15 de junio…

la mansión de la familia Rindou, que se había convertido en el cuartel general de los Trailers en el mundo en ruinas, ahora estaba más llena de gente que nunca. El lugar entero estaba rodeado por múltiples barreras de protección de varias capaz. Y la única entrada al lugar, era un enorme espejo en el interior de unas magníficas puertas de madera de paulonia con un techo de tejas. Los magos que acababan de salir de allí, eran los líderes de los Trailers conocidos como los «Rango Cinco» que habían ido para reunirse en una habitación de estilo japones en la parte trasera, preparándose para la llegada del momento que habían estado esperando por mucho tiempo.

En ese cuarto donde reinaba el silencio, los magos estaban sentados alrededor de un chico que reposaba en un futón, con expresiones de completa seriedad.

Sentado al lado de la cabeza, estaba Washizu Kippei, llevando puestas sus gafas, que normalmente se guardaba en el bolsillo del pecho. Con su gabardina negra enrollada detrás de él, estaba sentado sobre un cojín, inclinado hacia el frente mirando la cara del chico fijamente y sin moverse ni un milímetro. Los demás magos en la habitación, también tenían sus Aspectos preparados.

Sentada frente al Kippei y a los pies el chico, estaba Violet North, y al lado de ella Ridou Akira; la persona que había prestado la mansión en la que se encontraban. El joven cabeza de la familia Rindou, era muy conocido entre la nobleza mágica y un viejo amigo de Kippei. Rindou, antiguamente fue uno de los quince grades magos, y ahora era un hombre casado con una hija de cinco años y una afición a la pesca en el mundo viviente. Del otro lado, estaba Hiruzen Tadayuki, recientemente aprobado como un nuevo integrante de los Rango Cinco. Tadayuki era un joven estudiante universitario con la apariencia de un hombre serio, que estaba sentado de manera erguida, y mantenía su Aspecto, —una espada larga llamada Centurión— a sus pies frente a Rindou. Del otro lado, justo a la par de Kippei, estaba sentada una chica que era el miembro más joven que también acababa de ser aprobada como Rango Cinco. Su nombre era Yamane Hiro; tenía quince años al igual que Gekkou, y también fue encontrada y llevada allí por Kippei. Sin embargo, ella nunca había asistido a una academia de magia y en el mundo viviente, ella estaba recluida en una institución mental en donde pasaba sus días drogada. La única diferencia entre ella y Gekkou, era que Gekkou, apenas tenía cinco meses de haberse convertido en mago, mientras que ella, era una maga desde su nacimiento.

Kippei rescató a Hiro de manos del C7, específicamente de Wizard´s Breath, y la crio para que se convirtiera en una de los cinco líderes de los Trailers. Sin embargo, durante todo el año que estuvo con ella, Kippei jamás la vio sonreír. El flequillo de Hiro era tan largo que ocultaba la mitad de su rostro. Si bien es cierto, Hiro era una chica bastante linda, pero siempre andaba con la cabeza agachada, así que solo Kippei había visto su rostro a plenitud. Hiro se encontraba sentada educadamente al lado de Kippei, con unos alicates en su regazo. Ella estaba sosteniendo muy firmemente esa herramienta que era su Aspecto, y miraba hacia abajo tranquilamente.

Los cinco magos más alto nivel de los Trailers, estaban esperando a su líder Ryuusenji Kazuma. Pues ya era hora de que despertara.

En ese momento, un reloj de madera con un péndulo que había en el pilar a espaldas de Kippei, sonó con un tono grave y fuerte. Bum, Bum, Bum, Bum…. Dio siete campanadas, y se detuvo dejando un sonido prolongado. Kippei miraba fijamente el rostro dormido de Kazuma sin apartar la vista ni por un instante, y cuando vio que sus labios se abrieron lentamente, se inclinó involuntariamente hacia delante.

—¡Kazuma! —Gritó.

Como para sofocar la voz de Kazuma, Violet también gritó desde el otro lado.

—¡Cállate, Kippei!

—¡Kazuma!

Sin embargo, Kippei volvió a llamar al chico una vez más.

Los párpados de Ryuusenji Kazuma temblaron y dejó escapar un aliento a través de su boca ligeramente abierta. Sus mejillas comenzaron a sonrojarse, y el ángulo de su cuello cambió ligeramente. Al momento siguiente, Kazuma abrió los ojos y frunció el ceño al ver a Kippei asomando en su campo visual. Movió solamente la cabeza, y alzó la mirada para ver a Violet, sentada a sus pies. Entonces Kazuma abrió la boca y dijo:

—¿Por qué siempre tiene que ser Kippei el primero que veo al despertar?

Violet sonrió. Sin embargo, cuando la vio derramar lagrimas con un rostro sonriente, Kazuma se levantó asombrado.

—Ehm….

Al ver a Kazuma confundido, Kippei se encogió de hombros y dijo:

—Ahh si, has dormido por tanto tiempo, que prácticamente te ha pasado lo mismo que a Urashima Taro*.

<<Traductor Orenohonyaku: Urashima Taro es el protagonista de una antigua leyenda del folclore japones que narra la historia de un pescador que rescata a un a tortuga, y esta lo lleva a dar un paseo por 3 días a un palacio en el fondo del mar. Pero al volver a su aldea, se entera que han pasado 300 años y el no ha envejecido nada. Si han leído la otra novela que traduzco que trata del túnel de Urashima, se darán cuenta que también se basa en la misma leyenda>>.

—Eso ya lo sé —Respondió Kazuma—. Te vez viejo….

—Gracias por ofenderme apenas despiertas. —Respondió Kippei haciendo un puchero.

—Veo que hay rostros nuevos —Comentó Kazuma, mientras miraba a todos los que estaban a su alrededor.

En ese momento, Rindou que estaba al lado de Kazuma inclinó la cabeza y dijo:

—Kazuma-sama… ha pasado tiempo…

—…

Kazuma se quedó en silencio, y entonces Kippei intervino.

—¿Ya lo olvidaste? ¿O será que no lo reconoces porque ahora es mayor? Es Ridou… Rindou Akira…

—¿Eh? ¿Rindou?

Kazuma abrió ampliamente los ojos con sorpresa, y miró fijamente a Rindou Akira.

—Ah, tienes razón, ya lo reconocí.

Cuando Kazuma asintió como si recordara, Kippei le presentó a dos personas más.

—El joven de allá, es Hiruzen Tadayuki y la chica a mi lado, es Yamane Hiro. Supongo que ya entenderás…

—…

Kazuma se dio cuenta que todos los Rango Cinco estaban allí, y entendió lo que eso significaba; La guerra, aún no había terminado.

—¿Cuánto tiempo he dormido?

Kippei se rio de la pregunta tan natural de Kazuma y respondió:

—Aproximadamente diecisiete años.

—ya veo…

 Kazuma cerró la boca, como si estuviera pensando. Después de unos treinta segundos de silencio, preguntó:

—¿Wizard´s Breath sigue existiendo?

En ese instante, Kippei, Violet y Rindou, asintieron con fuerza. Kazuma inmediatamente puso una mueca de desagrado, y Washizu Kippei enderezó sus piernas cruzadas al frente y se sentó de rodillas. Inclinó la cabeza y, sintiendo la fría mirada de Kazuma, dijo unas palabras en un tono inusualmente fuerte y formal.

—Ahora que ha despertado, es hora de levantar el telón que dará comienzo a la segunda gran guerra mágica.

Kazuma se quedó escuchando las palabras de Kippei y respondió:

—Ha llegado el momento de hacer caer sobre Wizard´s Breath, todo el martillo de la justicia. Haremos resonar las voces de aquellos que fueron oprimidos y asesinados por ellos.

Su cuerpo tembló con la alegría de poder decir finalmente esas palabras.

—Denos su primera orden, príncipe mío —Dijo Violet—. Estamos listos para partir a la guerra en cualquier momento.

Los ojos de Kazuma se entrecerraron y la garganta de Violet se tragó la mirada aparentemente cruel de sus ojos. No hubo la más mínima vacilación en las palabras de Ryuusenji Kazuma que inmediatamente dijo:

—Hagan lo que tengan que hacer. Si Wizard´s Breath sigue existiendo, no necesito decirles nada más.

En ese momento, ya no solo Kippei, sino también Violet, Rindou Akira, Tadayuki y también Hiro, se arrodillaron e inclinaron sus cabezas profundamente.

Todos recibieron aquel mandato con mucha devoción. El día 15 de junio a las 7:00AM, Ryuusenji Kazuma, el líder supremo de los Trailers, finalmente había despertado.

***

16 de junio…

La Academia de Magia Subaru era el único lugar de Tokio en el mundo en ruinas, que había permanecido en paz. Pero ese día, se convirtió en el último día de clases para los estudiantes.

 Eran las 8:40AM y Los estudiantes se reunieron en el patio de la escuela para escuchar unas importantes palabras de la directora Shijou. La noticia de que Ryuusenji Kazuma había despertado se confirmó, y no solo estremeció a los estudiantes, sino también a los profesores y la academia entera se vio envuelta en el miedo.

De cualquier forma, la directora les dijo a todos que ya no había ningún lugar seguro en el mundo en ruinas, y les ordenó a los estudiantes que regresaran inmediatamente a sus casas y permanecieran en ellas. Algunos estudiantes iban a ir a las sedes o filiales de las comunidades a las que pertenecían, pero para la mayoría, era más seguro volver al mundo viviente.

Los preparativos para marcharse, comenzaron en los dormitorios inmediatamente después de la reunión de la mañana. Aparte de eso, la directora dio otra importante charla con precauciones a tomar en cuenta a la hora de volver al mundo viviente. Se decía que Wiseman, el mago de más alto rango de Wizard´s Breath, acababa de ser asesinado por los Rangos cinco de los Trailers, y por consecuencia, el dominio que tenía sobre el mundo viviente desapareció.

Wiseman era el mago que había lanzado la magia llamada «Gift» sobre el mundo viviente. Esa magia, impedía que un mago utilizara magia de ataque sobre otro mago mientras estuviera en el mundo viviente. Si un mango desobedecía esa regla, «Gift» se encargaba de despojar a dicho mago de todos sus poderes y lo terminaba convirtiendo en un humano ordinario. Esa magia era lo único que impedía que utilizaran magia en el mundo viviente. Pero ahora que ya se había ido, los Trailers tenían absoluta libertar de ir allí, y atacar a los estudiantes de la comunidad. Por eso la directora les aclaró a todos que tuvieran cuidado y que no se confiaran sólo por estar en el mundo viviente.

Con la escuela prácticamente cerrada, Takeshi empacó todo lo que pudo de su dormitorio y se dirigió al pasillo de los espejos con Gekkou. El lugar que normalmente se la pasaba vacío, ahora estaba lleno de estudiantes. Todos, lucían inquietos.

Takeshi vio a Kurumi y a Mui más adelante y se acercó a ellas junto con Gekkou.

—¿Y ahora que hacemos, Takeshi? —Preguntó Kurumi apenas se acercó a ella.

—Pues no sé qué decirte, en realidad…

Takeshi también estaba confundido, así que era difícil decir algo al respecto. Sin embargo, Gekkou habló como si hubiera tomado la decisión en su lugar.

—Oye, Takeshi. Creo que Kurumi también debería irse a casa.

Kurumi suspiró y asintió con la cabeza como si no tuviera otra opción.

—Supongo que no queda de otra —Respondió Takeshi.

En cuanto al cierre de la academia, ya se había establecido que ellos darían una buena razón a los padres, y de ser necesario utilizarían magia para convencerlos. Y aunque estaba seguro de que sus padres no cuestionarían nada, Takeshi estaba lleno de ansiedad. Pues saber que en el pasado su madre fue una maga, le pesaba mucho.

Cuando miró a Mui junto a Kurumi, vio que ella llevaba una gran bolsa de deporte colgada del hombro.

—¿Qué hay de ti, Mui? —Preguntó.

—¿Yo? Bueno yo… supongo que iré a la cede de Wizard´s Breath con mi hermano —Respondió Mui.

—Oh, ya veo…

Mui y Tsuganashi no tenían un hogar al cual volver. Como sus padres habían fallecido, les tocó vivir en los dormitorios de la academia desde entonces. Llevaban mucho tiempo en esas condiciones. Y si ya no podían estar allí, al único lugar que podían acudir, era el cuartel general de Wizard´s Breath.

Cuando Takeshi pensaba sobre eso, a Mui de pronto se le ocurrió algo y dijo:

—Oye, Takeshi-kun… ¿Por qué no vienes con nosotros?

—¿¡Eh!?

Cuando levantó la vista con asombro, se encontró con la mirada fija de Mui. Al parecer, estaba hablando en serio. Kurumi en ese instante miró a Takeshi, y luego barrió su mirada hacia Mui y apretó los labios. Sin embargo, no dijo nada. El que habló en ese momento, fue Gekkou.

—No hagas eso, Takeshi. La sede de Wizard´s Breath es un lugar peligroso.

Gekkou miró a Mui, arrugando la nariz. Era un gesto que solía hacer cuando algo no le gustaba. Hasta ese momento, Gekkou nunca había visto a Mui con una expresión como esa. Desde abril, Gekkou había pasado tiempo con ella a la hora del entrenamiento matutino, y ambos se habían vuelto cercano de la misma forma que una senpai y un Kouhai en las actividades de un club.

Takeshi lo pensó por unos segundos y entonces le dijo a Gekkou:

—Pero Gekkou… Los Trailers ya conocen nuestra casa.

Eso ocurrió desde la vez en que se convirtió en mago. Cuando Takeshi rescató a Mui de Oigami y sus amigos que iban tras ella, los rastrearon hasta su casa y como resultado, Kurumi también acabó convertida en maga cuando asaltaron la casa. No podían descartar la posibilidad de que los Trailers, irrumpieran nuevamente en su casa en busca de Takeshi, Gekkou y Kurumi. Sin embargo, Gekkou lo negó e hizo un puchero.

—Yo opino que nuestra casa es más segura que estar con Wizard´s Breath.

Mientras ellos hablaban, los estudiantes pasaban por los espejos uno tras otro, para volver al mundo viviente. Takeshi se sintió un poco celoso de su compañero de clase Ida, que seguramente ya había vuelvo a su casa con su hermanita Futaba.

La casa de Ida no había sido localizada por los Trailers, y la barrera de protección que habían lanzado al principio sobre ella, seguramente permanecía activa, así que era poco probable que los otros magos la encontraran.

Mientras Takeshi tenía problemas para decidirse, varios estudiantes que llevaban unos abrigos rojos a juego aparecieron.

«El abrigo con el emblema del dragón rojo es el uniforme de Pendragon», recordó Takeshi.

De pronto, uno de ellos divisó a Takeshi.

—Oye, Nanase —dijo.

El chico levantó la mano y se acercó.

—Saikawa-senpai.

Cuando Takeshi volteó a ver, Saikwa sonrió y dijo:

—Supuse que no sabrías que hacer.

Echó un vistazo a su al rededor, y observó a Takeshi, Kurumi, Gekkou y a Mui respectivamente. Parecía estar enterado de que Mui pertenecía a Wizard´s Breath por la manera en que iba vestida, ya que, en ese momento, ella portaba el uniforme militar de Wizard´s Breath. Entonces, dijo.

—Deberías venir con nosotros a Pendragon. Probablemente sea el lugar más seguro en esta situación. Trae también a la chica y también a…

Al ver a Saikawa que miraba con curiosidad a una cara que no conocía, Takeshi se lo presentó.

—Este es mi hermano menor, Gekkou.

—Bueno, entonces ustedes dos pueden venir conmigo.

Saikawa notó que sus compañeros esperaban frente al espejo un poco más adelante y los saludó e hizo un gesto para que se adelantaran.

Takeshi miró a Kurumi y Gekkou. Ambos todavía tenían expresiones confusas en sus rostros.

—Si, supongo que sí. Creo que es más seguro que ir a casa.

Takeshi asintió lentamente como si tratara de convencerse a sí mismo, y de pronto, Kurumi se aferró a la manga de su camisa y aceptó.

—Si Takeshi irá, entonces yo iré con él.

—Pues si ustedes van, entonces yo también —Contestó Gekkou.

Solamente Mui quedó fuera de eso, y dejó salir un pequeño suspiro. Miró a Takeshi e intentó decirle algo, pero al final no lo hizo. Ella había decidido proteger a Takeshi y realmente quería quedarse con él. Pero si ya había decidido ir a Pendragon, no le quedaba de otra más que resignarse.

Cuando Saikawa vio que los tres iban a venir con él, levantó su pulgar frente a ellos y sonrió ampliamente.

—¡Entendido!

Takeshi se alejó de Mui y siguió a Saikwa Youhei a la sede de Pendragon donde había sido aceptado como un refugiado. Sin embargo, en el momento en que atravesó el espejo, Takeshi volvió a recordar aquel sueño. La pesadilla que «Nightmare» le mostró, era un sueño premonitorio de un futuro inevitable en donde un dragón rojo atacaba la escuela. Sin embargo, ese horrible evento aun no había ocurrido. Y el hecho de que el emblema de Pendragon, fuese casualmente un dragón rojo, hacía que Takeshi se llenara de ansiedad. Y, de hecho, Pendragon en realidad iba a ser el lugar más peligroso en el cual estar.

***

Los magos llamaron a aquel conflicto que se desató a finales de los 90s como: «La Primera gran guerra mágica» Seguramente, porque en ese entonces, ya se había decidido que esto pasaría…

El 15 de junio, dio comienzo «La Segunda Gran Guerra Mágica». En ese día, la asociación internacional de magos, fue atacada por los Trailers.

El C7 emitió un comunicado al respecto, y desde entonces, las batallas en la ciudad de Tokio en el mundo en ruinas, arreciaron a escalas nunca antes vista. Todos los magos, sin importar su estatus, se vieron involucrados en la contienda. El cuartel general de Pendragon, a donde Takeshi se dirigía, se llenó de evacuados unos días después. Como resultado, fueron divididos en diferentes refugios, y Takeshi se había tenido que mover junto con Kurumi y Gekkou para acomodarse. Hubo muchos refugios que fueron construidos en el mundo viviente con el apoyo de la comunidad, y muchos magos que no podían luchar, fueron enviados allí para ocultarlos de los Trailers, y mantenerlos lejos de la batalla.

En medio de todo eso, Takeshi volvió a tener pesadillas a causa de Nightmare todos los días. Las pesadillas se volvían más vividas y detalladas que antes. El enorme dragón rojo que veía en sus sueños, parecía ser el mismo que se sentaba frente a la puerta principal de la sede de Pendragon y Takeshi no pudo evitar preguntarse la razón por la cual atacaría la academia. Además, el sueño de Kurumi gritando, se estaba haciendo más claro. El sueño de su madre Youko y Gekko también lo inquietaba. Sin embargo, las pesadillas que plagaban a Takeshi, no ofrecían ninguna respuesta clara. Eso era porque era trabajo del soñador, encontrar las respuestas. Por tal motivo, Takeshi tenía que seguir soñando en busca de pistas y Towa, que aparecía todas las noches, ahora había comenzado a preocuparse por él.

—Takeshi… ¿De verdad pretendes seguir teniendo sueños premonitorios el día de hoy? —Preguntó Towa.

Al rededor de las doce de la noche, Takeshi y Towa y también Gekkou —que estaba dormido—, se encontraban en una habitación de hotel. Ese era uno de los refugios que Pendragon había preparado, y su ubicación en el mundo viviente, estaba en lo profundo de las montañas de la Prefectura de Hyogo en Japón. Debido a la magia de la barrera de protección, a la gente común le parecería que no había nada allí, sin embargo, o que había allí era un viejo hotel. Pendragon lo compró y lo usó como refugio. Takeshi conversaba con Towa entre susurros para no despertar a Gekkou que dormía en la cama de al lado.

—Si, necesito más respuestas.

Towa que se había manifestado en su forma humana gracias a la magia de Takeshi, parecía preocupa y frunció el ceño con cierta ansiedad.

—Aunque me digas eso —contestó Towa mientras hacía que el poder mágico purpura de Takeshi, emanara de su cuerpo como si fuera vapor—, ya me llamaste ayer, y la noche anterior también… Eso puede ser una gran carga para tu cuerpo. Puedo darme cuenta que no has sido capaz de recuperar tu poder mágico. Te aconsejo que no tengas sueños premonitorios esta vez. Mejor paremos con esto.

En ese momento, Takeshi agarró a Towa por los hombros.

—Por favor, Towa. Esto es todo lo que puedo hacer…

Towa dejó escapar un pequeño suspiro. Mientras sus brillantes ojos que cambiaban de color a cada momento, miraban fijamente a Takeshi. Ella era capaz de sentir la ansiedad de Takeshi a través del poder mágico que consumía de él.

—Está bien. Pero prométeme que mañana no me llamaras y que descansarás correctamente.

—De acuerdo. Te lo prometo —Respondió Takeshi asintiendo. Towa empujó a Takeshi haciéndolo caer sobre la cama, y luego se montó encima de él a horcajadas.

—Cierra los ojos y relájate, por favor.

Takeshi hizo justo lo que ella le dijo. Entonces Towa, alzó su rostro mirando al techo, y comenzó a chupar una gran cantidad de poder mágico a través de la palma de su mano que había colocado en el pecho de Takeshi. Al mismo tiempo, la conciencia de Takeshi entró en un estado de sueño, y los dos juntos se sumergieron en el interior de una pesadilla.

A la mañana siguiente….

Aparte de Towa, también había otra chica que estaba preocupada por Takeshi.

—¿Te sientes bien, Takeashi? Cada día te veo más pálido.

Cuando Takeshi entraba en una sala, Kurumi que ya estaba allí, frunció el ceño al verlo. Ella sostenía unos libros ilustrados.

—Estoy bien. Simplemente no he dormido bien. —Respondió Takeshi con una sonrisa.

—La vez pasada te desmayaste por los mismos motivos. No te esfuerzos demasiado.

—Ya lo sé.

Mientras hablaban, había una docena de niños en el lugar. Algunos sentados y otros corriendo alrededor de la habitación. Esa era la sala de recepciones en el segundo piso, la cual había sido transformada mágicamente en un cuarto de juegos para los niños, en donde Takeshi y los demás, pasaban el tiempo cuidando de ellos. Además, de eso, se encargaban de otras tareas como preparar comida, limpiar y lavar ropa.

—Parece que después de una semana, los niños ya no tienen la misma energía —Comentó Kurumi, observando a un pequeño de tres años que miraba a la nada.

—Sí… —Takeshi asintió dejando salir un suspiro.

Nada particularmente peligroso había sucedido desde que fueron evacuados a ese hotel, pero como a la mayoría de los niños habían sido separados de sus padres, el lugar estaba perdiendo lentamente su vitalidad. Al parecer, sus padres habían marchado al mundo en ruinas o estaban trabajando en la sede.

Mientras Takeshi pensaba en llamar a alguien, escuchó pasos corriendo por el pasillo y se dio la vuelta para ver a Gekkou entrando en pánico con un bebé en sus brazos.

—¡Takeshi! ¿Dónde estabas? Es hora de que te hagas cargo. El cuarto de los bebes está hecho un lío.

—De acuerdo.

Cuando Takeshi respondió con una risa involuntariamente, Gekkou, con una mirada molesta en su cara, colocó al bebé que sostenía —que no parecía tener más de un año—, en sus brazos.

—O-oye…

—Cámbiale el pañal.

Efectivamente cuando Gekkou dijo eso, un leve mal olor se soltó en el aire.

—Está bien. —Takeshi respondió con una amarga sonrisa.

Gekkou dejó escapar un suspiro y dijo:

—Yo me tomaré un descanso. Iré a acostarme a mi habitación.

Luego de eso, inmediatamente se marchó. Detrás de Takeshi, Kurumi llamó a una niña que parecía bastante desganada.

—¿Quieres que Onee-chan te lea un libro?

—¡Sí!

La pequeña niña de unos seis años, que jugaba solita con unas muñecas, se subió al regazo de Kurumi y sentó en silencio. Luego, Kurumi le hizo señas a otros niños para que se acercaran, y abrió un libro con dibujos. Al ver eso, Takeshi no pudo evitar hablarle.

—Isoshima…

—¿Sí?

Kurumi rodeada completamente de niños, volteó a ver curiosamente.

—No te excedas demasiado.

Los ojos de Kurumi se abrieron mucho, pero rápidamente apartó la mirada con timidez.

—E-está bien. pero tú eres el menos indicado para decirme eso con la falta de sueño que llevas. ¡Mejor apresúrate! ¡Aquí apesta!

—Si, si ya voy…

Takeshi se encogió de hombros, y salió de la sala de juegos para entrar a otra habitación en donde los llantos de bebes resonaban sin parar.

***

Unas horas de pues, Takeshi regreso al cuarto de juegos. Kurumi aun seguía allí, pero los niños ahora estaban acostados sobre pequeños futones alineados, tomando una siesta. Aparte de Kurumi, había otras dos mujeres que también cuidaban de los niños. Takeshi le susurró a Kurumi, y le hizo señas para llamarla. Ella, que estaba acostada al lado de un niño, se levantó y se aproximó a la puerta.

—Buen trabajo —Dijo Takeshi.

—Gracias, igual tu —Respondió Kurumi.

—¿Has visto a Gekkou?

Takeshi pensó que él estaría allí, pero Kurumi negó con la cabeza.

—No lo he visto desde la última vez que vino. Seguramente ha de estar ayudando en la cafetería.

—Ya veo…

Gekkou había dicho que se tomaría un pequeño descanso, pero desde que le entregó el trabajo a Takeshi, habían pasado más de tres horas.

«Espero que ese tipo no esté holgazaneando en alguna parte», pensó Takeshi.

Cuando el exhausto Takeshi frunció el ceño, Kurumi de repente juntó sus manos y dijo:

—Ah, por cierto, Takeshi.

—¿Uh?

Takeshi levantó la cara.

—Estaba pensando en que estos pequeños vinieron aquí sin nada más que su ropa.

—Si, así parece.

Takeshi miró a los niños que dormían en la habitación. La mayoría de ellos solo habían llevado una maleta cuando sus padres los dejaron allí.

—Y no muchos de ellos trajeron algo que puedan usar para jugar —Agregó Kurumi dejando salir un suspiro—. Creo que tener algo en qué entretenerse, los hará que se sientan mejor. Por eso estaba pensando en ir a la sección de primaria de la academia y traerles algunos juguetes.

—¿¡A la academia!? —Exclamó Takeshi, involuntariamente.

Las otras dos mujeres en la habitación, voltearon a ver a Takeshi y se colocaron el dedo en los labios exigiéndole que se callara. Por poco y despierta a los niños que había costado trabajo ponerlos adormir.

Takeshi rápidamente se llevó la mano a la boca. Kurumi se sorprendió mucho de ver la reacción tan espontanea de Takeshi y preguntó:

—S-si… ¿Acaso no se puede?

—…

Takeshi frunció el ceño con la mano todavía en la boca. No quería que Kurumi fuera a la academia. La escena que vio a través de «Nightmare», se cruzó es su cabeza en ese momento.

«No estoy seguro si el sueño de la escuela siendo atacada por un dragón y el sueño de Isoshima siendo atacado por alguien, sean eventos que sucederán al mismo tiempo. Pero creo que es una pésima idea que ella vaya a la academia en estos momentos».

Takeshi temía que todo el Mundo en ruinas ya fuera un lugar peligroso. Como la academia estaba en el mundo en ruinas, era peligroso dejar que Kurumi fuera allá.

—Yo iré… —Respondió Takeshi.

Kurumi entendió mal, y asintió con una sonrisa.

—Tienes razón. Iremos los dos y así podremos traer más cosas.

Takeshi entonces sacudió la cabeza.

—No, iré solo yo…

Kurumi miró a Takeshi y le preguntó con curiosidad:

—¿Eh? ¿Por qué?

—No tenemos que ir los dos.

Cuando Takeshi sonrió al contestar eso, Kurumi lo miró con una mirada de sospecha.

—Takeshi, ¿Sucede algo?

Aunque sonriera, ella podía ver claramente que solo estaba fingiendo. Kurumi se cruzó de brazos y lo miró fijamente. Entonces, a Takeshi no le quedó más remedio que decirle la verdad.

—Tengo un mal presentimiento. Por eso pienso que es mejor que vaya yo solo…

A medida que decía eso, sus palabras cada vez iban sonando más bajo. Kurumi entonces contestó de inmediato.

—¡Ay, por Dios! Voy a ir contigo y punto.

Takeshi volvió a negar con la cabeza y esta vez le habló en un tono más claro y persuasivo.

—Isoshima, no estoy bromeando. Realmente vi algo en mis sueños.

—…

Kurumi abrió los ojos ampliamente, se quedó callada. Pero inmediatamente volvió a ver a Takeshi y sonrió amargamente.

—Takeshi, ¿Tú crees que voy a dejarte ir solo solo porque me dices eso?

Esta vez, Takeshi fue el sorprendido. Le estaba diciendo que era peligroso, y, aun así, Kurumi insistía en ir con él.

—Tranquilo. Solo iremos un momento y volveremos lo más rápido posible ¿no?

Al ver a Kurumi decir eso con un rostro tan alegre, a Takeshi no le quedó más remedio que darse por vencido. Era mejor hacerlo lo más rápido posible, así que Takeshi habló con las personas que también cuidaban a los niños en el refugio y se dirigió al espejo gigante en el vestíbulo del hotel que se estaba usando como entrada de servicio. Gekkou acababa de salir de su habitación y se encontró con él abajo, así que Takeshi le explicó el asunto y le pidió que cuidara a los niños ya que estaban corto de personal.

—De acuerdo. No hay problema. —Respondió Gekkou.

Hasta ese momento él había estado durmiendo en su habitación, y había recuperado toda su energía, así que accedió fácilmente a lo que le pidió su hermano.

—Tengan cuidado.

Mientras los dos pasaban por el espejo, se despidió de ellos agitando su mano. Takeshi y Kurumi, volvieron a la Academia de Magia Subaru ubicada en el mundo en ruinas, luego de una semana de haber evacuado.

Una vez que Takeshi y Kurumi se fueron del refugio, Gekkou sacó su celular e hizo una llamada.

Normalmente se suponía que ese refugio iba a ser dejado en paz, pero ahora que esos dos no estaban, daba igual que lo trataran como a cualquier otro.

Luego de unos diez minutos de haber hecho esa llamada, el vestíbulo del hotel se llenó de magos de los Trailers que habían atravesado el espejo, y los gritos comenzaron a resonar por todo el lugar. Pero eso solo duró unos minutos, porque cuando los magos de los Trailers volvieron al vestíbulo, ya tenían a los niños en sus brazos.

Ahora podían hacer lo que quisieran con esos niños que podían usar magia. Podían alterar sus recuerdos para volverlos sus aliados, o usarlos como rehenes para chantajear a los padres. Gekkou vio que sus ropas estaban manchadas de sangre. Estaba estipulado que mataran a todos excepto a los niños. Cuando los magos de los Trailers salieron a través del espejo, el hotel se quedó sin nada más que los restos de la tragedia.

Gekkou no miró atrás, sino que caminó y atravesó el espejo en completo silencio.

***

En ese momento, Takeshi y Kurumi que no tenían ni idea de lo que acababa de suceder, se quedaron sorprendidos al llegar al pasillo de los espejos de la academia, pues todo el lugar estaba repleto de magos del C7 incluyendo los de Wizard´s Breath.

En el mundo en ruinas, había muy pocos lugares en donde se pudiesen encontrar espejos en buen estado para desplazarse. Eso era porque la mayoría habían sido destruidos por los magos de ambos bandos. Por lo tanto, la academia se había convertido en un punto clave y en una base de operaciones en conjunto. Kurumi estaba horrorizada por la escena que se desarrolló inmediatamente después de pasar por el espejo.

—¿Qué es esto? —Preguntó.

El pasillo de los espejos estaba lleno de magos vistiendo uniformes militares de distintas comunidades, yendo y viniendo de un lugar a otro apresuradamente. Solo Takeshi y Kurumi estaban allí parados vagamente, y completamente sorprendidos por lo que estaban viendo a su alrededor.

—La academia se ha convertido ahora en una base militar de primera línea para las comunidades —Respondió Takeshi.

De pronto se sintió como si lo hubieran arrojado al campo de batalla, y su corazón comenzó a agitarse.

—Takeshi…

A su lado, Kurumi murmuró su nombre con una expresión ligeramente atemorizada igual a la de él.

—Démonos prisa, Isoshima —Estaba claro para Takeshi que necesitaba salir de allí lo antes posible—. Por aquí.

Al decir eso, tomó a Kurumi de la mano, y salió corriendo entre los magos que caminaban apresuradamente con miradas temerosas en sus rostros.

Tenían que ir rápidamente a la sección de primaria de la academia, y volver con unas maletas llenas de juguetes para los niños. Con eso en mente, Takeshi corrió por el pasillo junto a Kurumi.

Era la primera vez que entraban al edificio de la sección de primaria, pero tan pronto como entraron a una de las aulas, Takeshi y Kurumi comenzaron a mirar en los escritorios y casilleros, recogiendo algunas cosas.

—¿Será que puedo tomar prestadas estas pinturas? —Se preguntaba Kurumi, sosteniendo una caja de pinturas de un estante. Takeshi que estaba llenando su maleta con lo que sea que encontraba, dijo:

—Que importa, solo date prisa.

Al ser apresurada por un impaciente Takeshi, Kurumi también se apresuró a poner las pinturas en la mochila que había llevado.

Takeshi no paraba de tener una sensación de ansiedad e incomodidad y quería irse de allí lo más rápido posible. Aunque de momento, ambos llevaban sus Aspectos por si sucedía algo. Además, los magos que estaban allí, eran todos del C7.

«No hay forma de que allá peligro».

Cuando estaba comenzando a pensar eso, de pronto todos los pelos se le erizaron. Strike Visión se activó instantáneamente y sus ojos se volvieron de color purpura.

Inmediatamente después de eso, todo el edificio de primaria en donde se encontraban, fue sacudido por el sonido de una explosión.

—¡¡Isoshimaaa!!

Takeshi estaba al fondo del aula frente a un casillero en ese momento, y Kurumi estaba al frente, cerca del armario de la profesora a un lado del podio.

—¡¡Kyaaaaaaaaa!!

Los vidrios de las ventanas explotaron, y volaron muchos trozos hacia el interior. Kurumi que estaba muy cerca, se agachó de inmediato.

—¡“FLICK”!

Takeshi, rápidamente usó su magia para mandar a volar tanto como podía, los trozos de vidrio que iban sobre Kurumi. Sin embargo, la pared entera estaba agrietada y parecía que iba a colapsar hacia adentro en cualquier momento.

—¡“FLOAT”!

Inmediatamente voló hacia ella con su magia de levitación, y la sostuvo de la cintura con ambos brazos.

—Isoshima ¡Ponte de pie!

Kurumi se había agachado y había metido su cara entre sus rodillas, pero Takeshi la levantó por la fuerza y la puso de pie.

—T-Takeshi…

Strike Vision le había dado una vaga idea de donde iba ocurrir el derrumbe, pero en lo que a él respectaba, todo el edificio iba a colapsar. Agarró a Kurumi de la mano, y salió corriendo al pasillo, pero incluso allí, todo estaba hecho un desastre.

—E-el pasillo está…

El pasillo, estaba completamente bloqueado a ambos lados por escombros de las paredes y el techo. Al ver la expresión de desesperación en el rostro de Kurumi, Takeshi desenfundó su espada y le dijo:

—Isoshima, ¡usa tu magia!

—A-ah sí…

Kurumi también sacó Aspecto; el lápiz labial que llevaba en su bolsillo.

—¡“FLOAT”!

—¡“FLOAT”!

Los dos activaron su magia de levitación al mismo tiempo, y se dirigieron a la ventana para poder salir del edificio. Estaban en el primer piso, así que no era necesario volar tan alto. Todo lo que tenían que hacer era saltar por la ventana del pasillo. Sin embargo, Takeshi y Kurumi vieron algo que no podían creer.

—¡Mira! ¡Allá afuera!

Kurumi, que fue la primera en notarlo, así que lo señaló. Takeshi siguió con su mirada el punto que ella señaló.

Hasta entonces, Takeshi había tratado de no pensar en ello. A pesar de que se trataba de una escuela ubicada en mundo en ruinas con una guerra sucediendo a su alrededor, todavía pensaba que no había manera de que el peligro que había visto en sus premoniciones pudiera suceder. Sin embargo, frente a sus ojos estaba mirando un futuro que era inevitable.

—Un dragón… rojo…

Un enorme bulto rojizo y negro flotaba fuera de las muchas capas de la barrera de protección que protegía la academia. Era imposible equivocarse. Estaba batiendo sus enormes alas permaneciendo estático sobre el espacio aéreo de la academia. Y al parecer, estaba a punto de romper la barrera para precipitarse al interior.

—¿Ese no es el dragón rojo de la sede de Pendragon? —Preguntó Kurumi.

Takeshi no prestó atención al comentario asombrado de Kurumi. Simplemente recordó que ya había visto esa escena una y otra vez.

«las instalaciones de la academia siendo destruidas por un dragón rojo… personas huyendo de sus llamas… partículas mágicas volando por el aire y convirtiéndose en gritos de personas…».

Todo eso, era algo que ya había visto a través de «Nightmare». Takeshi solamente apretó la empuñadura de Twilight.

—Después de todo, mi sueño se hizo realidad…

—¿¡Takeshi!?

Siendo ese el caso, solo podía significar que el dragón eventualmente iba a lograr entrar y luego envolvería en llamas todas las instalaciones de la academia y a todos los magos en ella.

«Si todo va de acuerdo a lo que soñé, definitivamente eso es lo que sucederá».

Kurumi miró temerosamente a Takeshi, que estaba aturdido por la situación. Él permanecía inmóvil mientras miraba al dragón rojo. Kurumi entonces voló a su lado con magia de levitación, lo tomó del brazo y lo volvió a llamar.

—Oye, Takeshi…

El sorprendido Takeshi, volteó a mirar a Kurumi y luego, los dos finalmente aterrizaron en el suelo. Kurumi aún seguía aferrándose al brazo de Takeshi, pero sus dedos temblaban. Takeshi sintió eso como si le hubieran dado una bofetada en la mejilla. Sin no reaccionaba de una vez, no solo se estaría poniendo en peligro a él, sino también a Kurumi. Entonces miró a su alrededor. Podía oír el ruido de los magos por todas partes. Y ocasionalmente, había explosiones violentas y sonidos de derrumbes. Eso era señal inequívoca, de que la batalla finalmente había comenzado.

«Tenemos que salir de aquí».

Takeshi tomó la mano temblorosa de Kurumi.

—Escucha, Isoshima… ¡por nada del mundo te vayas a separar de mí!

—S-si…

Luego de que Kurumi asintiera a sus indicaciones, ambos activaron nuevamente su magia de levitación.

—¡“FLOAT”!

—¡“FLOAT”!

Al mismo tiempo, ella flotó y Takeshi comenzó a volar, tirando de ella hacia otro edificio de la escuela que estaba frente a los dormitorios.

—¡Vamos! tenemos que regresar al pasillo de los espejos.

—De acuerdo.

Con su magia de levitación y Strike Vision activadas, Takeshi se dirigió hacia ese lugar. Un lugar, en donde una verdad importante le iba a ser revelada…


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Written By

orenohonyaku

Traductor japonés-español.