendo a los mensajes de LINE entonces».
«Lo haré entonces».
Yume respondió de manera escueta y subió las escaleras… ¿Por qué tenía que ver esa sonrisa victoriosa en ella? ¿Había alguna razón por la que tenía que sentirme solo aquí?
Y tras estos inexplicables pensamientos, a la mañana siguiente…
«Irido, ¿de qué secundaria vienes?»
«…Bueno, una común y corriente.»
«¿Tienes alguna afición? ¿Como los juegos?».
«No muchos…»
«¿Qué tal tu examen de ingreso? Debes ser bastante inteligente, ya que eres el hermano de Irido, ¿verdad?»
«Supongo que pasable».
¿Por qué? ¿Por qué era yo el que estaba rodeado ahora?
Es como un fenómeno sobrenatural. Acabo de ir a la escuela por la mañana, y de repente, esta era la situación. Es como si todos supieran que Yume y yo somos hermanastros. ¿Lo soltó durante la fiesta aquella? Aunque es sólo cuestión de tiempo…
Probablemente era la primera vez que me rodeaba tanta gente, desde que nací del vientre de mi madre. Había muchos más chicos reunidos a mi alrededor que entonces, muchas veces más que el número de médicos y enfermeras en la sala de partos.
Me bombardearon con una pregunta tras otra, me sentí agobiado entre estas. ¿Se las arregló ayer para hacer frente a tan tortuosos interrogatorios? ¿Era una espía en formación?
Al borde de la muerte, Yume apenas llega a tiempo de entrar en el aula, saludando a las chicas mientras me ve rodeado, y simplemente frunciendo el ceño.
Y entonces, después de dejar su bolsa detrás de mí.
¡Pum! Ha pateado mi silla. ¿Por qué?
Supuse que eso era lo que querían decir con «cuando llueve, diluvia».
Como es una preparatoria, supuse que todo estaba a tope de curriculares desde el principio. Teníamos seis materias, y no sólo de orientación estudiantil. Sigue siendo el paraíso comparado con el aluvión de preguntas interrogativas…
Me escapé del aula durante el descanso del mediodía, y huí por mi vida.
Cuando la clase estaba a punto de empezar por la mañana, me esperaban esos interrogadores, la mayoría de ellos de otras clases. Tardarían algún tiempo en reunirse. Fue entonces cuando aproveché la oportunidad de escapar.
Me encierro en el cubículo, esperando que las cosas se calmen. El baño es bonito, de estilo occidental, y era más cómodo de lo que imaginaba. Los colegios privados son increíbles.
Dios, en serio, por qué mi popularidad aparecía así. No es que fuera tendencia en las noticias de internet o en Twitter. ¿Había algo llamativo en mí? Si lo había… supongo que es por ser el hermanastro de Yume Irido.
«¿Vas a ir por la tarde?»
«Por supuesto. Tengo que acercarme a él».
Podía oír voces fuera del cubículo. ¿Así que no es sólo un derecho de las mujeres cotillear en el baño? Eso es sorprendente.
«Esa chica es muy linda, ¿no? Y es la primera de nuestro año. Es una perfecta sobrehumana, ¿verdad?»
«Pero en serio, veo su foto en LINE y estoy enamorado.»
La primera de nuestro año… ¿ella? ¿Dicen que es linda…? ¿Necesitan al oftalmólogo?
«Entonces, ¿por qué te quedas con el hermanastro pequeño? ¿No puedes ir con ella en su lugar?»
«Ella me encontrará molesto. ¿No es mejor ir a través del hermanito en su lugar?»
…¿Qué?
«Creo que hay mucho con esos pensamientos».
«La verdad es que ese hermano que tiene ella me parece un poco sombrío. No parece que pueda llevarse bien conmigo».
«Pues siempre andas chingando…»
«Ahh, qué cruel. ¡Ja ja ja!»
…Ahh. Misterio resuelto. Esos tipos me están usando como trampolín sólo para acercarse a Yume con malas intenciones. ¿Era eso?
Salí del cubículo.
«¡Wow!»
«Eso me sorprendió…»
Salí del baño, ignorando a los chicos conmocionados.
«…¿Espera? Ese no es…»
«Ah.»
Unos cuantos chicos se reunieron poco después de que yo apareciera en el pasillo. Supongo que es más apropiado decir que estaban pegados como moscas a mí.
Si me estuviesen hablando porque quisiesen ser amigos míos, los habría tratado con cierta seriedad. Pero si no era eso, no tenía sentido correr y esconderse.
Esa noche, terminé de cenar y lavé mis cubiertos en el lavabo. Parecía que Yume también había terminado cuando se puso a mi lado.
Por un momento, sólo se oyó el sonido del agua. Entonces ella murmuró:
»¿No te sientes molesto?»
«¿Qué?»
Pregunté, y Yume frunció el ceño, pareciendo un poco ansiosa.
«Lo sabes, ¿no?»
«¿Te refieres a las ‘moscas’?»
«Sí».
Seguro que las noticias se propagan rápidamente entre las chicas.
«A ti… te miraban con desprecio».
«Supongo».
«No tienen valor para hablar conmigo, así que deciden usarte a ti, ya que pareces honesta… si salió como se planeó, empezarán a dar excusas… realmente no puedo lidiar con esa gente».
«No me importa lo que pienses. Simplemente ignora a esos tipos. Aplastar el agua, golpear la cabeza contra la pared, tú conoces este tipo de modismos como estudiante de preparatoria, ¿verdad?»
«¡Pero entonces tú…!»
Yume sonaba realmente agitada por alguna razón, pero se detuvo. Sus manos dejaron de lavar los utensilios.
Yo también dejé de lavar.
El agua seguía saliendo del grifo.
«…¿Yo?»
Pregunté en voz baja. Ella dejó de mover la boca y las manos, y después de un momento, empezó a lavar los cubiertos con la esponja de nuevo.
«…No es nada».
Al día siguiente.
Es mi tercera mañana como estudiante de secundaria. Yume y yo decidimos ir a la escuela a horas diferentes ayer mismo, pero un día después, el acuerdo se ha roto.
«¿Vamos a la escuela juntos, Mizuto?»
Qué asco. Eso fue lo que pensé inmediatamente cuando ella me pregunta con una voz tan amable. Sin embargo, no puedo rechazar la propuesta en medio del desayuno.
«Parece que andamos en buenos términos».
«Jajajaja, Mizuto. Deja que te enseñe a tratar con las chicas».
Esa Yume sólo sonreía. Era obvio que ella está sugiriendo esto delante de nuestros padres, así que no podía rechazarla.
¿Qué está planeando ahora?
Mi mirada escéptica fue completamente repelida por su impecable sonrisa. Y sin querer, ambos salimos de la casa.
Seguí observando a Yume con ojos recelosos mientras íbamos a la escuela, pero ella siguió manteniendo su postura. En serio, en qué estaba pensando…
Lleno de miedo y algo de asco, acabamos a unos cincuenta metros de las puertas del colegio. Había más estudiantes a nuestro alrededor, de camino.
Solíamos ir por caminos separados por aquel entonces.
No sabía por qué decía que quería ir a la escuela conmigo, pero de ninguna manera iba a ir alegremente a la clase con…
Es entonces cuando se borran mis pensamientos y regreso al mundo real.
¿¡Por qué… esta mujer se agarró a mi brazo como si nada!?
«¿¡Eh!? ¡Espera!»
«Está bien».
Murmuró mientras seguía caminando, agarrándose a mi brazo mientras me arrastraba.
Podía sentir las miradas. Eso era de esperar, ya que sería el tema de la semana: la representante de los de primer año se aferraba al brazo de un hombre mientras iba a la escuela temprano en la mañana.
¿¡Qué está pensando aquí!? ¡No recuerdo que hayamos hecho algo tan atrevido cuando salimos juntos!
Lo más aterrador fue que Yume continuó aferrándose a mi brazo mientras pasábamos por las puertas de la escuela. Naturalmente, había más estudiantes allí, y yo estaba en vista de todos. Una pareja de chico y chica yendo al colegio agarrados del brazo llamaría la atención, y eso sin ser nosotros.
«Je… ¿No es ese Mizuto?» «¿Deberíamos nosotros…?»
Y como ayer, los chicos que querían echarse a Yume se acercaron… sólo para pararse en seco. Bueno, no es de extrañar:
La persona a la que intentan acercarse (Yume) está tan cerca de mí, por así decirlo.
El brazo de Yume ejerció más fuerza, y gracias a eso, nuestros cuerpos todavía se pegaban más. ¡Madres con mi codo!
«¿Perdón?»
La cara de Yume mostró una deslumbrante sonrisa. Los chicos, atónitos.
«Como pueden ver, ahora mismo estoy hablando con Mizuto. ¿Puedes no molestarnos, por favor?»
Los chicos se quedaron con la boca abierta, asombrados, mientras señalaban de un lado a otro a Yume y a mí.
«¿Irido…?» «Esto es…» «Ambos… son hermanos, ¿verdad?»
«Sí.»
En ese momento, la sonrisa en la cara de Yume era aterradora.
«-Lo siento, adoro a mi hermano».
El yo atónito…
Los chicos sin habla…
La multitud embobada ante la escena.
«Y, así es como es».
Yume dio el golpe de gracia a los chicos que se detuvieron por completo, y tiró de mí.
Entramos en el edificio de la escuela. Yume finalmente me soltó el brazo; fue entonces cuando por fin pude moverme
«Tú… acabas de causar un gran revuelo ahí fuera, ¿sabes?»
«¿Qué? Ese grupito de moscas no se acercará a ti ahora, ¿verdad?»
«¡Bueno, así es, pero…!»
¡Tú eres su objetivo, y ellos acaban de reconocer que no tienen otro interés que no sea tú!
«No pasa nada. Se lo explicaré bien a los amigos con los que tengo mejor relación».
«¡¿Estás de acuerdo con eso?! ¡Las impresiones que tienen de ti…!»
«…Al fin y al cabo, sigues siendo de la familia».
Murmuró Yume, y desvió ligeramente la mirada.
«No puedo permitir que se menosprecie a mi familia. Eso es todo. Nada más».
…Esta mujer… ah, como sea, verga. En serio, no podía reírme como si fuera una broma cuando dijo eso, ¿sabes?
Reprimí la ligera duda que había en mi interior, y le expresé mi agradecimiento con toda la sinceridad que pude.
«Gracias, me has ayudado ahí fuera».
Y sólo por estas palabras, los hombros de Yume se estremecieron.
Esta no debería ser la reacción del que recibe el agradecimiento.
«¿Qué? Sólo te he dado las gracias».
«…¡No es nada!»
Yume se dio la vuelta, y se preparó para entrar sola en el aula… pero de repente se volvió hacia mí, mirando fijamente la parte superior de mi brazo.
«…Justo ahora».
«¿Eh?»
«Justo ahora… tu codo… ¡borra esa sensación de tus recuerdos!»
«Ahh…»
Instintivamente toco la parte superior del brazo que una vez fue aplastada por los pechos de esta mujer.
«~~~!?»
Inmediatamente, la cara de Yume se pone roja como una sirena, y se cruzó de brazos ante su pecho. ¿Eh? ¿Qué?
«…¡Tú, pervertido silencioso!»
Yume me lanzó ese ridículo insulto, y huyó de la escena. ¿Qué vergas fue…? Preguntándome eso, empiezo a frotarme la parte superior del brazo.
Ah.
«¿La toqué sin querer?»
No pensé en eso.
Las cosas se calmaron después de la loca mañana, y es el receso del mediodía cuando un chico se acerca a mí.
«Hola, Mizuto Irido. ¿Puedo comer contigo?»
Nunca pensé que habría un hombre alfa, lomo plateado, pecho de acero, caballero de la noche, vista de tigre, fuerza de toro y voz de espartano que se respeta, que superara la semejante barbaridad de declaración «brocón» de Yume. Levanté la cabeza con fastidio.
Parecía un tipo frívolo. El pelo brillante con permanente parecía retar a las normas de este colegio tan estricto. Es bastante alto y tenía el físico de un miembro del club de baloncesto, supuse. Me molestó esa sonrisa que tenía algo de intención, pero no parecía demasiado coqueta ni demasiado honesta, un poco más hacia lo primero. Supongo que es popular…
…¿Este tipo era parte de la banda que me acosaba? Me dio cierta impresión, pero probablemente sea un compañero de clase. Bueno, de cualquier manera, mi respuesta no cambiaría.
«…Lo siento, pero sólo responderé a dos preguntas.»
«Oigámoslas.»
«Una. He comido.»
«Es una pena».
«Dos. No voy a dejar que un tipo frívolo como tú se acerque a Yume».
El tipo frívolo fue completamente rechazado por mí, pero me dio una sonrisa molesta por alguna razón… ¿Qué?
«Entonces te diré dos cosas buenas como respuestas».
«A ver….»
«Una. No me estoy acercando a ti sólo para acercarme a ella».
«mmm….»
«Dos: ella acaba de escuchar lo que has dicho, ¿sabes?»
El chico señaló a un lado. Yume, que podría haber terminado su almuerzo, estaba de pie a un lado.
¿Qué?
Empecé a digerir lo que acababa de decir.
No voy a dejar que un frívolo como tú se acerque a Yume.
…¿Soy su novio?
La cara de Yume estaba mucho más roja que de costumbre, y preferí pensar que le picó algo y la inflamó. Sin embargo, no podía mirar sus ojos… Empezó a actuar con sospechosa, agitando sus brazos sin sentido, y caminó con la misma naturalidad que lo haría un robot, se sentó detrás de mí, y entonces,
-¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!
Comienza a patear mi silla una y otra vez.
«¡Jajajajajajajaja!»
Un tipo cuyo nombre no conocía se echó a reír. Es violencia doméstica, no la chingues.
«¡No, bueno! ¡Jajaja! ¡Supongo que sí! ¡Mi olfato tuvo razón!»
«¿Eh? ¿Olfato? ¿Nariz?»
«No, no, chiste local, cosa mía.»
El chico empezó a limpiarse las lágrimas de los ojos mientras reía, y extendió su mano hacia mí.
«Soy Kogure Kawanami. Sólo un chico que quiere ser tu amigo, eso es todo».
«…Es realmente sospechoso escuchar a alguien decir sus honestas intenciones».
«No digas eso papz».
«No recuerdo haberte hablado con tanta confianza, papz».
«¿Eh? ¿No eres muy bueno para socializar con otras personas?»
«Podría decir que no, para nada».
«Ya veo. Bueno, entonces seamos amigos. Por favor, ¡cuida de mí!»
El tipo llamado Kogure Kawanami me agarró la mano con bastante fuerza… parece que tengo un tipo algo problemático como amigo.
«Ahora bien, papz».
«¿Por qué tan apasionado de repente, papz?»
«Para celebrar que somos cuates, te voy a contar algo muy interesante».
«¿Interesante?»
Kawanami sigue mostrando esa molesta sonrisa.
«Hay algo muy interesante que podrías ver si giras tu cabeza ahora».
¿Atrás? Me volteo como ha dicho…
«…»
Y entonces, entrando en mi vista estaba la cara de Yume… Ella frunció los labios, dirigiendo sus ojos a lo lejos.
¿Eh?
Mi excepcional cerebro pensó inmediatamente en lo que debía decir. Lo solté sin pensarlo mucho:
«¿Te sientes sola? ¿Mamona?»
¡BAM! Mi silla recibe una patada. Es la patada más fuerte que he recibido hasta la fecha.
¡Gracias por preferirnos!
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